@IsabelDlRio / @miransaya

martes, 15 de septiembre de 2015

Reseña "Proyecto XI" de Francesc Blanco

TÍTULO: Proyecto XI
AUTOR: Francesc Blanco
EDITORIAL: Suma de Letras

SINOPSIS
Un thriller en el que los libros te guiarán a través de un mundo de  misterio y magia.
«Anna, estás encerrada en un lugar que no existe»
El escéptico periodista Jon Vivaldi se halla inmerso en Proyecto XI, una investigación con la que pretende desvelar los fraudes sobre los que se asientan las ciencias ocultas. Justo antes de su desaparición remite un extraño correo a su editora y amiga, Anna Krauss, pidiéndole que acuda en su ayuda a un viejo inmueble situado en la calle Poeta Cabanyes de Barcelona. En el interior del edificio Anna encontrará el ordenador portátil de Jon y el diario de Bastian, un niño que treinta años atrás vivió en aquel lugar ejerciendo de adivinador. Con la ayuda de Víctor Crest y su equipo de investigación, Anna iniciará la trepidante búsqueda de Jon Vivaldi, una carrera contra reloj que la conducirá hasta el macabro asesinato de Rosa Marino, cometido en 1974, que a su vez forma parte de una trama mayor, de una larga cadena de acontecimientos iniciada en Finlandia…
Todo comenzó en Finlandia.
Mediante un laberinto de pistas y referencias literarias, Francesc Blanco compone una frenética novela repleta de giros inesperados en la que el misterio y la literatura son los ingredientes principales. Un relato que recuerda los universos paralelos de novelas como La historia interminable; un homenaje a grandes obras literarias de todos los tiempos —Alicia en el país de las maravillas, Anna Karenina, 2666, Rojo y negro, Cien años de soledad…– que, como frágiles hilos invisibles, se convierten en las protagonistas del texto, guiando al lector hasta un sorprendente final.

OPINIÓN
Hoy os quiero hablar de una novela absorbente que engancha desde la primera página y que, al final, dan ganas de matar a su autor —al menos cuando tenga listas las siguientes entregas.
Quienes me sigáis por las redes sociales ya podréis imaginar que hablo de Proyecto XI, una historia que me ha tentado a dejar de dormir y vivir a base de cafés para poder seguir leyendo.
“—¿Un niño? Eso no es un niño. Y quiere matarme…
Entonces llegó el miedo. A una velocidad vertiginosa ascendió anulando los sentidos, vaciando el pecho, agitando su respiración. El corazón se aceleró y la sudoración perló su frente. Luna continuaba hablando, pero aunque Anna oía su voz era incapaz de comprender el sentido de las palabras. No conseguía domar a la angustia, y era incapaz de apartar los ojos de la puerta cerrada. Se sentía recluida en un demencial mundo que solo contaba con dos habitantes: ella y el ser que se mantenía oculto al otro lado esperando la ocasión propicia para hacerle daño”.
La pega que le pongo, y motivo por el que escribí toda clase de improperios al autor en cuanto finalicé la lectura, es que se trata de una primera parte. Sí, damas y caballeros, no sé con cuántas contará, pero al menos una segunda la habrá —o sino Francesc Blanco morirá a mis manos.
Pero no os preocupéis, la incógnita que mueve esta primera investigación queda cerrada, aunque el resto de temas y preguntas que se van abriendo a lo largo de la novela te dejan impaciente por seguir.
“—Acudí convencido de que presenciaría un burdo montaje, tal y como me había sucedido en tantas otras ocasiones. Sin embargo, solo con verte, supe que no era así.
—Pero… ¿Qué buscabas?
—No es oro todo lo que reluce, y hoy llamamos magia a lo que mañana será ciencia. Buscaba una aguja en un pajar. Y la encontré…”.
Se trata de una thriller fantástico metaliterario, por lo que la literatura es un pilar fundamental de la trama, y los amantes de las letras disfrutaréis con ello a más no poder, recordando títulos y autores, descubriendo nuevas obras —y anotándolos en una libreta aparte—, y paladeando situaciones que a muchos nos gustaría vivir. Porque uno de los personajes principales (SPOILER) posee un don que es parte del sueño de todo ratón de biblioteca: es capaz de hablar con los personajes de los libros y acceder a sus mundos, entre otras muchas capacidades.
“—Ese chico adoraba los libros —prosiguió—. Los cogía con veneración, como si dentro tuvieran personas de verdad en lugar de páginas y letras. Era hermoso ver en alguien tan joven esa pasión (…)”.
Como venía diciendo, es un thriller fantástico y la trama funciona gracias a dos casos que llevan a los personajes: equipo de Arácnida (Yago, Víctor, Hugo y Luna), y a Anna y a Jon, a investigar sin tregua. Todo empieza por el violento y atroz asesinato de Rosa Marino y un extraño niño con la capacidad de predecir el futuro. Este es el caso XI del proyecto que Jon lleva entre manos, el cuál va a publicar Anna en la revista Péndulo, y para el que Arácnida ha investigado.
“No preguntar… ¿De qué sirve conocer lo inevitable antes de que ocurra? Un mal futuro puede estropear el presente más brillante con preocupaciones que a nada conducen, y uno bueno enfangarlo desluciendo los logros diarios.
No preguntar… A menudo el silencio es la medicina más sabia”.
Este primer caso será el que prenderá la mecha y nos llevará de cabeza a una situación del todo surrealista. Siguiendo un mail de SOS de Jon, Anna llegará a un antiguo edificio en el que se verá encerrada, disparando la alarma del resto del grupo, y poniendo sus vidas en peligro.
“Siempre analizamos nuestra existencia bajo una irreal perspectiva de continuidad que inventamos para olvidar los peligros que nos acechan cada día. A veces en la vida concurren circunstancias extrañas que te sitúan en el disparadero. Y cuando eso sucede debes ser tú mismo, porque si no lo haces, ya eres un cadáver aunque no lo sepas”.
Personajes literarios, fantasía, amor, acción, seres mitológicos, leyendas y realidad se mezclan en una historia que tiene como paisaje de fondo la ciudad de Barcelona y Girona.
Los personajes y las relaciones existentes, y que se crean, entre ellos son creíbles y causan empatía al instante, tomando cariño o animadversión cuando es preciso.
“No sin cierto rubor debo admitir un hecho cierto: con él sí fui feliz…, a menudo en el bienestar pesa tanto saberse entendido como el amor ciego”.
El autor juega con nuestros sentimientos y recuerdos, llevándonos de un lado a otro y haciéndonos resolver el puzle según vamos dando con las pistas escondidas dentro y fuera del piso, así como en el increíble lugar que se halla tras la puerta sellada con la sustancia roja.
“Iba a replicar algo, pero de repente frunció el ceño y se llevó un dedo a los labios demandando silencia. Cerró los ojos. Entonces una suave brisa, salida de la nada, los envolvió. Era fresca, suave, limpia. Además, se dijo Yago Durán sorprendido, huele a mar. Duró apenas unos segundos, después se marchó sin avisar, como había llegado. Vall sonrió y susurró: <>.
—Disculpe. A veces suceden estas cosas. Son… regalos. Para recibirlos tan solo hay que estar preparado (…)”.
¿Dónde está Jon? ¿Quiénes son Bastian, Juan Gandalf y Mikel? ¿Por qué Anna no puede salir del piso? ¿Qué ocurrió en Finlandia y qué tiene que ver el caso de Rosa Merino en toda la trama? Y, sobre todo, ¿por qué el resto del equipo ve una biblioteca en el lugar donde Anna dice que se haya el edificio en el que está encerrada?
“A veces, concluyó, lo urgente cercena lo importante”.
Recomendado para todos los amantes de los libros, y para quien tenga ganas de perderse en una historia trepidante y que causa adicción.

Isabel del Río

Septiembre 2015

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