TÍTULO: Saturno
AUTOR: Eduardo Halfon
EDITORIAL: Jekyll & Jill
RESEÑA
En Saturno,
un narrador desquiciado le lamenta y reprocha sus silencios a un padre severo y
devorador. Es ésta una carta amarga dirigida a un padre por la que discurre la
trágica narración de los últimos días de una larga lista de escritores
suicidas.
Esta nouvelle, publicada en Guatemala en 2003
e inédita hasta ahora en España, es el libro que anunció el ingreso de Eduardo
Halfon en la literatura.
OPINIÓN
¿Qué
decir de Saturno? Quizá que ha sabido
hurgar ahí donde duele, en el preciso lugar donde la herida no está del todo
cerrada, donde todavía supura tristeza y resentimiento hacia una infancia no
vivida, bajo la sombra y el yugo de aquél que debería amar, pero no lo hace.
En la
mitología, Saturno es el dios que devoraba a sus hijos por temor a ser superado
y suplantado. En el pensamiento colectivo es el reflejo del padre dictatorial y
violento, pero también el del ausente, quien transforma su mano ejecutora en
silencio.
‹‹Buscando sus palabras, padre,
necesitándolas, lo desdoblaba con ansia. Y como una hoja seca hamaqueándose en
la brisa, lento, el cheque caía hacia el suelo.››
La
metamorfosis en forma de suicidio. Ese sería el tema central de esta novelita
de apenas setenta páginas. Un relato en el que Eduardo Halfon se sirve de la
vida torturada, y la trágica y voluntaria muerte de distintos personajes
históricos, voces que atormentan al narrador de la historia, quien, al tiempo
que se abre al lector, se hunde en la locura.
Lo que
en un principio puede parecer la mente desquiciada de un personaje sumido en la
depresión tras la muerte de su padre, se traduce en una ruptura y un cambio
brusco en la realidad. La muerte como motor de cambio.
No
puedo alargarme hablando del contenido sin destripar el libro, así que hablaré
de la forma. El estilo de Halfon es cuidado y poético, y la metáfora y los símbolos,
así como los arquetipos, son parte del lenguaje que conforman sus párrafos.
Pasado
y presente se dan cita en una narrativa ágil y profunda, una amalgama de
emociones y pensamientos dolorosos que, inevitablemente, mutan a su
protagonista en algo que intuimos, pero no llegamos a ver.
‹‹Nada más. Sólo un nombre, firmado con
prisa. Una palabra. Sólo una palabra. El padre es un nombre. Quizá por eso
escribo, o mejor dicho, quizás por eso necesito escribir.››
Recomendada
a aquellos que no teman a las voces ni a la muerte del “Yo” presente; para
quienes gusten de la historia y la narrativa bien construida; para valientes
con ganas de algo distinto.
Isabel del Río
Mayo 2017
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