@IsabelDlRio / @miransaya

lunes, 8 de enero de 2018

Reseña de “Mitos Nórdicos” de Neil Gaiman

TÍTULO: Mitos Nórdicos
AUTOR: Neil Gaiman
EDITORIAL: Destino
Disponible en català con Catedral Books.

SINOPSIS
Violencia, traiciones, poder… Con una prosa hábil e ingeniosa, Gaiman analiza la naturaleza imperfecta y competitiva de los dioses, sus susceptibilidades, su habilidad para embaucar y dejarse embaucar por los demás y su tendencia a dejar que la pasión dirija sus acciones, las guerras por el sexo o el poder… y, en general, todo lo que los acerca claramente a los humanos mortales. 

OPINIÓN
Desde niña me han apasionado las leyendas y los mitos, y las historias de Odín, Loki y Thor se entremezclaban con las de Brigid y Lug, con Isis y Horus, con Gilgamesh, Siddhartha el Buda y Jesús de Nazaret. En el instituto, mi pasión por las historias fantásticas que explican el origen de los pueblos, me llevó a investigar las diez plagas de Egipto, el diluvio universal y el mito de la Atlántida. Más tarde, en la universidad, estudiaría mitología y literatura, así como historia antigua y medieval, buscando esas raíces que tanto me llaman.
Cuando Mitos Nórdicos llegó a la librería, en un principio desconfié, pues cada vez que volvemos a narrar las historias provocamos pequeñas variaciones en las mismas, pero en cuanto leí el prólogo del autor, me convenció, pues me demostró que, amando las historias que pretendía relatar, había realizado un exhaustivo estudio previo, tras el cual, había elegido una serie de historias que daban sentido a unos nombres últimamente muy famosos, pero que en realidad poco conocemos.
Los cómics y el cine han llevado a la pantalla personajes que nada tienen que ver con los verdaderos Thor u Odín; quizá series como Vikings —en especial las primeras temporadas— nos muestran mejor el mundo en el que sus historias se relataban de boca a oreja, dando sentido a sus verdaderas personalidades.
Con su obra, Gaiman ha creado una breve cronología de la mitología nórdica, desde los inicios del mundo hasta el final de la historia de sus dioses —el Ragnarok. En sus páginas hallamos a los dioses más conocidos y sus historias más representativas, algunas heroicas y otras un tanto vergonzosas, pero es que así eran ellos: dioses humanizados, con emociones reales y más deseo que lógica.
Los mitos escogidos no sólo nos muestran a los personajes —y nos hacen intuir el enorme elenco de dioses y otras criaturas existentes en ese mundo arcano y olvidado— y su cronología, sino que en cierta manera nos quieren dar un porqué de lo que sucede. 
«—¡Artero y taimado Odín! —dijo el lobo—. Si no me hubieras mentido, habría sido amigo de los dioses. Pero tu miedo te ha traicionado. Te mataré, padre de los dioses. Esperaré el final de todas las cosas y entonces devoraré el sol y la luna. Pero lo que más me complacerá será matarte a ti.»
Nos sentimos como si estuviéramos frente a un fuego, escuchando la voz de Gaiman, para así entender cuál es el origen del mundo y del cielo, de por qué Loki desea la destrucción de éste, y porque sus hijos no comulgan con los dioses de Asgard. Descubrimos el carácter real del pelirrojo armado con su martillo, y del sabio padre Odín, quien, a pesar de poder verlo todo gracias a beber de las aguas de la fuente de Mimir, sigue sin ser capaz de entrar en el corazón de las personas y comprender sus intenciones.
Una obra recomendada a aquellos que disfruten de los mitos; para quienes sean lectores apasionados del género fantástico y quieran conocer los orígenes de la tierra media de Tolkien; para los seguidores de Neil Gaiman y sus mundos.

Isabel del Río

Diciembre 2017