@IsabelDlRio / @miransaya

lunes, 27 de febrero de 2017

NEWS Actividades de La Font de Mimir: febrero – marzo 2017


Este mes nos hemos vuelto a enamorar de la literatura con nuestro Club de Lectura; los encuentros con autores, editores y lectores; así como nuestras actividades para los más peques de la casa.
Marzo nos espera con más sorpresas, como la mesa redonda de ‘Més que un Club!’: ‘Dones i Escriptores’, con Teresa Roig, Griselda Martín, Irene Claver, Silvia Tarragó y Emilia Illamola.


En nuestro anterior encuentro con el Club de Lectura charlamos con la autora de Las Bocas de la Montaña. El Señor del Viento (Atlantis), de quien podéis encontrar una entrevista e información sobre el libro en nuestro blog; y con el editor de Orciny Press, Hugo Camacho, quien nos habló sobre el Bizarro y sus propuestas literarias. Este mes, el Club se reunirá el martes 14 para comentar Mi nombre escrito en la puerta de un váter de Paz Castelló (Umbriel).


Y si te interesa la escritura o tienes una idea en mente pero no sabes cómo ponerte en marcha, en breve anunciaremos nuevos talleres de escritura para adultos y jóvenes. Infórmate en la librería y apúntate en: isabel@lafontdemimir.cat
·         Viernes 10 a las 19h ‘Més que un Club!’: mesa redonda sobre ‘Dona i Escriptora’ con Silvia Tarragó (El Tiempo de la Luz), Emilia Illamola (Cabrils, Sao Paulo, Barcelona. Un amor pendent), Teresa Roig (La Merceria), Griselda Martín (Muñecas de papel) e Irene Claver (Malditos).
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       Sábado 11 a las 12h Mini-Club de Joc. Seguimos descubriendo nuevos juegos de mesa para los más peques de la casa (+3 años).
·         Martes 14 a las 18.30h Club de Lectura: Mi nombre escrito en la puerta de un váter, de Paz Castelló.
·         Sábado 18 a las 12h Cuenta Cuentos: Cuentos por la igualdad.
·     Y recuerda, puedes apuntarte a nuestras actividades y novedades visitándonos en la librería o escribiéndonos un mail: mimir@lafontdemimir.cat
Además, si buscas nueva lectura y quieres recomendación, en nuestro blog encontrarás reseñas y entrevistas cada semana:

¡Te esperamos!

Reseña de “La casa de arenas movedizas” de Carlton Mellick III

TÍTULO: La Casa de Arenas Movedizas
AUTOR: Carlton Mellick III
TRADUCTOR: Hugo Camacho
EDITORIAL: Orciny Press

SINOPSIS
Esta es la historia de dos niños que no conocen a sus padres, aunque viven en la misma casa que ellos. Sueñan con el momento en que podrán abrazarlos por primera vez, pero parece que los padres nunca tienen tiempo para ir a verlos. Los niños saben que tienen que estar en algún lugar de la mansión que comparten con sus progenitores, pero tienen prohibido salir de la guardería en la que viven. Siempre les han dicho que si la abandonan, sus vidas corren peligro.
Durante un tiempo, las cosas van bien: tienen una niñera que los cuida y unas máquinas les proporcionan todo lo que necesitan… Hasta que un día pasa algo que los obliga a abrir la puerta y adentrarse en los pasillos oscuros de una casa que les es ajena, para desvelar los misterios que rodean su propio pasado y el mundo en el que han creído vivir.

OPINIÓN
Soy exigente. No me importa el género o el tema tratado, ni siquiera tengo preferencias entre personajes o ambientes. Pero cuando una historia me entusiasma, todos a mí alrededor se dan cuenta.
Eso es lo que me ha sucedido con La Casa de Arenas Movedizas. Si bien al principio me dio un poco de mal rollo lo parecido de los “siniestros” de Mellick con “las sombras” de La Casa del Torreón, y la similitud entre la soledad y las emociones de Polly y Pulga con Marina y James, después percibí un reflejo entre la infancia del autor con la mía y entendí mejor el trasfondo de la historia. Más allá de la situación extraña, de los personajes grotescos, del horror sangriento, pude encontrar a un niño asustado que sólo deseaba que sus padres le abrazaran y le dijeran que todo iría bien, que se sentían orgullosos de él.
‹‹Lo único que puede hacer es esperar a que sus padres vengan a buscarle. A lo mejor ellos saben cómo arreglar (…) las máquinas. Espera que no se hayan olvidado de él››.
La infancia. Muchos la recuerdan con nostalgia y una sonrisa en los labios. Esa época de juegos e inocencia, protegidos de todo mal. Bueno, leo y escucho historias sobre ello, pues la mía no fue así y, por lo que he leído en la ‘Nota del autor’, y he percibido en la historia, la de Mellick tampoco.
Del mismo modo que la infancia puede estar llena de luz y risas, también puede ser un momento repleto de sombras, de miedo, confusión y lágrimas. Una pesadilla que te acompaña hasta la edad adulta, que te hace ser distinto a quiénes te vas encontrando en tu periplo vital; que te hace recelar de los padres y madres que acompañan a sus hijos en harmonía aparente, que te crispan ante los gritos a los niños; que te hace desear nunca haber sido niño, o mejor, haberlo sido en algún momento, que te hubieran permitido serlo un poco más.
‹‹Apunta con la linterna en todas direcciones, pero allí dentro no hay nada. Polly no está. Se pone a temblar de miedo cuando piensa que los siniestros pueden haberse colado y habérsela llevado. Ni siquiera la luz de la mesita está encendida. Nada. Tal vez los siniestros hayan olido la sangre de sus heridas y hayan venido a por ella. ¿Y si está muerta?››.
En La Casa de Arenas Movedizas los niños no crecen con sus padres, sino en guarderías, acompañados de sus Tatas —sus niñeras/cuidadoras—, a quiénes no pueden profesar cariño —ni afecto físico ni en forma de palabras. Polly y Pulga crecen soñando con sus padres, deseando conocerlos, que llegue el día en que vengan a buscarlos y se los lleven de allí. Anhelan su aprobación y amor por encima de todas las cosas.   
Dentro de un ambiente distópico y apocalíptico, Mellick nos propone una historia llena de giros inesperados, sorpresas aterradoras, personajes profundamente atormentados, y momentos tiernos que te arrancan lágrimas y sonrisas a partes iguales.
¿Quién es nuestra verdadera familia? ¿A quién debemos impresionar con nuestros logros? ¿Hasta qué punto la sangre conlleva lealtad y entrega? ¿Cuáles son los lazos que unen padres con hijos, a los hermanos entre ellos?
‹‹La habitación del bebé está llena de máquinas y de cables. Un tubo elástico y grasiento del tamaño de un saco de dormir cuelga del techo. Es lo que la tata llama el túnel del bebé. También hay un recipiente de goma en el centro de la estancia, bajo el tubo. La tata lo llama “cuna”. Dice que ahí dormían Pulga y Polly cuando eran recién nacidos››.
En la oscuridad moran monstruos, pero a veces los peores terrores vienen de nuestros deseos, de aquello que ansiamos y buscamos a la desesperada. A veces la salvación está en romper con lo que creemos que debe ser. Puede que, más allá de lo que nos enseñaron de niños, exista un mundo mejor.
‹‹En el umbral, apunta con la nave de juguete a las paredes, pero estas son tan altas que la luz no llega al techo. En el centro de la estancia que parece no tener fin, hay filas de columnas blancas. Nunca ha visto tanto espacio abierto. Lo más parecido que se le ocurre es el cielo del patio del colegio (…)››.
He disfrutado enormemente con esta historia y he llorado como una cría con el final. Pulga me ha enamorado, es un personaje íntegro y dulce en un mundo que no le invita a serlo para nada, en un ambiente que le dice: ‹‹Sobrevive y déjalos atrás››. Una imagen de resiliencia y de amor por los demás, de lealtad más allá de la sangre. Una llama en la noche.
‹‹En el mismo momento en el que él abre la puerta, Polly cierra la de la entrada. Oye cómo su hermana está cerrando los pestillos, dejándolo encerrado fuera en el corredor. Pero Pulga solo se queda en la oscuridad durante un breve instante. Hay una luz débil y marrón que ilumina parte de la estancia. (…) A medida que se adentra en la habitación, vuelve a oír el sonido de rasguños. Es como de metal rascando contra metal. El ruido le envuelve y le corta las orejas por dentro. No puede ver nada, pero siente que hay algo ahí con él escondido entre las sombras, tras los muebles››.
Polly es especial también. Una joven desencantada a la que han enseñado que estar guapa y gustar es lo más importante del mundo, pero que en su corazón todavía guarda la chispa de aquella niña que disfrutaba de los cuidados de su hermano, que todavía recuerda la bondad sin condiciones.
Sanguijuela, Darcy y Babas dan el contrapunto, una imagen de las distintas etapas de la niñez y de “qué pasaría si…”. ¿Cómo sería el mundo si los adultos no sintieran amor por sus retoños? ¿Qué sería de ellos, si los bebés nos resultaran repulsivos? Si los infantes fueran una carga para la que no estamos preparados.
‹‹Intenta dormirse, pero los ruidos que hace el bebé van subiendo de volumen y son cada vez más agudos. Se tapa la cara con la almohada, pero eso no ayuda. La criatura se muere de hambre y grita como si fuera una mezcla de cerdo y de banshee››.
Biológicamente —aunque me tiren piedras por decir esto—, los bebés son parásitos. Desde el momento en que una mujer se queda embarazada, un ser crece dentro de ella, alimentándose de su torrente sanguíneo, respirando su oxígeno. Cuando nace, la madre continúa alimentándolo; las noches en vela y el agotamiento pasan factura a muchos progenitores, y son muchas las mujeres que sufren depresión postparto. ¿Qué sucedería si desapareciera ese sentimiento maternal que nos llena de amor por nuestra progenie?
No hace mucho —y actualmente en algunas culturas—, los hijos eran herederos, mano de obra para el campo y la casa, moneda de cambio en transacciones políticas y empresariales. Los niños no eran individuos con personalidad propia con los que caminar de la mano, a los que amar, sino propiedades de los que se esperaba, a cambio de su nacimiento, su propia vida.
‹‹La cara de Pulga se queda congelada en una mueca de terror mientras el bebé sigue ronroneando y chupando agarrado a su cuerpo (…). Ahora desea que lo que llegó por el túnel hubiese sido un siniestro. Le habría dado menos miedo que un bebé humano››.
Una distopía que nos lleva al pasado y nos devuelve al presente. Que nos habla de pequeños abandonados que han de resultar agradables a los ojos de los propietarios, que han de amar a sus dueños sin condiciones, que han de soportar el yugo de su existencia sin aspirar a más que ser lo que les dicen han de ser.
‹‹Yo creo que nosotros somos como las tortugas. Las tortugas marinas no crían a sus hijos. Ponen docenas de huevos en un nido en la playa y los abandonan, igual que nuestros padres nos dejaron en la guardería (…). Cuando las crías de tortuga salen de sus huevos tienen que apañárselas por sí mismas. Dejan la seguridad del nido e intentan cruzar la playa para llegar al mar, que es donde viven sus madres. Pero es peligroso, porque en esa playa hay gaviotas que las cazan. A muchas de ellas las matan y se las comen. (…) Las tortugas de mar lo tienen mucho más fácil que nosotros (…). Nuestros padres no pusieron sus huevos en la arena de una playa: los pusieron en arenas movedizas››.
Una novela que recomiendo a los amantes de la ciencia ficción y lo bizarro; a aquellos que tengan ganas de pensar y devanarse los sesos un rato; a quiénes busquen diversión y mal rollo a partes iguales; a quienes quieran iniciarse en el género y disfrutar de una novela entretenida, divertida y con buen fondo.

Isabel del Río
Febrero 2017


viernes, 24 de febrero de 2017

Reseñas en juegos de mesa y rol: ‘The Island’

FICHA TÉCNICA

Diseñador: Julian Courtland-Smith.
Artistas: David Ausloos y Jean Brice Dugait.
Editorial: Asmodee, Stronghold Games.
Idioma: Español, Inglés, Holandés, Francés y Alemán.
Dependencia del idioma: Ninguna, sólo el reglamento.
Número de jugadores: De 2 a 4 (recomendable 4 jugadores). Con la expansión podemos llegar a 5 y 6 jugadores, además de añadir nuevos monstruos y mecánicas.
Duración de las partidas: 45 minutos a 1 hora.
Edad: A partir de 8 años.
Género: Familia y grupos – Juvenil/Adulto – Memoria y Estrategia –Competición y supervivencia.
¿Qué hay en la caja?: Un tablero con el mar de fondo y una playa en cada esquina; 40 losetas de terreno con 16 playas, 16 selvas y 8 montañas; 40 exploradores (10 de cada color: verde, amarillo, azul y rojo); 5 serpientes marinas; 6 tiburones; 5 ballenas; 12 barcos; el dado de criaturas; y el reglamento en varios idiomas.

¿CÓMO SE JUEGA?
Todo consiste en salir con vida de la isla antes de que ésta explote y, por supuesto, en ser el que mayor puntuación logre al final, por lo que tendrás que trolear bastante a tus competidores.
¡La isla se está hundiendo! Intenta llevar el mayor número de exploradores o, mejor dicho, de tesoros a tierra firme (las esquinas del tablero) antes de que la isla desaparezca.
Preparación
Colocamos el tablero en el centro de la mesa.
Las 5 serpientes marinas se sitúan en las casillas donde aparece su ilustración: 4 en cada playa (en las esquinas del tablero) y 1 en el centro de la isla que construiremos con las losetas.
Las fichas de terreno las iremos colocando aleatoriamente entre todos los jugadores, con el lado visible de terreno hacia arriba, ocupando la zona marcada en negrita.
Cada jugador recibe 10 exploradores numerados por la parte de abajo y 2 barquitos.
Se designa a un jugador inicial y, en sentido horario, situamos a los exploradores en el tablero, uno a uno y por turnos. El numero impreso bajo los exploradores indica la cantidad de tesoros que lleva, es decir, se trata de ponerlos de forma estratégica y recordar, en medida de lo posible, cuáles tenían mayor puntuación para darles prioridad a la hora de salvarlos. Siempre que tu meta sea ganar en el juego, pues durante la partida no podrás volver a ojear ese número, ¡así que ejercita la memoria!
Finalmente, se sitúan los barcos en cualquier casilla de mar no ocupada.
¡A jugar!
La secuencia es muy sencilla:
  1. Juega un terreno de tu mano. Al empezar el juego esto no es posible, ya que no disponemos todavía de cartas en mano. Cada terreno equivale a una carta jugable al momento o al principio de nuestro turno.
  • Mueve exploradores y/o barcos. Dispones de 3 puntos de movimiento para distribuirlos como quieras. Puedes mover 3 exploradores 1 casilla, o mover 1 explorador 3 casillas, o 2 exploradores a un barco adyacente y mover ese barco cargado 1 casilla más…. ¡Hay gran cantidad de combinaciones posibles! Eso sí, cada terreno tiene sus normas de movimiento.
  • En Tierra. Puedes mover hasta 3 puntos seguidos o distribuirlos entre diferentes exploradores.
  • En Agua. Los exploradores sólo pueden mover 1 punto por turno, a menos que tengas alguna carta en mano que diga lo contrario.
  • En Barco. En barco puedes mover igual que en Tierra, 3 puntos seguidos, pero si estás en el agua y quieres subir a un barco, deberás seguir las normas de Agua hasta que estés subido a él.
  1. Retira una ficha de terreno. Tal cual, sólo has de respetar la siguiente regla: primero las casillas de playa, después las de selva y finalmente las de montaña. Además, hay que evitar, en todo lo posible, separar partes de la isla, e iremos retirando aquellas casillas que estén en contacto con el agua.
Si hay un explorador en la casilla que retiramos, éste cae al agua. Como cada casilla es a la vez una carta jugable, nos fijaremos en qué tipo es para realizar la acción a continuación o guardarla en mano hasta nuestro próximo turno:
·   
      Si el reborde es verde, es de acción inmediata. La enseñamos a todos los jugadores y hacemos lo que nos diga:
- Tiburón: se pone un meeple de tiburón donde estaba la ficha retirada. Si hubiera un explorador, muere irremediablemente.
-Ballena: Sí, se pone una ballena y no pasa nada más XD
-Barco: Ponemos un barquito. Los exploradores que hubiera en ese terreno tienen mucha suerte, pues caen sobre el barco. ¡Menudos enchufados!
-Remolino: ¡Esto es serio! Elimina de la partida a todos los nadadores, bichos marinos y barcos que ocupen las 6 casillas adyacentes al terreno.
-Erupción volcánica: De esta sólo hay una, pues es la que marca el final del juego. ¡Esto es el Raknarok! ¡¡El mismísimo apocalipsis llega a la isla!! Bueno, siempre podrás jugar otra partida, claro XD
·         Si el reborde es rojo, puedes subir la carta a tu mano para jugarla en la Fase 1 de tu próximo turno, o en el turno que decidas oportuno. También existen algunas de juego directo durante la partida, como explicamos a continuación:
-Delfín: Un delfín hace aparición y permite a tu explorador mover 3 casillas mientras está en el agua.
-Barquito: Los vientos nos son favorables. Puedes mover un barquito de 1 a 3 casillas de mar.
-Serpiente marina: Mueve a este ser de destrucción masiva a cualquier casilla vacía de mar. La serpiente destruye barcos y a quién haya en ellos, también a los nadadores.
-Tiburón: Ídem que con la serpiente marina, con la diferencia de que el tiburón sólo se come a los nadadores.
-Ballena: Hacemos lo mismo que con los otros dos bichos, pero la ballena sólo destruye barcos, sin afectar a sus tripulantes o a los nadadores.
-Las cartas tachadas con un tiburón o una ballena son cartas para jugar al momento durante la partida. Si otro jugador decide echarnos encima a una de estas bestias de la naturaleza, nosotros podremos defendernos de inmediato, eliminando del tablero al bicho en cuestión.
Nota: Es importante recordar que con estas fichas rojas solo podemos mover un meeple de monstruo marino que ya se encuentre en el tablero. No podemos “invocarlo” de la reserva.
  1.  Lanza el dado de criaturas. Esta acción no consiste en tirar el dado al jugados que se ha comido a tu explorador más valioso, sino en lanzarlo para mover la criatura que nos aparezca en el dibujo: Serpiente marina mueve 1; Tiburón mueve hasta 2; Ballena hasta 3.
Recordemos que las ballenas son amistosas. ¿Por qué ibas a matar a alguien, si puedes dejar que se ahogue en el profundo océano azul? XD
Nota Combo: Las criaturas marinas se toleran entre ellas y se llevan de maravilla. Pueden coexistir en la misma casilla, lo que da lugar a situaciones de masacre, como sucede si mueves una ballena allí donde había un barco cargado de pasajeros y un tiburón merodeando.
Y este es el juego. Se repite la secuencia por turnos hasta desvelar la ficha de erupción volcánica. Momento en que muere cualquier explorador que no haya llegado a una de las islas de las esquinas del tablero, y es destruido todo bicho viviente que quede en las aguas.
Final del juego y ganador
Ya está, ha explotado la isla y hemos logrado salvar a un número determinado de exploradores. Ahora hay que hacer recuento de tesoros. Miraremos la puntuación que lleva debajo cada personajillo y los sumaremos. El que cuente con mayor puntuación, ¡gana la partida!

OPINIÓN
¡The Island es un juegazo imprescindible! No nos equivocamos si decimos que es el que más hemos jugado durante cenas, fiestas y reuniones, con amigos y en familia.
Es altamente adictivo. El componente de troleo es constante y la diversión está asegurada.
En el reglamento se olvidan de la fase diplomática, donde los jugadores más viles crean alianzas del tipo: ‹‹Si alejas a esa serpiente marina yo te llevo en mi barco››. Durante el juego se dan amenazas, venganzas e incluso, según la irascibilidad de los jugadores, algún daño físico (imprescindibles las collejeras). Las traiciones en Juego de Tronos son un juego de niños en comparación a lo que vemos en las partidas a The Island.
Es un juego muy apto para todo tipo de públicos. El tablero es precioso, los componentes de calidad y es muy divertido; siempre apetece una revancha.
Es muy llamativo de cara a los peques, pues es altamente visual e intuitivo. Con un poco de guía, hasta los más chicos pueden unirse a la partida. Digo lo de la guía porque en tempranas edades no han desarrollado todavía esa picardía, o maldad pura, que nos empuja a fastidiar a los demás de forma estratégica.
Por lo que, en resumen, este es el juego que recomendaríamos si nos preguntarais qué regalar a ese amigo o familiar que juega poco pero que quiere iniciarse, o a ése otro al que le pirran las tardes de juegos y patatas fritas XD
Ideal para fiestas con amigos, cumpleaños de niños y reuniones familiares con sobremesas interminables.
Aviso: Es posible que te quedes sin amigos, ¡quedas avisado!

Variante
En este caso, el propio reglamento sugiere 4 tipos de desafío:
·         Superpoblación: Durante la preparación de la partida, pueden colocarse hasta 2 exploradores en la misma casilla, no adyacentes al mar.
·         Hasta el final: El juego acaba cuando el último explorador sale del tablero, vivo o muerto XD
·         Todos iguales: Se obvia  la puntuación de debajo del explorador, de manera que vencerá el que más exploradores salve y no el que más puntos tenga en el recuento final.
·         La isla se sumerge: Se juega hasta que se retira la última ficha de isla. La erupción volcánica se juega como un remolino.

Para los peques:
A Max le han chiflado desde muy peque las figuritas de bichos marinos y los barcos. Le encanta moverlos y guerrear entre ellos.  
Él todavía es muy pequeño para este juego, aunque ya va pillando parte de la mecánica de tanto vernos jugar, pero sí que podemos aprovecharlo con otros propósitos.
Podemos jugar con nuestros hijos más pequeños sentándolos en nuestras rodillas y permitiéndoles que sean ellos quienes muevan los barcos y los monstruos. Por ejemplo, les diremos el número a mover y hacia dónde. Y si además les permites que se coman a los personajes, ¡se lo pasarán pipa! XD ¡¡Entrenando a los diablillos para el futuro!!

Juegos similares: Escape from Atlantis y Pompeii.

Para leer más…


Ivan López e Isabel del Río, papis de Max (2 ½ años)

martes, 21 de febrero de 2017

Reseña de "Las Bocas de la Montaña" por el periodista y escritor Albert Calls

Del encuentro entre la autora Isabel Del Rio y Ediciones Atlantis ha salido el libro ‘Las Bocas de la Montaña (El Señor del Viento)’, una novela en la que los referentes se hallan por doquier y cuántos más buscas más encuentras. Nos hallamos ante una narración en la que se entremezclan el género fantástico con la magia y el suspense, el juego de rol y los referentes más próximos del cómic contemporáneo, desde Stephen King hasta el Mago de Oz, pasando por el mejor Neil Gaiman, entre otros.
Cruzar al otro lado del espejo –otro referente, la Alicia de Lewis Carroll– ha sido siempre uno de los retos predilectos de los autores de género fantástico. Y cómo no, también de Isabel del Río (Barcelona, 1983), creadora de un interesante legado narrativo en este ámbito –‘Casa de títeres’ (2008); la bilogía ‘La Casa del Torreón’ (2010 y 2012) o ‘La Vidente de la Luna Llena' (2015 y 2016, en edición en catalán y en castellano), además de otras obras y de una incansable labor como editora cultural al frente de Otros Mundos, sello del que han salido interesantes antologías de género fantástico como ’20 relatos del fin del mundo’ o ‘Sueños’.
En ‘Las Bocas de la Montaña’, el lector se encuentra ante un adictivo juego de rol del que rápidamente pasa a formar parte integrante. La autora sabe construir un universo que en algunos momentos también nos retrotrae al director de cine de animación Miyazaki –otro referente–, con unos personajes que van creciendo con el objetivo de ayudar a la protagonista, Nicole y que se niegan a desaparecer al final del libro (¿habrá otro?).
Nicole viaja a las montañas para tratar de recuperar su vida, pero la aparición de la cara de un león blanco en la ventanilla del piloto asusta a la chica. Durante el ascenso hacia el lugar de reposo donde se dirigen se dejan entrever cosas extrañas. Y la espoleta que activará la acción hasta escenarios insospechados será la desaparición del padre, con el referente de un extraño ser en los bocetos de los dibujos que ha dejado.
No se puede dar más pistas para no desvelar sorpresa (‘spoilers’, vamos, la palabreja de moda).

El lector de este libro descubrirá capítulos rápidos y eléctricos, a través de los cuales la autora nos lleva a otros mundos poblados por extraños seres (algunos buenos, otros no tanto), lo que viene siendo su obsesión narrativa. “Hay otros mundos pero están en éste”, decía el poeta Paul Éluard. Isabel del Río nos muestra los que ella ha visto con su imaginación, para que los disfrutemos plenamente con la lectura.

lunes, 20 de febrero de 2017

Reseña de “Cuentos de Hadas” de Ángela Carter

TÍTULO: Cuentos de Hadas
AUTOR: Ángela Carter
TRADUCCIÓN: Consuelo Rubio Alcover
EDITORIAL: Impedimenta

SINOPSIS
Hubo un tiempo no muy lejano en que los cuentos de hadas no estaban destinados a los niños. Los relatos recopilados en este mítico volumen, a los que Ángela Carter dedicó años de su vida, tampoco son para niños. En ellos encontramos sangre, humor, sexo y muerte. No hay princesas ñoñas ni hadas maravillosas, sino jóvenes astutas, ancianas taimadas, chicas malas, hechiceras, parteras vengativas, mozas ladronas, novias rastreras, madres, hijas y hermanas raras. Solo una escritora tan radical como Ángela Carter podría haber sido capaz de armar esta antología de relatos, todos ellos protagonizados por mujeres, una celebración del universo femenino a través de los tiempos, ilustrado con los grabados originales de la edición inglesa a cargo de Corinna Sagood.

OPINIÓN
‹‹Los muertos saben cosas que nosotros desconocemos, aunque se las guardan para sí››. He pasado las últimas semanas del 2016 y las primeras del 2017 sumergida en el mundo de la fantasía y de las hadas; historias donde las mujeres son poderosas, rebeldes, fuertes, malvadas, justas, sobrenaturales y reales. Finalicé Más allá del viento del norte, libro comentado en el Club de Lectura que organizo cada mes en La Font de Mimir, una historia mágica que reseñaré más adelante. Pero, además de la novela de MaCDonald, llevo unos meses leyendo un par de cuentos antes de irme a dormir, son de la recopilación de Ángela Carter que Impedimenta ha publicado de lujo.
‹‹(…) las mentirijillas de los niños, como las historias de las comadres viejas, no suelen quedarse cortas de verdad››.
Crecí rodeada de historias, algunas eran leyendas populares, otras historias extraídas de la Biblia o de obras como la Odisea y la Ilíada; las pruebas de Hércules se mezclaban con las enseñanzas de Jesús, y el paso por el mar rojo con el viaje de retorno a Ítaca. Pero sin duda, las que mejor recuerdo son esos cuentos extraños y a veces violentos que habían sido transmitidos de boca a oreja, cambiando con el tiempo y el narrador. Muchos me los contó mi abuelo, otros los escuché en casetes que no dejaban de sonar durante la noche en mi habitación, otros los leería a lo largo de mi infancia y juventud de libros que recuperaba de estantes polvorientos, olvidados en despensas y paneras, o en bibliotecas, mientras esperaba a mi madre.
‹‹(…) necesitamos averiguar cada vez más detalles sobre quiénes éramos para ser capaces de conjeturar quiénes podemos acabar siendo››.
Llegó un punto en que los seres fantásticos eran tan reales como aquello que vivía, y las lecciones de estos cuentos, a veces más crudas que la calle, pero muy similares al hogar, me enseñaron a enfrentar lo que tenía ante los ojos, así como lo que vendría más adelante. Me insistieron para que tuviera esperanza y creyera en los sueños, para que luchara por aquello que creía bueno y verdadero, para que persiguiera lo que consideraba justo, aunque otros pensaran lo contrario. También aprendí en ellos que existían personas egoístas y llenas de temor con las que había que tener cuidado, pues, a pesar de que todos somos capaces de la mayor bondad, también lo somos de lo más bajo, incluso con los niños, especialmente con ellos.
‹‹Los cuentos maravillosos están confeccionados del mismo material que los sueños (…). Jung propugna que la voz que nos habla en nuestros sueños no es la nuestra, sino que brota de una fuente trascendente, y que el fenómeno onírico nos remite por lo tanto al hecho religioso en el sentido más amplio. (…) La voz de nuestro sueño, dice Fromm, sigue siendo nuestra, quizá más nuestra que nunca, y más lúcida en muchos aspectos que durante la vigilia››*.
Cuentos de Hadas de Ángela Carter me ha hecho retornar a esos momentos en que mi abuelo afilaba la hoz sentado en un taburete y me explicaba historias de seres acuáticos y de viento, de personas cambiantes y de mujeres con dones más allá de lo explicable. Me han hecho regresar a las páginas amarillentas y enmohecidas que se suponía no debía leer a esa edad, y a los momentos ocultos para poder escapar del escrutinio de los mayores. Me han hecho recordar la fuerza que todas poseemos y también que debemos ser cuidadosas con ella, pues podemos ser más crueles de lo que imaginamos.
‹‹Estas mujeres procedían de comunidades rurales resueltamente patriarcales, e inevitablemente habían absorbido y sintetizado los valores de esas comunidades, donde una recién casada “no podía hablar con nadie excepto con los niños si no se encontraban presentes hombres y otras mujeres mayores”››.
Como explica la propia autora en la introducción original de la obra, los cuentos de hadas estaban destinados a educar y mostrar el mundo en un lenguaje comprensible, creando un universo con arquetipos reconocibles en el mundo real. Se trataba de formar mentes sin restricciones moralistas ni sentimentalistas, sin intentar tapar lo malo para no sufrir, sin edulcorantes, pues los problemas nos alcanzan del mismo modo y se trata de estar preparados para superarlos. También servían para entretener, para reír y llorar, algo que logran a pesar del tiempo transcurrido entre su primera narración y el momento en que lo leemos.

‹‹Los cuentos tradicionales, populares o maravillosos proporcionan al niño una guía para lograr una buena integración de la personalidad que incluye la satisfacción de sus impulsos inconfesables (el ello) y la victoria final del yo. (…) vendría a ser una hoja de ruta de cómo vencer los propios miedos y progresar hacia el desenlace final››*.
Impedimenta ha hecho un trabajo precioso, como siempre. Una edición impecable con una portada que invita a llamar a la puerta y traspasar el umbral.
‹‹El viento sopló con fuerza, y me dolió el corazón al ver el hoyo que había cavado el zorro››.
Recomendada a padres, educadores y cuenta cuentos; a aquellos que disfruten de la fantasía y de las buenas historias en dosis concentradas; para quien no tema a brujas, duendes y seres sobrenaturales; para aquellas mujeres que quieran ver su reflejo en otros tiempos y mundos.
‹‹Las familias de los cuentos de hadas son, por lo general, unidades disfuncionales en las que los padres y los abuelos son irresponsables en extremo, llegando incluso al asesinato; en ellas, la rivalidad entre hermanos se convierte en la norma y desemboca fácilmente en crímenes››.

*Prefacio de Consuelo Rubio Alcover, octubre 2016.

Isabel del Río

Enero 2017

Crónica presentación y taller en Valencia, febrero 2017

Hemos pasado cuatro días intensos en Valencia: descubriendo la ciudad en familia; encontrándonos con viejos amigos y haciendo algunos nuevos; presentando “Las Bocas de la Montaña. El Señor del Viento” (Ediciones Atlantis); e impartiendo el taller de escritura intensivo en Bibliocafé: ‘Trama, Guion y Coherencia’.
Quiero dar las gracias a José Luís, por ofrecerme su casa como siempre que voy a Valencia, a Anabel por su amistad y por hacerme de compi durante la presentación, a todos los que os acercasteis para hablar de la nueva novela —así como de “La Vidente de la Luna Llena” (Kailas/Columna) y de la bilogía de “La Casa del Torreón” (La Galera/Otros Mundos), entre otras—, y a mis alumnos en el taller, a quiénes hice sufrir de lo lindo, pues había mucho que trabajar ;)))
Y ahora, de nuevo en casa, toca retomar lo que dejé aquí:
·         Este jueves 23 a las 17.30h iniciamos el Taller de Escritura Juvenil: ‘Jugamos y Escribimos’. Será cada jueves, durante las próximas seis semanas, en l’Aranya de Cerdanyola.
·  
       Y el viernes 10 de marzo a las 19.00h tenemos charla temática en La Font de Mimir de Barcelona: ‘Dona i Escriptora’, con Silvia Tarragó, Emilia Illamola, Teresa Roig e Irene Claver.

miércoles, 15 de febrero de 2017

"Las Bocas de la Montaña" en el Club de Lectura de La Font de Mimir

En el encuentro del Club de Lectura en La Font de Mimir de ayer, comentamos Las Bocas de la Montaña. El Señor del Viento (Ediciones Atlantis), y también charlamos con el editor de Orciny Press sobre La Casa de Arenas Movedizas de Carlton Mellick III.
Tras un debate de lo más interesante en torno a lo fantástico y lo bizarro, como cada mes, extendimos nuestra mesa de recomendaciones y votamos libro para el siguiente encuentro del Club, de cara al mes de marzo.

Aquí os dejo una entrevista que me hicieron sobre Las Bocas de la Montaña:

LA AUTORA
Isabel del Río (Barcelona, 1983). Licenciada en Filosofía por la UAB y Fitoterapeuta titulada. Escritora, lectora, correctora, coach editorial, dinamizadora cultural y Terapeuta holístico-integral. Colabora en medios como la revista Integral y podemos leer sus reseñas, artículos y entrevistas a personajes del mundo editorial en su blog personal: La Odisea del Cuentista.
Su primera novela, Casa de Títeres, fue publicada en abril de 2008 con una gran acogida. En el año 2010 con la Galera y 2012 con Otros Mundos publicó la bilogía de La Casa del Torreón, historia oscura dirigida al público juvenil-adulto. Por Sant Jordi del 2013 dirigió y publicó con Otros Mundos: 20 Relatos del Fin del Mundo. En mayo de ese mismo año llegó a las librerías 100 Cosas que hacer en Barcelona al menos una vez en la vida con las editoriales Cossetània y Lectio. En 2014, cuando esperaba su primer hijo, publicó con Otros Mundos la antología de ficción y erotismo: LoveFool. En 2015 dirigió y publicó con Otros Mundos la antología solidaria: Sueños. En 2015 y 2016, con las editoriales Columna y Kailas, vio la luz su primer thriller adulto: La Vidente de la Luna Llena. On-line encontramos sus series por entregas: Astrid y Nieve.
Ahora nos sorprende con una historia que viaja más allá de nuestro mundo, internándose allí donde residen los viejos dioses y los seres fantásticos de los que nos hablan las leyendas.

ENTREVISTA A LA AUTORA
Las Bocas de la Montaña surgió tras un viaje con tu pareja a un hostal alejado de la civilización. ¿Qué fue lo que ocurrió y qué te empujó a escribir este libro?
Hace años, tras la publicación de La Casa del Torreón, decidimos tomarnos unas pequeñas vacaciones alejados del mundo. 
Encontramos habitación en un hostal junto a un santuario y un lago, así que pensamos que sería una gran idea respirar aire fresco y pasear en plena naturaleza, pues me encanta el senderismo. Pero, en cuanto dejamos atrás el último pueblo, antes de la subida al santuario, las cosas se precipitaron por su propio peso. El primer capítulo, lo que les sucede a Nico y a su padre durante el ascenso, son nuestras impresiones y conversaciones en el coche. 
Muchas personas dicen de mí que vivo en las nubes, otros que soy muy intuitiva, pero el caso es que ambos vimos, oímos y sentimos cosas durante los días que estuvimos allí. Nuestras salidas al bosque estuvieron plagadas de sucesos extraños y, cuando cenábamos al aire libre, la niebla que subía del lago parecía querer alcanzarnos. 
Siempre llevo encima mi portátil, por lo que no pude evitar ponerme a escribir lo que estaba pasando, notas que se fueron convirtiendo en una historia, una aventura más allá de nuestra realidad, en un mundo mágico y arcano que creíamos extinto.
Nos fuimos mucho antes de lo que habíamos decidido, con la habitación pagada, pues yo había dejado de dormir y sólo escribía. Me obsesioné por completo con la historia y no pude dejarlo ni en el coche, de vuelta a casa, pues una melodía me perseguía y no paraba de cantar.
¿Cuánto tiempo te ha llevado?
En menos de un mes la tenía escrita. Un par de semanas de redacción, el resto de revisión. Como digo, parecía poseída por una historia que necesitaba sacarme de dentro.
¿Cómo ha sido la evolución de la trama y los personajes?
La trama nació durante ese viaje, pero los personajes tienen una historia mucho más larga. Algunos de ellos, como Psilo (no doy más datos por no hacer Spoilers), lo conocí años antes en Asturias, durante un viaje con mi mejor amiga y nuestras parejas. Otros, como el Señor del Viento, lleva conmigo mucho más tiempo.
¿Quién crees que disfrutará más con su lectura?
Los amantes de la fantasía y de la aventura. Lectores jóvenes y adultos, pues es una de estas novelas en que el personaje empieza siendo casi una niña y evoluciona a lo largo de la historia, descubriendo la realidad que la rodea. 
Creo que hará las delicias de los seguidores de los Estudios Ghibli (El viaje de Chihiro, Totoro y La Pincesa Mononoke), de Alicia en el País de las Maravillas y Dentro del Laberinto. No lo hice apropósito, pero más adelante, releyéndolo, descubrí los guiños a estas obras.
¿Qué te gusta más leer o escribir?
Ambos. Uno no existe sin el otro. Soy de las que cree que no se pueden escribir buenas historias sin leer. Empecé de muy pequeña inventando historias, primero de forma oral, pues no sabía leer, pero en cuanto pude, me apasioné por el teatro (Shakespeare, en especial), los relatos (Libro de Arena de Borges, por ejemplo) y el gótico (Frankenstein de Mary Shelley). Conseguía los libros de profesores, bibliotecas y ahorrando el dinero para chuches y cromos que me daban mis padres XD
Enumera tres rasgos de tu libro que crees que lo hacen especial.
Es una historia que podría suceder a aquellos que creen en la magia. Una historia que invita a ver el mundo de otra manera, a amar la naturaleza y los espíritus que viven en ella, y a temer su ira, pues somos tan pequeños al fin y al cabo.

Esta es una novela para todos los públicos, desde peques a adultos. Sólo se necesita un requisito, que guste la fantasía y la aventura.
Como todas mis historias, habla del amor, del amor a los padres, a los amigos, del descubrimiento del amor romántico… Pero también de la pérdida y cómo enfrentarse a ella, y superarla.