TÍTULO: La
Curación
AUTOR: Miguel Córdoba
PRÓLOGO: Darío Vilas
ARTE: Pablo Caballo
EDITORIAL: El Transbordador
SINOPSIS
Maggie
Anderson nació con una característica muy particular: tiene un hilo negro atado
al dedo anular de su mano izquierda. Juega a enredarse con él y dibuja siluetas
misteriosas sobre la mesa del salón. Con el tiempo descubrirá por qué arrastra
ese hilo y la patológica obsesión que hay al otro extremo.
En esta
historia de terror surrealista los fantasmas se refugian en tambores de
lavadora para no tener que afrontar el desasosiego del Más Allá y Dios es una
niña de nueve años que vive dentro de una urna de cristal en una base secreta
de Nebraska. Por cierto, lleva meses sufriendo una grave depresión y
demostrando preocupantes tendencias suicidas. En el mundo de La curación las
máscaras son más sinceras que los rostros que ocultan y los pensamientos,
cuando son intensos y persistentes, monstruos gigantes hambrientos de odio y
soledad.
OPINIÓN
Olvidados,
dejados de la mano de Dios, ignorados por los hados y despreciados por la
fortuna.
Muchos
somos los que, en algún momento —e incluso de forma intermitente, pero perenne—,
hemos sentido ese vacío existencial que te hace pensar que, si Dios existiera y
muriera, a ti nada te sucedería, pues hace tiempo que te dio la espalda, y no
por indiferencia o algún tipo de mala leche cósmica, sino, simplemente, porque
eres alguien olvidable que no merece su atención.
Miguel
Córdoba da vueltas a esta idea y a temas como el más allá, la creación del
Universo y al concepto de Dios, hasta salirse de madre y ofrecernos un
constructo, quizá no nuevo pero sí convincente, dentro de un fantástico horror.
No he
podido dejar de sentirme identificada con la extrañeza de la niña Maggie ni con
el dolor de Lor, he compadecido profundamente a Timi y acompañado a Geof en su
deseo de recuperar aquello que le fue arrebatado. Me he horrorizado ante lo que
oculta el sótano y ante la posibilidad de un futuro sin escapatoria. ¡Y me he
cabreado profundamente con ese dichoso hilo negro!
Recomendado
a los que no teman los libros raros —raros pero que muy raros—; a los amantes
del terror y a aquellos que quieran “conocer a Dios” —entiéndase, en clave de
ficción.
Isabel del Río
Noviembre 2018
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