«Las mujeres hemos sido siempre las sacerdotisas, las conductoras de
la imaginación, las que llevaban las historias dentro. (…)La
imaginación ha sido siempre el medio, nunca el fin. Lo fantástico no es
solo lo fantástico, es la metáfora.» Entrevista a Solange Rodríguez
Pappe
Solange Rodríguez Pappe (Guayaquil, 1976) es catedrática y escritora ecuatoriana de narrativa breve.
Recibió en el 2017 el Premio Matilde Hidalgo por su trayectoria académica en las artes literarias.
Como escritora, es atora de Tinta de sangre (Gato Tuerto, 2000), Dracofilia (2005), El lugar de las apariciones (2007), Balas perdidas (2018), al que otorgaron el Premio Joaquín Gallegos Lara. Con La primera vez que vi un fantasma
(Candaya, 2018) ganó en 2018 el Concurso Nacional de Literatura de la
Casa de Cultura Ecuatoriana y en 2019 el Premio Joaquín Gallegos Lara. De un mundo raro (InLimbo, 2021) es su última obra publicada.
La obra de Solange es breve e intensa, relatos que
entremezclan la nostalgia y la desesperanza, y destilan terror al tiempo
que un amor extraño, ambiguo, doloroso. El feminismo y la crítica
social hacia los olvidados, es otro de los puntos clave de su obra.
(...)
I: Oscuridad y feminismo, ¿qué lazo hay entre la feminidad y
lo insólito? ¿Por qué crees que está tan en boca de todos ahora mismo la
literatura oscura escrita por mujeres?
S: Le hice esa misma pregunta a alguien infinitamente más sabia que
yo, mi ex directora de tesis de maestría en la Universidad, Alicia
Ortega y no supo decirme. Las mujeres hemos sido siempre las
sacerdotisas, las conductoras de la imaginación, las que llevaban las
historias dentro. Asaltaban los pueblos, se llevaban a las mujeres como
un cacharro pero ellas iban con su rencor y con sus pueblo extintos
dentro del alma a contar historias de como eran sus dioses muertos a sus
futuros hijos.
Eso por un lado, por otro lado, los límites de la realidad se
ampliaron, se cayeron los mitemas y estamos buscando nuevos. En América
Latina el discurso de la imaginación y el discurso femenino han sido
dos grandes ignorados y ambos se juntaron para decir con fuerza cómo
estamos agotadas de violencia y de miedo. La imaginación ha sido siempre
el medio, nunca el fin. Lo fantástico no es solo lo fantástico, es la
metáfora.
Sigue leyendo AQUÍ.