Después de Sant Jordi siempre acabo agotada; y no quiero ni pensar en mis pobres compañeras en Gigamesh, que les toca dejar de nuevo operativa la librería...
Sin embargo es un agotamiento feliz. Me encanta ver a la gente contenta con sus nuevas lecturas, buscando qué libro regalar a alguien apreciado, ¡y ya no hablemos de firmarles algún ejemplar!
Muchas gracias a todas las que pasasteis a saludar, dar ánimos y a haceros con una dedicatoria, tanto a la parada de Mai Més como a la del Templo. Y un abrazote a mis compañeras, tanto libreras como escritoras.
Mención especial a Ricard Efa y su súper estuche (gracias por socorrerme con los bolis) y a Elena Bartomeu por consentirme con el rosa.
Gracias por las fotos, Maldo y Maica. Sin vosotras no tendría reportaje gráfico.







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