TÍTULO: La
danza del gohut
AUTOR: Ferran Varela
ARTE: Manuel Gutiérrez
PRÓLOGO: Mariano Villarreal
EDITORIAL: Ediciones El Transbordador
SINOPSIS
La vida
de Leara Viera, una mujer de sangre plebeya que ha conseguido el modesto rango
de tutora de la Academia de Tiuma, cambia de rumbo el día en que recibe un
inesperado encargo de manos del mismísimo Plenipotenciario de la ciudad.
Gerrin, el primogénito de este, al que se dio por muerto hace cuatro años, ha
sido rescatado del cautiverio al que una horda gohut lo mantenía sometido. La
alegría del Plenipotenciario, sin embargo, se ve eclipsada por el hecho de que
el joven Gerrin ha perdido el juicio: está convencido de ser un gohut y reniega
de la cultura humana.
La
misión de Leara consistirá en reeducarlo a tiempo para el siguiente otoño,
momento en que Gerrin deberá participar en la batida anual de caza de gohut y
cobrarse unas cuantas de sus pequeñas y rojas cabezas para limpiar el buen
nombre de su familia.
OPINIÓN
Lo que
en un principio parece una historia gótica de terror, se convierte en un ensayo
ético y moral en que, una sociedad creada por el autor, nos muestra las
desigualdades de clase y género, así como la utopía de la libertad, con la
voluntad individual como aparente único a priori del comportamiento.
Leara
es una mujer que conoce su lugar en el mundo y que, como el resto de ciudadanos
rasos, temen la ira de los nobles, que pueden enviarlos a la muerte sólo por
una falta de protocolo. Al mismo tiempo, la protagonista de esta historia
guarda en su interior algo muy peligroso, el deseo de crecer y ser más de lo
que la sociedad le dice que puede ser. Eso la lleva a devenir la única tutora
en la Academia —un mundo de hombres y títulos.
Su forma
de ser, luchadora y altruista —pues enseña incluso a los reos condenados a
muerte—, hace que el cabeza de familia de los Novon acuda a ella, encargo que
le cambiará la vida a Leara y le hará enfrentar todo lo que creía saber y daba
por sentado, tanto de la sociedad en la que vive como de ella misma.
Y hasta
aquí puedo leer, pues hablamos de una nouvelle
que se bebe en dos tragos largos, con un ritmo ágil que, a pesar de los
conceptos que trata, nos conduce hacia el inevitable final.
«El
firmamento se me llevó hacia arriba mientras la montaña succionaba mis pies
hacia el lecho de roca, y a través de ese dolor que era gozo conecté con el
kieth y lo comprendí. Comprendí que era uno y era todos; que el nudo de
voluntades fluye porque el agua estancada se pudre y mata; que los ciclos se
suceden porque la rueda gira sobre un eje del que no somos el centro. Entendí
que en este mundo no existe más mandato que los deseos ni más dios que una
Tierra que Sustenta tu cuerpo para que sienta el placer de saberse libre y un
Cielo que Arropa tu conciencia para evitar que los miedos te impidan recorrer
tu camino.»
A pesar
de que se trata de una sociedad creada por el autor, con normas y otros
pormenores sacados de su imaginación, los detalles aparecen de una forma tan
natural que podemos entenderlos dentro del contexto sin perder pie. Además,
este mundo y las contiendas que en ellas se suceden, nos recuerdan a momentos y
sucesos históricos reales, por lo que resulta coherente y verosímil.
Recomendado
a los amantes de la fantasía, de la estrategia y la ética. Una lectura que
puede dar lugar al debate.
Isabel del Río
Octubre 2019