@IsabelDlRio / @miransaya

lunes, 12 de abril de 2021

Reseña de “El mes más cruel” y “La vida sumergida”, de Pilar Adón


TÍTULO: El mes más cruel

AUTORA: Pilar Adón

EDITORIAL: Impedimenta

 

SINOPSIS

Dos desconocidas han de compartir una casa de tres pisos durante unos días, y ambas se empeñan en mantener el orden y en resultar imprescindibles; una mujer espera, ansiosa, la llegada de un chico más joven que ha de librarla de su aburrimiento y de su frustración; Scott regresa a Inglaterra después de su expedición polar pero nadie va a recibirle; una muchacha llamada Clara se dedica a seguir los pasos de un esquivo gato; una madre se encarga de aterrorizar a su hijo para que nunca se vaya de su lado. Los catorce relatos que integran El mes más cruel componen una esmerada colección de recetas para sobrevivir a la pérdida, a la separación, la locura y el miedo.

https://impedimenta.es/producto/el-mes-mas-cruel

 


TÍTULO: La vida sumergida

AUTORA: Pilar Adón

EDITORIAL: Galaxia Gutenberg

 

SINOPSIS

En una casa aislada rodeada de tierra, iluminada por los rayos de luz que atraviesan las vidrieras de la parte más elevada de los pasillos, una mujer le pide a otra que ejecute por ella el mayor acto de amor posible, con la idea de que, a partir de entonces, podrá llevar a la práctica todos sus proyectos. Su deseo le será concedido, pero no siempre es una bendición que los deseos se cumplan. Una chica muy joven espera a su hermano en una estación de autobuses con la ilusión de fugarse con él a una zona en la que todo es compañerismo y serenidad. Un hombre que sólo sueña con vivir en la naturaleza, leer y aprender, se entrega a los ritmos de esa naturaleza para descubrir que en realidad nada es lo que parece y que las necesidades de los seres con los que ha empezado a coexistir no concuerdan con las suyas. Una chelista comprende que su máxima ambición consiste en librarse de la gravedad, y empieza a practicar para evitarla.

http://www.galaxiagutenberg.com/libros/la-vida-sumergida/

 

OPINIÓN

Ya conocía a Pilar Adón antes de sumergirme en sus relatos, leímos Las Efímeras hace años, en el club de lectura, y nos dejó revueltos y deseosos de más, pero además la conocía por su poesía, intensa, cruda, real, dura. Así que la recomendé como Dama Oscura para nuestro club dedicado a autoras de relato inquietante.

El lenguaje de Adón es poético, acaricia con sus palabras sus temas recurrentes, pellizcando aquí, pinchando allí, hasta dar con un recuerdo, con algo enquistado en el lector, para hacerlo saltar.

En El mes más cruel está más clara esa mezcla entre relato y poesía que, en lugar de mostrar, nos sugiere, incitando a que seamos nosotros quiénes le demos la vuelta al relato. Como en En materia de jardines donde nos hace preguntarnos si la respuesta a todos los males es el abandono a la muerte.

En Infinito verde unas niñas buscan, en un juego macabro, el cadáver de dientes rotos de un loco y, en lugar de ello, una de las niñas, la que no huye del verdor, acaba como una ninfa, convertida en parte del paisaje, temiendo lo que ha sido y lo que los que son como ella le causan al verdor.

En ambos libros, cada relato esconde preguntas, mensajes ocultos a simple vista, en las conversaciones de los personajes, en sus pensamientos… En Clara, ¿el fantasma de un gato es el detonante o el mensajero? En La huida de Virginia, ¿qué es un hogar? ¿Una casa, un lugar, un momento? ¿El pensamiento detiene el acto feliz?

En El mes más cruel nos encontramos de cara con la terrible crueldad de los que supuestamente nos aman, cuando no hacemos o somos lo que ellos desean y esperan, y en cambio el consuelo de los que creíamos nuestros enemigos.

El amor y el odio, entre padres e hijos, entre hermanos, entre amantes, el bien visto y el tabú.

«(…) la dignidad de la naturaleza era mayor que la del ser humano. En ese lugar no había espacio para la mentira, ni para la infidelidad, la cobardía o la avaricia. Los hechos se sucedían siguiendo una pauta estacional, podría decir que incluso lógica, pero en ningún caso desleal. La vanidad, la pompa, la altanería eran heroicidades reservadas para los hombres.»

La pérdida de las raíces y las decisiones, los movimientos, la gente que como bestias ávidas y morbosas se abalanzan sobre el que sólo desea quietud.

Recomendada a lectores mordaces y pacientes, a aquellos que no teman escarbar en su interior, a quien guste de la poesía hecha relato.

 

Enlace a la reseña de Las Efímeras, de Pilar Adón:

http://laodiseadelcuentista.blogspot.com/2016/06/resena-de-las-efimeras-de-pilar-adon.html

 

Isabel del Río

Enero 2021

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