A veces
olvidamos que nuestra capacidad de elección es una de las mayores libertades
que poseemos. Nos dejamos arrastrar por modas y por el qué dirán, echando
tierra sobre nuestro verdadero ser, marchitando nuestra originalidad. Atreveos
y seguid vuestro corazón y a vuestras tripas. Decidid por vosotros mismos.