AUTOR: Paz Castelló
EDITORIAL: Umbriel
SINOPSIS
A pesar
de su gran talento, Mauro Santos no consigue que ninguna editorial le publique.
Frustrado, acepta un acuerdo con Germán Latorre, un afamado presentador de
televisión que convierte en oro todo lo que toca. El trato consiste en que
Mauro le venda dos novelas ya escritas —y que previamente han sido rechazadas
por varias editoriales— y escriba para él dos más, convirtiéndose así en su
negro literario.
Bajo la
firma de Germán, las obras de Mauro se convierten en best sellers internacionales, con ventas millonarias en todo el
mundo, decenas de traducciones y una gran respuesta por parte de la crítica y
los medios.
Es entonces cuando en el canal de televisión en el que trabaja Germán Latorre, deciden lanzar un nuevo programa, un talent show para descubrir a nuevos escritores. Mauro Santos encuentra en el programa la única oportunidad para retomar su carrera literaria y volver a creer en sí mismo. Pero para ello ha de tomar una decisión que volverá del revés toda su vida: Dejar de escribir para Germán Latorre.
Es entonces cuando en el canal de televisión en el que trabaja Germán Latorre, deciden lanzar un nuevo programa, un talent show para descubrir a nuevos escritores. Mauro Santos encuentra en el programa la única oportunidad para retomar su carrera literaria y volver a creer en sí mismo. Pero para ello ha de tomar una decisión que volverá del revés toda su vida: Dejar de escribir para Germán Latorre.
‹‹(…) a veces, buscar la luz también puede
matarte.››
Cuando
un libro me remueve no puedo dejarlo a medias. Es verdad que a veces puede
resultar doloroso, porque justo da en un punto delicado, quizá en una herida
todavía abierta, pero creo que si un autor es capaz de llegar ahí, a nuestras
emociones más íntimas y alegrarnos o derrumbarnos, está haciendo bien su
trabajo.
‹‹Por alguna razón, la infelicidad le
inspiraba. Tal vez por eso era tan buen escritor, porque la mayor parte de su
vida había sido infeliz.››
Esto es
lo que me ha sucedido con el último libro de Paz Castelló, Mi nombre escrito en la puerta de un váter, título escogido para
comentar en el encuentro del club de lectura de marzo.
‹‹No siempre elegimos el camino, pero
siempre podemos elegir cómo recorrerlo.››
La
historia nos habla de un escritor frustrado, pero no de uno cualquiera, sino de
alguien que viva por y para la literatura. Mauro regenta una pequeña librería
de barrio y llegó a publicar una novela, pero en una editorial fantasma que le
hizo rozar su sueño para después arrojarlo irremediablemente al abismo. A pesar
de que es un genio componiendo historias y jugando con las palabras, ninguna
editorial la ha dado una oportunidad, pues es un desconocido, y cualquiera en este
mundillo sabe lo complicado que es que un manuscrito cruce la barrera.
‹‹Tenía miedo de volver a contagiarse con
ese virus llamado ilusión que tanto daño le había hecho ya. Sentía terror de
volver a caer en ese pozo.››
Pero
Mauro ve la posibilidad de que sus hijos olvidados, sus novelas rechazadas mil
veces, tengan una segunda oportunidad y lleguen a los lectores —que en
definitiva es lo que desea todo escritor—, de manos de otro nombre que no es el
suyo. Es decir, hacer de negro y vender su novelas a una persona mediática,
para que esas historias sean publicadas pero con la cara de otro en la solapa.
‹‹(…) vivir de sueños para morir de
realidades.››
Germán
Latorre es una estrella de televisión a la que le quedan pocos telediarios. Se
hace mayor y su cara bonita ya no es tan llamativa como le gustaría, por lo que
busca otro Olimpo en el que brillar y cuando, por casualidad, encuentra un
ejemplar de la primera novela de Mauro en una sala de espera y descubre su talento,
ata cabos y se le enciende la bombilla: ¡será escritor de bestsellers!
La
autora coloca al lector en el momento en que esta relación es insostenible.
Mauro no puede soportar las consecuencias de su decisión y Germán se ha hecho
tan famoso con los dos libros que ha publicado, que ya no puede prescindir de
él. Es entonces cuando Mauro querrá cortar por lo sano y darse una segunda
oportunidad, y Latorre, nada acostumbrado a perder, decidirá buscar los puntos
débiles de su negro para no perder a la gallina de los huevos de oro.
Como os
podéis imaginar, la situación se les irá de las manos a ambos. Y puede sonar a spoiler, pero es como en la vida misma,
pues cuando dos estiran y estiran, al final alguien cae…
‹‹Tal vez su vida no tenía rumbo, pensó, y
hubiera debido tener unas palmas sin líneas, o con una sola línea en espiral,
tal y como se sentía.››
Con
esta breve explicación del contenido de la novela, podéis creer que ante
nosotros tenemos la historia oscura y costumbrista de un escritor frustrado que
se vende y después, al intentar recuperarse, se da de bruces con la realidad.
Pero la autora da un giro con el final de la primera parte, un golpe de efecto
que cambia de registro, metiéndonos de lleno en un thriller o novela policíaca,
en que la justicia se alza incandescente y nada es lo que parece.
Además,
el amor y el desamor son temas fundamentales en la obra. No sólo el amor
romántico habitual, sino el amor desesperado no correspondido, el que ama pero no
igual que el otro, el que vende su cariño pero acaba enamorado... También nos
encontramos con las relaciones de amor/odio entre padres e hijos, y el amor
redentor de los niños. Sin olvidar el amor por la literatura, por el que vibra
Mauro.
‹‹A veces Mauro escogía un libro al azar.
Tomaba uno cualquiera de una estantería y lo abría para oler sus páginas. Lo
hacía con los ojos cerrados, como se huelen las cosas bonitas, para atrapar ese
aroma que le evocaba otras vidas, otros colores, otros sueños.››
Entre
los personajes, todos especiales a su manera —las risas que me habré echado con
el irónico Jacinto, además de alguna que otra lagrimilla—, me quedo con
Esmeralda, pues en lugar de la cara sórdida que muchos escritores le dan a las
videntes, Paz le ofrece un rostro amable y curtido, esa mirada que con los años
ha visto de todo y ha recibido más palos de los que puede contar, una mujer
coqueta como era mi yaya, y muy sabia, que ayuda más allá de lo que muchos
harían.
‹‹Todos se creen que poseen la verdad y
desconocen que la verdad no es de nadie, porque no existe, nos la hemos
inventado los hombres.››
No
quiero extenderme más por miedo a develar algo importante de la trama, que me
conozco. Aunque, entre los pensamientos que revoloteaban durante la lectura,
está el recuerdo de una emoción que me llevó a una novela, que hace unos años
recomendé hasta la saciedad: La devoción
del sospechoso X de Keigo Higashino. La historia no es la misma ni tienen
que ver en su desarrollo, pero la sensación de amor contenido, de soledad
compartida, de devoción absoluta me han parecido resonar, una dentro de la
otra.
‹‹Olvido y Cristina eran la familia que
Mauro nunca había tenido, la que la vida le había prestado, sin poder formar
parte de ella, sin poseerla. (…) Olvido era todo para él y al mismo tiempo no
era nada. Era la mujer más importante de su vida sin dejar de ser sólo un
anhelo››.
Una
novela llena de silencios, medias verdades y secretos, que dejan al lector ver
un poco más allá, entre las bambalinas del mundo editorial y televisivo, así
como en los corazones humanos.
‹‹Tal vez ella era una cicatriz cuando
algún día fue amor, tal vez él estaba viviendo a través de una herida.››
Cruzo
los dedos porque no hagan ningún reality
como el que pretendían en la novela…
Recomendado
a los amantes de las historias que parecen una cosa, pero son aún mejor; para
los lectores con ganas de giros y sorpresas; para los escritores a los que les
costó publicar o todavía lo intentan; para quien tenga ganas de disfrutar de
una novela bien hilada y con un cierre redondo.
Isabel del Río
Marzo 2017