@IsabelDlRio / @miransaya

lunes, 3 de septiembre de 2018

Entrevista a Becky Chambers


Becky Chambers es una escritora estadounidense de ciencia ficción, autora de la serie Wayfarers, que me ha encandilado con los personajes y aventuras de su nave Peregrina en El largo viaje a un pequeño planeta iracundo, publicada aquí con Insólita Editorial.

Os invito a conocerla un poco mejor a través de esta entrevista. Gracias Christian por hacer de intermediario y Becky por tomarte el tiempo para responder.

Reseña El largo viaje a un pequeño planeta iracundo:
Entrevista a Christian Rodríguez, de Insólita Editorial:

¿Cómo y quién te inició en el amor por los libros?
Mis padres, y en particular mi madre. Los dos me leían cuentos desde que yo era muy pequeña, y además aprendí a leer muy pronto. Así que no recuerdo ninguna época de mi vida en la que no haya leído libros. Mi madre me leía y me acompañaba a la biblioteca, y yo siempre volvía con una bolsa gigante llena de libros, en Navidad me regalaba libros... Así que mi madre alimentó mi amor por la lectura.

¿Tienes algún recuerdo especial, de tu infancia o juventud, relacionado con la literatura?
Tengo un montón de buenos recuerdos. A los 14 o 15 años tuve una clase sobre ciencia ficción y fantasía. Yo era lectora de estos géneros, pero no me los tomaba muy en serio, no pensaba que fuera algo que yo pudiera hacer. Mi profesora me dio a leer "La mano izquierda de la oscuridad" de Ursula K. Le Guin y me enamoré de ese libro. Me explotó la cabeza. Me hizo pensar en la ciencia ficción de un modo en el que nunca antes había pensado. Fue muy inspirador para mí ver que había mujeres que también escribían ciencia ficción. Ese fue el libro que hizo que pasara de ser una fan del género a querer escribir ciencia ficción.

¿Cuáles fueron tus inicios en el mundo de la escritura?
Llevo escribiendo desde que era muy pequeña, es algo que siempre he hecho, independientemente de que me estuviera dedicando a otras cosas. En cuanto a escribir profesionalmente e intentar que me publicaran, a los veintitantos fue cuando me propuse hacerlo en serio. Escribía cada día, y mucho de lo que escribía era malo. De hecho, al principio todo era malo. Pero es un proceso importante pasar por escribir mal, probar diferentes tipos de historias, descubrir qué me gustaba y qué no, experimentar mucho. Supongo que sigo en ello.

¿Cómo compaginas tu vida con la escritura de tus novelas?
En cierto modo me resulta fácil porque me dedico a ello a tiempo completo. Me organizo como si fuera a trabajar: me levanto por la mañana (quizá no tan temprano como lo hace la gente que tiene que ir a la oficina) y tengo un despacho fuera de casa a donde voy a escribir... Y eso es importante para mí: separar mi hogar, el lugar donde descanso y paso tiempo con mi familia, del espacio donde trabajo. Algunas personas pueden trabajar desde casa, pero a mí me cuesta mucho, me distraigo; así que lo mejor para mí es tener dos espacios separados. De modo que cuando estoy en mi despacho trabajo y cuando termino vuelvo a casa. Soy muy afortunada de poder dedicarme profesionalmente a escribir. Por supuesto, esto no ha sido siempre así; cuando escribía además de tener mi trabajo era mucho más difícil compaginar mi vida con la escritura. Escribí mi segundo libro mientras tenía un empleo a jornada completa y era mucho trabajo, era muy difícil encontrar tiempo para mí, para descansar... para tener una vida, en definitiva. Así que quizá no sea la persona más adecuada para hablar sobre cómo compaginar tener un trabajo y escribir, pero en mi vida actual es bastante fácil.

Me ha conmovido profundamente tu historia –cómo lograste escribir tu novela–, así como tu carta final. ¿Qué sientes al ver tu historia publicada en distintos idiomas y recibiendo tan buenas críticas? ¿Qué le dirías a alguien que siente pasión por escribir, pero no se atreve a ello por miedo al fracaso o por lo que otros le dicen?
Ver una novela tuya traducida a diferentes idiomas y saber que a la gente le está gustando te enseña a ser humilde, es más de lo que nunca hubiera esperado y no deja de sorprenderme y de hacerme muy feliz. Cuando empecé a escribir en serio no pensaba que lograría llegar hasta aquí, y a veces aún sigo sin creérmelo del todo. A alguien que empieza a escribir le diría que nunca esperé que sucediera todo esto. Sigo teniendo dudas, a veces pienso que lo que escribo no es bueno, que a los lectores no les va a gustar, que he escrito el peor libro jamás escrito, que no sirvo para esto... lo cual es una tontería, porque evidentemente me estoy dedicando a ello. Creo que todos tenemos miedo y dudamos de nosotros mismos, y eso es muy común entre la gente creativa: dudar de uno mismo. Todo lo que puedo decir es: no escuches a esa voz que te dice que no sirves, porque cometerás errores y tendrás críticas negativas y a algunas personas no les gustará lo que escribes, pero no debes permitir que estos miedos te detengan, porque sé que es fácil caer en esos miedos que impedirán que te pongas manos a la obra, pero si te pones a ello, llegarás.

Tus personajes son profundos y evolutivos, algo que es realmente complicado de conseguir, especialmente cuando también has de crear un trasfondo complejo y situaciones que ilustren esas diferencias culturales –y esas semejanzas universales. ¿Cuál es tu secreto? ¿En qué te basas e inspiras para crearlos? ¿Tienes algún método? ¿Tienes algún preferido entre la tripulación de la Peregrina?
Lo que hago principalmente es escuchar cómo habla la gente, ya sea familiares, amigos o desconocidos. Suelo ir a cafeterías a escuchar a la gente. Sé que suena raro, pero se me han ocurrido ideas muy buenas escuchando a desconocidos. En el fondo todos los personajes son el autor, en cierto modo, pero si quieres aprender cómo se comporta la gente, eso ha de venir del exterior.
En cuanto a las diferencias culturales, tengo una familia muy internacional, así que tengo experiencia en ese ámbito. Mis abuelos eran inmigrantes, tengo primos por todo el mundo... Y aunque nos queremos mucho y celebramos las navidades juntos, somos diferentes. Hablamos idiomas diferentes, tenemos costumbres distintas, hacemos las cosas de manera diferente —desde preparar la comida a saludarnos— y tenemos diferentes puntos de vista sobre lo que nos parece aceptable y lo que no. Y manejar esas diferencias y aún así seguir queriéndonos es algo que se refleja en mis novelas cuando hablo de una nave espacial tripulada por alienígenas de diferentes mundos.
No tengo un personaje favorito, porque eso cambia constantemente. A veces me cae muy bien un personaje y otras veces, cuando me peleo con un capítulo, lo odio y no quiero volver a saber nada más de él. Si tuviera que elegir uno, diría que Sissix, porque fue el primer personaje que creé. Pero esa sería la única razón, porque cada personaje tiene algo que me gusta.

Cuando tienes una nueva idea, ¿qué haces? ¿Cuál es tu modus operandi?
La escribo. Siempre llevo una libreta conmigo, porque nunca sé cuándo se me va a ocurrir una nueva idea. Solo tengo que acordarme de coger un bolígrafo cada mañana y ya está, es así de simple.

La historia que relatas en El largo viaje podría haber sucedido perfectamente en la Tierra, entre individuos de distintos pueblos y culturas, ¿por qué escribir un roadtrip espacial? ¿Qué te aportaba este género?
La ciencia ficción es donde vivo, donde me siento cómoda. Todas las historias que he escrito están ambientadas en el espacio. Así que no es que haya creado unos personajes y después hubiera decidido ambientar su historia en el espacio, sino que desde el principio la intención fue escribir una novela de ciencia ficción. El motivo por el que decidí hacer a estos personajes tan cercanos, que los lectores pudieran simpatizar con ellos, fue porque quería que el futuro en el que está ambientada la novela fuera muy accesible para todo tipo de lectores. No quería un universo en el que solo hubiera héroes, capitanes y elegidos. Quería que fuera un lugar donde también hubiera gente común, y poder contar sus historias.

Si tuvieras que resumir en una línea el espíritu de El largo viaje, ¿qué dirías?
Diría que es la historia de la tripulación de una nave tuneladora que abre agujeros de gusano y de su viaje a través de la galaxia, explorando mundos nuevos y haciendo frente a los desafíos que encuentran por el camino.

¿En qué te basaste para crear tanto tu universo espacial como las diferentes culturas de tus personajes?
Escribir ficción es parecido a hacer la cena con las sobras del día anterior. Usas cosas de aquí y de allí, experiencias de tu vida, lugares a los que has viajado, libros que has leído, documentales de naturaleza, algo que se me ocurrió mientras viajaba en autobús.... Mis ideas vienen de todas partes; lo que es apasionante, porque nunca sé de dónde vendrá la próxima.

La tripulación de la Peregrina según SebasP
¿Cómo es imaginar la clase de sucesos que aparecen en tus novelas? ¿Cómo te documentas para hacerlas creíbles y coherentes?
En cuestiones científicas me documento mucho. No escribo ciencia ficción dura intencionalmente, porque intento que mis libros sean muy accesibles y no quiero que la falta de conocimientos científicos  sea una barrera que deje fuera a algunos lectores. Pero al mismo tiempo quiero que las ideas que parecen en mis libros tengan una base científica. Aunque no sea probable que suceda, sí quiero que sea posible. Por ejemplo, para inventarme una nave tuneladora que construye agujeros de gusano necesito entender cómo funcionan los agujeros de gusano, y lo mismo me pasa al crear un determinado sistema planetario, necesito asegurarme de que ese sistema funcionaría, cosas así. Para eso internet es mi mejor amiga. Los bibliotecarios académicos y de investigación también me han ayudado mucho. Y tengo la inmensa suerte de contar con una asesora científica particular, mi madre, que es profesora de astrobiología y me echa una mano cuando quiero estar segura de que no he metido la pata en algo.

Podemos ver distintos guiños a otros autores de ciencia ficción, ¿eres lectora de género?
Ya no tengo tanto tiempo para leer como antes. Cuando era adolescente o una veinteañera estaba constantemente leyendo ciencia ficción. Ahora paso tanto tiempo escribiendo que no tengo tanto tiempo para leer como me gustaría. También sucede que cuando te pasas el día escribiendo, cuando llegas a casa ponerte a leer no está entre las primeras cosas que te apetece hacer. Pero sigo leyendo ciencia ficción, sí.

Te hemos leído en el Club de Lectura que organizo en librería de La Font de Mimir, en Barcelona, y a todos les ha apasionado. Nuestros lectores son de edades y gustos muy variados, desde los 20 a los 70 años, ¿cómo haces para llegar a todos ellos y dejarlos enganchados hasta la última página? ¿Qué crees que motiva a los lectores para seguir adelante y no abandonar una lectura? Como lectora, ¿qué es lo que te engancha a ti?
Trato intencionalmente de que mis libros sean atractivos para todo tipo de lectores, no solo a los aficionados a la ciencia ficción. Por supuesto, también escribo para los amantes de la ciencia ficción, pero si no conseguimos atraer a nuevos lectores al género, ¿qué sentido tiene?
Intento que la ciencia que aparece en mis novelas sea accesible, que los lectores puedan sentirse identificados con la historia, y esos son los motivos que creo y espero que hacen que los lectores se interesen por lo que les cuento en mis novelas. Intento que mis personajes sean realistas, que todo sea muy tangible, para que al lector le sea más fácil suspender su incredulidad.

¿Qué proyectos tienes entre manos?
Ahora mismo me estoy tomando un descanso de la serie de la Peregrina. Regresaré, pero este año lo estoy dedicando a viajar y a trabajar en otros proyectos más pequeños. Estoy colaborando en un proyecto del que aún no puedo contar nada, lo siento, y también escribiré una novela corta antes de ponerme con la siguiente novela.

¿Qué estás leyendo ahora mismo?
Estoy leyendo "El universo de cristal" de Dava Sobel; leo mucha no ficción, sobre todo libros de divulgación científica. Es un libro estupendo sobre las mujeres de la Universidad de Harvard a finales del siglo XIX que catalogaron las estrellas y cuyo trabajo ayudó a comprender la naturaleza de los astros. Es un libro imprescindible para cualquiera interesado en la historia de la ciencia.

¿Nos recomiendas algún título?
Es muy diferente de mis novelas, pero a los lectores  de ciencia ficción les recomendaría la trilogía "The Machineries of Empire" de mi amigo Yoon Ha Lee, que está haciendo un gran trabajo escribiendo space opera alucinante que me encanta no solo por sus ideas, sino también por su estilo.

Isabel del Río
Julio 2018