@IsabelDlRio / @miransaya

lunes, 8 de mayo de 2017

Entrevista a Paz Castelló

Paz Castelló (Alicante, 1970). Licenciada en Derecho, cuenta con una dilatada carrera profesional en el sector de la comunicación. Ha trabajado para la Cadena SER, Onda Cero, Ràdio 9, así como para instituciones públicas y empresas privadas como Responsable de Prensa y Relaciones Externas.
Escribe desde niña. En 2009 decidió publicar sus textos a través de su web www.pazcastello.com. A partir de ese momento, sus letras llegaron a todos los rincones del mundo, convirtiéndose en virales.
Actualmente compagina la escritura con su trabajo en el sector de la comunicación. Su primera novela, La muerte del 9, se publicó en 2013.

ENTREVISTA
¿Quién te inició en el mundo de los libros?
El primer recuerdo que tengo, ligado a los libros, es el de ir de la mano de mi padre por un rastro de antigüedades y comprar un libro. Yo debía tener unos seis años. Aún conservo ese libro. Fui una niña introvertida y me gustaban las bibliotecas, así que supongo que desde siempre el mundo de los libros ha sido mi hábitat natural.
¿Puedes nombrar algún título que recuerdes de tu infancia con especial cariño?
Aquel libro que me compró mi padre en el rastro a principios de los años 70.  Su título es Lecturas de Oro, editado en 1944 por Editorial Escuela Española, por entonces ya era una antigüedad, imagínate hoy. Después vinieron otros muchos, por ejemplo los libros de poemas de Gloria Fuertes, El Principito o Viento del Este, viento del Oeste,  de la Premio Nobel, Pearl S. Buck, que leí a los 12 años.
¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo decidiste que querías ser escritora?
Tengo conciencia de escribir desde siempre. Empecé escribiendo diarios con 8 o 9 años. Con 12 escribí, de mi puño y letra, mi primer libro de poemas. Me inicié primero en la poesía y después en los relatos cortos. La primera novela la escribí en 2009.
En realidad no creo que yo decidiera ser escritora, sencillamente nací siéndolo. Otra cosa distinta es decidir profesionalizar esta faceta, por decirlo de alguna manera. Eso se produjo como consecuencia de la crisis que atravesó este país en 2009. Transformé mi página de servicios profesionales de comunicación en un blog literario. A partir de ahí, la magia de internet hizo el resto. Hasta hoy.
¿Cuál es tu método?
No sé si tengo método. Más que tener un método, soy metódica para el trabajo, no para la creatividad. Cada novela la comienzo con una idea general del argumento, pero cada detalle, cada personaje, cada escena, surge día a día. Dejo que la historia evolucione y fluya, no está predeterminada sino viva.
Eso sí, necesito escribir todos los días, a ser posible con el mismo horario y en silencio absoluto. Es algo así como un estado de trance.
¿Puedes decirnos por qué y cómo decides el tipo de personajes, el protagonista y la voz narrativa? ¿Qué te aportan y dónde te restringen?
Depende de la historia que quiera contar en cada momento. Mis personajes son muy libres. Como creadora no me permito juzgarlos. Creo que eso los castraría y perderían autenticidad. De alguna manera todos son parte de mí, los bondadosos y los perversos. Soy tremendamente observadora. Vivo fijándome en las personas, sus gestos, sus reacciones, sus sentimientos… Me ayuda mucho recoger en mis personajes las realidades de otras personas. Eso también me enriquece, no sólo como escritora, sino también como persona. Este ejercicio de observación y comprensión de determinadas formas de pensar y actuar, sin juzgar, me ha enseñado a ser más tolerante y empática en la vida.
¿De dónde y por qué surgió la idea de Mi nombre escrito en la puerta de un váter?
Surgió de mi propia experiencia como escritora, de mi frustración durante ocho años dedicándome a escribir y sin apenas oportunidades para publicar por ser desconocida para el gran público. Sin embargo, mientras yo tocaba las puertas de las editoriales importantes de este país sin resultados positivos, los famosos de la televisión publicaban casi con obscenidad. Eso me hizo plantearme la historia de Mauro, que no es más que la voz de los escritores sin voz.
El lector se sorprende ante el giro brusco que hay entre la primera y la segunda parte. ¿Cuál es el motivo? ¿Qué te ha permitido jugar con este golpe de efecto y cambio de registro?
Me gusta sorprender a los lectores porque cuando soy yo la lectora quiero que me sorprendan. Por eso aposté por este golpe de efecto a mitad de la novela. Además, al estructurar la novela en dos partes, con dos puntos de vista distintos de la misma historia, me ha permitido contar una misma realidad desde dos percepciones distintas. La vida no es plana, los hechos tienen tantas versiones como personas que los perciben.
Los personajes de la novela son magnéticos y muy realistas, caras que podemos reconocer entre la gente que vemos en nuestro día a día. ¿Cuánto de Mauro hay en Paz? ¿Y el resto de personajes? ¿De dónde sacas la inspiración para tus personajes y su voz?
El sentimiento de frustración de Mauro es todo mío. De hecho quise que la vida personal de Mauro fuera totalmente diferente a la mía para evitar que el personaje se mimetizara al cien por cien conmigo. Pero la novela habla de la amargura que sufre un escritor cuando es ignorado. Eso lo he vivido yo en primera persona y es lo que quise que Mauro contara por mí.
El resto de personajes son fruto de la observación. La vida real está llena de personajes de novela.
Prostitutas, presentadores de televisión, libreros, loros maleducados, madres sacrificadas… Un retrato de nuestra sociedad actual en un buen abanico de variables posibles. ¿Cuál sería el mensaje de fondo de tu novela?
El mensaje de fondo es que los sueños se cumplen y que el amor es la fuerza que mueve el mundo. En realidad la novela es una gran historia de amor. Todas las decisiones que toma Mauro son motivadas por el amor, bien a la literatura, bien a Cristina y a Olvido.

¿Qué crees que debe aportar la literatura a un lector? ¿Y a la sociedad?
Creo que debe aportar lo que el lector esté buscando. Quiero decir que, si un lector pretende distraerse, sin más, la historia debe cumplir su cometido. Si busca algo más profundo, también debe poder encontrar libros que le satisfagan. Hay literatura para cada lector y para cada momento, pero siempre dentro de unos criterios de calidad. La literatura es una forma de expresión artística y el arte está para hacer un poco más agradable nuestras vidas.
¿Cuál es el papel del escritor en la actualidad? ¿Y la del editor?
El papel del escritor en la actualidad es el mismo que el que ha sido siempre: crear. Es nuestra  grata condena. Todo el que escriba entenderá qué quiero decir con esto. No podemos dejar de hacerlo.
Con respecto al editor, creo que el sector editorial debería reflexionar acerca de qué es lo que quiere, hacia dónde va y qué está ocurriendo en este país con respecto a lo que se publica y se comercializa. La literatura no debería tratarse como un producto cualquiera. Siempre digo que se debería convertir a los escritores de verdad en productos, y no a los productos televisivos y mediáticos en escritores, porque lo primero es posible y rentable, lo segundo es vender una mentira.
¿Qué es más difícil: publicar o llegar al lector?
Sin duda publicar. Yo llegué a mis lectores mucho antes de publicar. Afortunadamente, vivimos en la era de Internet y hay muchas formas de llegar a los lectores. Publicar en España es una tarea muy complicada si tu única carta de presentación es tu trabajo y tu talento. Lamento decirlo pero es la realidad.
¿Cuál sería tu autor de referencia?
Sería injusto nombrar uno sólo. Siempre digo que mi autor preferido es el del último libro que me he leído, porque todos me aportan algo nuevo, incluso los que no me han gustado.
¿Qué géneros lees?
Fundamentalmente thriller, aunque si la historia es buena y está bien contada, no me cierro a ningún género.
¿Nos puedes recomendar algún título?
Ahora estoy leyendo El objetivo del crimen, de Xulio Ricardo Trigo, y me está gustando muchísimo.

Link a la reseña de Mi nombre escrito en la puerta de un váter:

Isabel del Río

Marzo 2017