‹‹El
zorro se sentó en la mesa y me miró mientras se limpiaba la boca con la
servilleta.
—Somos
guardianes —dijo.
—Vigilamos
las bocas, los lugares de mayor intensidad energética, donde lo antiguo y lo
nuevo se mezclan. Es decir, los seres del bosque y los hombres —explicó el
perro.
—Pero
en todas partes hay figuras —puntualicé.
—Hubo
un momento en que empezasteis a copiar nuestra forma para protegeros, después
nos olvidasteis y se pusieron de moda para los jardines —rió el zorro››.
Fragmento de Las Bocas de la Montaña. El Señor del Viento, de Isabel del Río (Ediciones Atlantis)