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Isabel Del Rio, Isabel del Río Sanz, @IsabelDlRio y @miransaya
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lunes, 21 de marzo de 2016

Entrevista a Beatriz García Guirado

BREVE BIOGRAFÍA
(Barcelona, 1983) es escritora y periodista. Licenciada en Periodismo y Guión, ha trabajado en distintos medios de comunicación. Es editora de la revista independiente Láudano (www.laudanomag.com) y colabora con la revista Quimera. Sus relatos han sido publicados en diversas antologías de cuento fantástico. 
El silencio de las sirenas es su primera novela.
Link a la reseña:

ENTREVISTA
IDR. Periodista y guionista, directora y colaboradora en revistas culturales, autora de relatos fantásticos. ¿Cómo te lanzaste a escribir El silencio de las sirenas? ¿De dónde surgió la epifanía?
BGG.  Durante un periodo de crisis, que a veces son los momentos de más creatividad. Al principio solo quería escribir una simple aventura marítima, tenía un amigo buceador y me explicaba anécdotas sobre personas que habían quedado atrapadas bajo el agua en estado de narcosis. Así que pasé un mes escribiendo frenéticamente una historia de sirenas y buzos y cuando terminé, la metí en un cajón y la olvidé. Tiempo después la retomé, porque me di cuenta de que el protagonista carecía de vida interior y empecé a narrar de nuevo la historia como un flujo de pensamiento, donde emergieron, como si rescatase del fondo del mar un buque hundido, todas las vivencias pasadas de Oless, sus sombras, y el manuscrito volvió a dormir. Y ya en una tercera fase, mientras estudiaba psicoanálisis, de repente se me revelaron los símbolos de la novela como parte de esa psicología del personaje, y ahí sí que nació El silencio de las sirenas como tal, donde incluso el océano era tan protagonista de la historia como este pobre buzo a merced de las corrientes.
IDR. Ahondando en tus recuerdos, ¿de dónde nació tu pasión literaria? ¿Cuáles fueron tus inicios?
BGG. De niña ya escribía y leía muchísimo. Era bastante solitaria y siempre estaba soñando despierta. Como nunca sentí que encajase demasiado, la literatura siempre fue mi refugio y mi mejor compañía. También escribía teatro y representábamos las obras en el colegio, que era religioso, y siempre estábamos bajo amenaza de censura. Pero creo que esa pasión literaria en buena parte se debió a mi necesidad como niña y luego adolescente de buscar respuestas y también como un mecanismo de resistencia.
IDR. ¿Quién te introdujo al mundo de los libros? ¿Tienes algún libro preferido, que haya significado una inflexión para ti?

BGG.  Mi abuela era una persona muy lectora, sobre todo de ensayos sobre la guerra civil, que era la época que había vivido. Pero creo que la persona que más me marcó, aunque suene un poco típico, fue mi profesor de literatura del colegio, Francisco Saavedra, con el cual descubrí La Odisea y también a Baroja y Shakespeare, y tenía un talento increíble para hacernos entender el sentido de las obras y a sus autores. Mi libro favorito de niña era Cien años de soledad, lo leí al menos una docena de veces y sabía de memoria fragmentos enteros.
IDR. ¿Qué te consideras antes: lectora o escritora?
BGG.  Creo que para ser un buen escritor debes ser primero un gran lector, así que me siento más lectora que escritora. Porque aunque un día tal vez no tenga nada más que contar, seguiré leyendo vorazmente. Hay demasiados buenos libros para lo corta que es la vida.
IDR. El silencio de las sirenas es una novela profundamente emocional y metafórica, ¿qué querías transmitir al lector?
BGG. Quería explicar la historia de un ‘loser’, un hombre corriente con un pasado traumático a sus espaldas en su desesperado esfuerzo por salir a flote y llegar a tierra firme. La aventura que vive Oless Svalbard es un intento no consciente de poner cada cosa en su lugar y entender lo que le ha ocurrido, pero, ¿acaso dominamos los elementos que viven en nosotros? Incluso La Odisea de Homero puede ser entendida en clave simbólica, pero tal vez si la hubiera escrito en el siglo XXI, Ulises nunca hubiera llegado a Ítaca. Yo quería explicar ese naufragio poniendo al mismo nivel el viaje como aventura física, emocional y sobre todo inconsciente.
IDR. El narrador de la obra es masculino hasta los huesos. Si no hubiera visto tu nombre en la portada, no hubiera sabido que eras una mujer. ¿Es complicado entrar en la voz de un/varios hombres?
BGG. Debe ser que, como dice Jung, tengo un ánimus, la parte masculina de uno mismo, bastante potente, porque siempre se me ha dado mejor narrar con una voz masculina. Pero cuando concebí el personaje de Oless y construí su pasado y su psicología, fue fácil entrar en su mundo y sus emociones. Creo que todos tenemos interiorizados una infinidad de personajes en potencia y al conectar con ellos es casi una posesión. Lo cual no quiere decir que no escriba otra novela en la que el protagonista sea una mujer, pero supongo que había una necesidad psicológica de dar rienda suelta a esa voz masculina y delirante.
IDR. La ironía y el desprecio hacia la mujer es continuo, ¿querías hacer una crítica y al mismo tiempo un retrato hacia la fauna y flora femenina? ¿Un retrato de la mujer como hembra, bestia y diosa?
BGG. Para Oless Svalbard, igual que para muchos hombres, la mujer y lo que representa resulta algo amenazante a la vez que seductor, igual que lo fueron mitológicamente las sirenas. Oless tiene una radiografía emocional complicada: una madre castrante obsesionada con las estadísticas de muerte súbita, una exmujer que, dado que su referente materno era el que era, no fue mucho mejor… Entender a la mujer es el motor del viaje y el motivo de su naufragio. Su simbología dentro de la novela no solo está presente en los personajes femeninos, que son proyecciones, sino incluso en el mar como útero materno.  
IDR. El caos, el laberinto temporal y los dejavús, empujan al lector preguntarse qué está ocurriendo, a fabular posibles finales o destinos para Oless y el resto de "personajes". ¿Qué tratabas de provocar? ¿Eres de las que cree que una novela ha de removerte por dentro?
BGG. Lo que hice fue preguntarme cómo sería narrar una aventura cuando los pensamientos y sueños del personaje toman tal relevancia que se sitúan al mismo nivel que la historia. Imaginar qué ocurría si de repente se hubiera desbordado esa presa y el agua desalinizada de nuestra consciencia se mezclase con la del mar de nuestro inconsciente, un espacio mental tan poco explorado donde la noción de tiempo, los recuerdos y las fantasías fuesen uno… Pocas veces se nos enseña qué hay realmente en el interior de un hombre; esto es lo que me propuse. Y sí, creo que es importante que una novela te remueva por dentro; tenemos demasiada tendencia a escapar de nosotros mismos, a conocer mejor lo que nos rodea que nuestro interior, y necesitamos historias que nos incomoden y nos provoquen para volver a mirarnos intensamente.
IDR. ¿Crees en sirenas? Y en caso afirmativo, ¿qué son para ti?
BGG. Como dice el sirenólogo Morris Cooper en el libro, la prueba de la existencia de sirenas es nuestra capacidad para imaginarlas. Yo creo en las sirenas como símbolo de la perversa seductora, que no tiene nada que ver con la imagen naïf y vaciada de todo poder que ha llegado a nuestros días. Los mitos viven en nosotros, nos explican quiénes somos. Cuando el héroe se enfrenta a un ser monstruoso, en realidad está combatiendo a una faceta de él mismo, su propia sombra. 
IDR. ¿Tienes algún método de escritura? ¿Qué haces antes de ponerte a escribir?
BGG. Soy una persona bastante caótica. Cuando una imagen se instala en mi cabeza voy tirando del hilo a través de música, fotografías, ideas, otros libros que podrían inspirarme; continúo la historia mentalmente y voy tomando apuntes. Si al cabo de un tiempo me aburro de la historia, la dejo. Si me atrapa lo suficiente como para sentarme a escribirla, entonces, arde Troya, porque todo lo demás pasa automáticamente a un segundo plano, lo cual, reconozco, debe ser bastante duro para quienes me rodean, pero no conozco otra forma de escribir. No soy la persona metódica que se obliga a dedicar a su novela una hora o dos al día.
IDR. ¿Algún nuevo proyecto entre manos del que nos puedas hablar?
BGG. Tengo una novela cocinándose en mi cabeza y en apuntes, pero todavía no ha llegado a ese punto de fascinación… Pero espero que la historia crezca y vuelva a secuestrarme, porque es un proceso que me fascina y me hace sentir viva.

IDR. ¿Cómo es trabajar con una editorial como Salto de Página? ¿Y cómo ha sido tu experiencia en el mundo editorial en general?
BGG. Nunca había trabajado con una editorial antes, y menos de este calibre, y reconozco que he tenido una suerte bárbara. Salto de Página es una editorial magnífica a todos los niveles, el profesional y el humano. No puedo compararla con otras editoriales, pero ojalá todos los editores fueran como el mío, que cuida y respeta tanto a sus autores. Y reconozco que es complicadísimo publicar en un momento como este; los escritores, sobre todo los que buscan su primera oportunidad, lo pasan realmente mal y cuesta mucho abrirse camino cuando intentas que una editorial que recibe cien o doscientos manuscritos diarios lea tu obra.
IDR. ¿Qué le recomendarías a un autor novel que busque editorial para su manuscrito?
BGG. Desde que publiqué la novela me escribe mucha gente para pedirme consejo y les cuento cómo me ocurrió a mí, y creo que está bien explicarlo porque el autor novel está muy desencantado y hay mucho oscurantismo de nuevas editoriales que quieren venderle su moto. Yo acababa de mudarme a Madrid por trabajo y me enteré de que el Festival Eñe organizaba la actividad ‘Cuatro editores en busca de autor’, presenté mi solicitud el último día de plazo pensando que no la escogerían, pero no fue así, y al cabo de una semana estaba sentada con Pablo Mazo hablándole sobre mi novela, le gustó la idea, leyó el manuscrito y me llamó.
Lo que quiero decir es que si uno cree en su obra debe seguir intentándolo una y otra vez, sin desesperarse, porque tarde o temprano puede llegarte la oportunidad. No es un camino fácil, es una carrera de fondo. Y sabes que eres escritor de verdad cuando a pesar de todos los obstáculos y las malas críticas, y las personas que intentan desalentarte, sigues escribiendo porque no conoces nada que te provoque más placer en la vida. Como me dijo una vez Ana María Matute, pasa de los premios y los aplausos, limítate a escribir y ya llegará.
IDR. La promoción de las obras es uno de los puntos fundamentales a la hora de llegar a los lectores. ¿Cómo la encaras tú? ¿Crees en los canales convencionales? ¿Y en las redes sociales? ¿Hasta dónde influyen los libreros? 
BGG.  A mí ese tema se me da bastante mal y me incomoda, soy una relaciones públicas de mis propios proyectos nefasta, pero creo, como tú dices, que es fundamental. Las redes sociales son esenciales para que un autor se de a conocer y luego, por supuesto, que aparezcan reseñas en medios y blogs, que es bastante más difícil y escapa mucho a tu control. Yo trabajo en un periódico y a la redacción llegan diariamente muchísimos libros y la mayoría nunca son reseñados, porque los medios tendemos a dar voz a lo que vende y ya la tiene, esto es así.
Los libreros son clave, porque, además, el buen librero lee la mayoría de los libros que llegan a su librería y sabe recomendarte. Yo soy muy fan de las librerías independientes porque son los mejores prescriptores de una obra. Aún recuerdo a mi librero de Badalona –la librería cerró hace años, tristemente-, pero era un prodigio; llegué a pedirle libros por temática casi de metabuscador, del tipo: busco una obra en la que el protagonista es un niño que tiene un lagarto como mascota y sus padres han muerto en un accidente de moto, y el hombre volvía con tres o cuatro. ¡Impresionante!
IDR. ¿Dónde crees que termina el papel del editor y empieza el del autor en la tarea de visibilizar una nueva obra?
BGG. Creo que es algo así como un tándem, pero no hay que olvidar que mientras tú sólo debes preocuparte de tu obra, el editor tiene que ocuparse de otros muchísimos autores y, o colaboras en dar a conocer lo que por otra parte es tu criatura, o desaparecerá en el montón de novedades.
IDR. Algunos dicen que las presentaciones son un recurso obsoleto de tiempos en que la comunicación entre lector-autor no era tan inmediata. ¿Qué opinas?
BGG. Yo no estoy de acuerdo, a mí como lectora me gusta ir a presentaciones porque te permite conocer un poco más al autor. Luego es cierto que te da visibilidad, pero también es muy interesante, sobre todo cuando el presentador de la obra es bueno, no necesariamente conocido, y da a los lectores otras perspectivas sobre el libro y hace preguntas que quizás nunca antes te han hecho. Me parece que en un mundo tan virtual debemos seguir manteniendo algo tan físico y humano como es una presentación, que sea más bien un diálogo o incluso una tertulia con tus lectores.

IDR. Como lectora, ¿qué prefieres: papel o ebook?
BGG. El papel, siempre.
IDR. ¿Qué es lo que te atrae de una historia y que te hace abandonarla?
BGG. Me gustan las historias que ahonden en la psicología del personaje y que sean un poco arriesgadas en la forma, y también el estilo del autor me pesa bastante. Porque, como en el cine, si la historia es buena pero no está bien narrada o el autor hace quiebros simplemente para lucirse, pierde totalmente la fuerza y es aburrida y, lo que es peor, poco sincera. Me siento agradecida cuando noto que un autor ha puesto parte de sí mismo en lo que escribe, porque es como esas obras de Francis Bacon que al contemplarlas te están arañando un poco el alma.
IDR. ¿Qué estás leyendo ahora?
BGG. Precisamente, un ejemplo de lo que mencionaba: Plop, de Rafael Pinedo, que publicó Salto de Página, y me parece una obra sincera y colosal.

Isabel del Río

Febrero 2016