martes, 12 de marzo de 2019

Reseña de La Princesa Prometida, de William Goldman


TÍTULO: La Princesa Prometida
AUTOR: William Goldman
TRADUCTOR: Celia Filipetto
EDITORIAL: Ático de los Libros

SINOPSIS
¿De qué trata La princesa prometida? Bueno, es una historia de espadachines y de combates. Trata de amor eterno, de odio inmortal y de venganzas despiadadas. En esta novela salen algunos gigantes, un montón de villanos y de héroes, cinco o seis hermosas mujeres, monstruos bestiales y otros amables, y muchas aventuras y huidas y capturas. Hay muerte, mentiras, verdad, milagros e incluso algún que otro beso.
Tras la muerte de su amado Westley, la bella Buttercup se compromete con Humperdinck, un malvado y mentiroso príncipe, para evitar una guerra. Pero, antes de la boda, una banda de mercenarios formada por Íñigo Montoya, el mejor espadachín del mundo; Vizzini, el hombre más inteligente del mundo; y Fezzik, el más fuerte, secuestra a la joven, y un misterioso pirata retará a los secuestradores para hacerse con la princesa.
La princesa prometida lleva generaciones maravillando a jóvenes y mayores por igual, combinando fantasía, diversión, humor e inteligencia con una habilidad deslumbrante. Este es uno de los grandes clásicos de la literatura universal, un brillante homenaje a la novela de aventuras.

OPINIÓN
Cuando era niña soñaba con ser pirata y espadachín. Quizá por ello uno de mis libros preferidos es La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson. Me perdía en mí misma e imaginaba historias fantásticas y caballerescas en las que, más adelante, llevaría conmigo a mis primos cuando les hacía de canguro.
En esa época, una película que me fascinó fue La Princesa Prometida y es que, más allá de la historia de amor que sirve como nexo de unión y motor para los personajes, en ella había gigantes bonachones, hábiles espadachines y astutos piratas, príncipes de corazón oscuro y secretos inconfesables.
El código de humor e ironía se me escapaba un poco a esa edad, pero algo llegaba a olfatear, un “No te lo creas mucho, que sí nos gustan las aventuras, pero aquí estamos desvelando muchas verdades que descubrirás por ti misma con los años”.
Por este y otros motivos, cuando vi el libro entre las novedades editoriales, me lancé a por ella.
Novela y película tienen muchos puntos en común, uno de ellos es la trama central, pero también existen diferencias. Por ejemplo, la novela es más punzante e irónica, y la tierna historia del abuelo que lee la novela a su nieto enfermo, se convierte en un relato más adulto, de un escritor no demasiado contento con su presente, rememorando cómo empezó su gusto por la lectura gracias a que su padre le leyó La Princesa Prometida.
Y es que William Goldman juega con una obra puramente metaliterária, asegurando que la historia no es suya, pero que aquella que le relató su padre tampoco era la original, por lo que se decidió a narrarnos la aventura que a él le enamoró de niño, la única historia que logró despertar su pasión por la literatura.
Las notas del autor, que podemos encontrar durante la lectura, aportan ese punto de humor que comentaba, desdramatizando ciertas escenas y humanizando a unos personajes que, de otro modo, serían increíbles.


Al terminar la lectura, se me dibujó una sonrisa, pues la novela te habla de la cruda realidad, de que los buenos no suelen ser los que ganan, que muchas veces sufre quien no lo merece y que eso del amor verdadero… Pero todo con tal fantasía y aventura que te retorna a la infancia.
Novela de aventuras y humor que recomiendo a todos aquellos que soñaban con ser piratas y espadachines; a los fans de la película; y a los jóvenes que quieran iniciarse con un poco de ironía.

Isabel del Río
Octubre 2018

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