@IsabelDlRio / @miransaya

sábado, 6 de marzo de 2021

Reseña de “Humo”, de José Ovejero


TÍTULO: Humo

AUTOR: José Ovejero

EDITORIAL: Galaxia Gutenberg

 

SINOPSIS

Una mujer, un niño y una gata conviven en una cabaña en pleno bosque, calladamente la mayor parte del tiempo, pues el niño apenas habla. No tienen contacto con nadie, excepto por las visitas de un hombre que les trae provisiones de vez en cuando. No son familia, pero juntos salen adelante. Fuera, la naturaleza se está volviendo impredecible: el paisaje deslumbrante que rodea a los protagonistas adquiere a veces matices siniestros. Ellos subsisten con lo que obtienen de un huerto que cada vez da menos frutos, y con lo que consiguen del bosque inmediato. A lo lejos, en las ciudades, parece que también hay extrañas turbulencias, cuya amenaza se proyecta sobre la cabaña. José Ovejero nos presenta a estos personajes solitarios, sin alma de héroes, y nos hace reflexionar sobre el sentido de la vida, los lazos que nos unen a las personas de nuestro entorno y la capacidad de sobrevivir en situaciones adversas.

http://www.galaxiagutenberg.com/libros/humo/

 

OPINIÓN

Una mujer y un niño viven en una cabaña del bosque, con las visitas esporádicas de un hombre que les lleva frugales provisiones y algo de compañía humana en un mundo en el que, no sabemos los motivos, nos parece post apocalíptico.

«(…) encontrar el final verdadero de las cosas, aunque sea un final indeseado, siempre nos alivia.»

Su protagonista —mujer sin nombre, como todos los personajes, pues esta es una de las características de la novela—, nos habla como en un diario póstumo, olvidado tras su desaparición, de su vida en la cabaña, de ese niño que habla con gruñidos y llena su soledad, de ese hombre que quiere un nosotros que ella no desea aceptar, más allá de las noches que le hace recordar qué es el abandono, el dejarse ir y el placer.

«A mí me asusta ese plural que me abarca y me compromete. Esa manera de entrar sin de verdad llamar a la puerta. O como si no hubiese puerta.»

En un mundo en el que la naturaleza evoluciona de forma violenta e incomprensible para la protagonista, en que la comida escasea y hay que proteger los pocos bienes que poseas de cualquier merodeador, las abejas enloquecen en nubes aniquiladoras y las ciudades arden en la noche.

«(…) cierro los ojos porque sé que nada puede vencer a las imágenes, nada las desaloja, son más persistentes que las emociones, que los olores, que los sonidos, anidan en nuestra memoria y se enquistan en ella.»

El bosque es el único refugio. Eso nos hace sentir Ovejero, con imágenes poéticas, descripciones pictóricas y un lenguaje directo, como cosido de aguijonazos.

«Me acurruco contra él y su cuerpo se ajusta al mío en versión reducida: soy el molde que lo contiene.»

Una novela solitaria y dolorosa con una protagonista con la que empatizas pese a la extrañeza. Una historia con personajes creíbles, reacciones coherentes  y un final demoledor.

«No hay nada más natural que la destrucción de lo que no lo es. (...) Siento nostalgia de pudrirme, de volverme tierra.»

Recomendada para quien desee conocer a un autor del que voy a buscar el resto de títulos; para amantes de la novela corta, sintética e intensa. Una lectura no apta para estómagos delicados.

«Yo siempre dejé claras las fronteras. He aprendido que cuando abres tus límites se re instalan dentro y se adueñan del territorio.»

 

Isabel del Río

Febrero 2021

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