En realidad soy bastante reservado
con lo que respecta a mí mismo, soy editor desde 2013, tengo estudios en
Ciencias Políticas, y desde el 2000 soy miembro directivo de la Associació
Catalana per la Pau, de cooperación internacional.
Raül Jiménez
Soy politólogo y periodista de
formación, además de lector empedernido y bloguero. He desarrollado mi labor
profesional en la Asociación para las Naciones Unidas en España, ONG de ámbito
internacional, una agencia de publicidad y actualmente soy redactor en
Indienauta, web dedicada a la cultura (sobre todo música independiente) donde
llevo la sección de crítica literaria. Junto con mi labor en Yulca, claro.
YULCA Editorial
Yulca nace principalmente como
una editorial independiente de pensamiento crítico, ensayo sobre el mundo de
hoy y también nuestra colección de clásicos del pensamiento progresista
(Colección Epicuro). Tenemos un ojo puesto en lo que sucede en Europa pero otro
en América Latina, nuestros títulos son un puente entre continentes para el debate
de ideas.
ENTREVISTA
IDR. ¿Cómo nació Yulca Editorial? ¿Cuáles
fueron sus inicios?
AC. Yulca nace como voluntad de
crear un proyecto editorial donde poner al servicio mi experiencia y
conocimiento de más de 15 años de compromiso social en América Latina. Aunque
venía madurando la idea desde 2011, es finalmente en 2013 cuando se dan las
condiciones para salir a la superficie y publicar nuestros primeros títulos.
IDR. ¿Y los tuyos? ¿Cómo entraste en
el mundo editorial? ¿Qué te motivó a meterte en la boca del lobo?
AC. Me imagino que, como todos los
editores independientes, llevamos la lectura y los libros en la sangre desde
pequeños y mi caso no es una excepción. Antes de empezar de lleno con el
proyecto de Yulca estuve de editor de una revista electrónica de análisis
político junto a unos compañeros. Como te digo, lo de Yulca era un proyecto que
venía madurando desde hacía algún tiempo y, como me dijo un amigo editor
argentino, me tiré al mar sin red en 2013 y aquí estoy, contento de esa
decisión.
RJ. Soy una rata de “biblioteca” y
lector empedernido desde siempre. Estudié políticas, humanidades y periodismo,
además de tener algún “pinito” con la escritura (varios cuentos publicados),
por lo que ya andaba cerca. Llevo mi propio Blog desde hace cinco años y la
literatura (junto a la música y algo de cine) es uno de sus ejes. De ahí a ser
redactor de Indienauta, donde llevo la sección de libros. Al ir teniendo
contacto con las editoriales el gusanillo se hacía más fuerte, por lo que me
decidí a cursar un máster de gestión editorial, que incluía las prácticas en
Sajalín editores. Entonces apareció Albert, surgió la posibilidad de sumarme a
Yulca y no tuve que pensármelo ni dos segundos.
IDR. ¿Qué eres más: lector o editor?
RJ. Todavía me considero mucho más
lector. Además, por mi labor en Indienauta, siempre estoy con dos-tres lecturas
a la vez (sino más).
AC. Como Raül, sigo siendo más
lector, aunque mis lecturas personales no se diferencian tanto de las de
editor.
IDR. Hay que ser muy valiente o muy
temerario para abrir una editorial independiente hoy en día, pero más si
pensamos en ensayo. ¿Por qué precisamente ese género?
AC. Creo más bien un poco temerario,
nos dedicamos principalmente al ensayo por mi formación académica (Ciencias
Políticas) y es el ámbito en el que me muevo con más soltura.
IDR. ¿Y por qué el cambio? ¿Qué os ha
empujado a apostar por la novela negra y el thriller?
AC. Lo de apostar por la novela
negra es por una pasión personal, soy un entusiasta desde adolescente del
género, y casi tenía la idea desde el momento que nació Yulca. En cambio la
parte de novela política, por ejemplo Los topos lo veo una evolución
natural de lo que ya publicamos como ensayo.
IDR. ¿Qué te motiva a apostar por un
manuscrito? ¿Y que te echa para atrás?
AC. No hay un solo motivo para
apostar por un manuscrito, es un balance, en el texto de ensayo buscamos que
tenga coherencia dentro de nuestro catálogo editorial, el interés y calidad en
sí mismo del texto y de su autor, que ayuden a los lectores a reflexionar y
entender mejor el mundo. Queremos que nos aporte a nosotros como editores para
poderlo recomendar a nuestros lectores.
En novela especialmente me gusta
como editor que la lectura me atrape, la construcción de los personajes y su
calidad literaria. Igualmente, no podemos publicar todos los manuscritos que
nos gustaría, es la parte no tan agradable de renunciar, al menos
temporalmente, a publicar algunos títulos.
IDR. Y como lector: ¿qué te engancha
y qué hace una obra "olvidable"?
AC. Aquellos libros que consiguen
que durante un espacio de tiempo determinado no exista otra cosa más en el
mundo que los personajes y la historia que estés leyendo. Eso trasciende un
género o un autor, son más bien las sensaciones que me producen.
RJ. La “impostura”, a muchas obras
se les nota a la legua su voluntad de sumarse al carro, a la tendencia del
momento (ejemplo actual, la cantidad de autobiografías que pululan por las
librerías cuyo interés es muy cuestionable). Luego, ya entrando en el terreno de
los gustos más personales, el 90% de la prosa poética, o los libros “inflados”,
a menudo a base de descripciones -a mi juicio innecesarias-, o digresiones
espesas hacia ninguna parte. Al contrario, me engancha una voz creíble, un
pulso narrativo vigoroso, o la habilidad del autor para llevarte por sus
páginas cediéndote espacio y a veces el protagonismo, dejando que el lector sea
quien rellene los huecos...
IDR. Corte Perfecto y En Taormina
en invierno, dos obras de género, dos novelas negras, pero con tonos y
autores totalmente distintos. ¿Qué hizo que os fijarais en ellas? ¿Por qué las
recomendáis al lector?
AC. Precisamente queríamos dos
novelas con enfoques distintos para empezar la colección de negra.
De Corte perfecto nos gustó especialmente la trama, la construcción de
los personajes y la realidad social, exótica de Australia Occidental para
nuestros lectores. También destaco el sentido del humor tan brit de Alan
Carter. Es una novela negra clásica en el mejor sentido de la palabra que va a
tener continuidad con nuevos casos del singular Cato Kwong.
En cambio de En Taormina en invierno nos gustó su estructura narrativa, su
planteamiento de soft noir, donde el crimen pasa a un segundo plano para
poner de relieve un contexto y un momento concreto, la hermosa villa siciliana
de Taormina en invierno, lejos de los focos y la multitud del turismo
veraniego,
IDR. ¿Os definiríais como una
editorial de autores o de títulos?
AC. Somos más una editorial de
títulos pero que vamos a tener algunos autores muy referenciados
RJ. La idea es que nos conozcan como
una editorial de pensamiento crítico, pero en el área de género negro, que nos
puedan asociar a determinados autores, con el tiempo.
IDR. ¿Cuál sería vuestra filosofía? ¿Qué
es lo que queréis provocar?
AC. Nos gustaría que los lectores
puedan reconocer nuestros títulos y les generen confianza nuestros libros. Que
les gusten tanto el qué publicamos como el cómo, que intentamos pensar y cuidar
título a título.
RJ. Exacto. Y con el tiempo que haya
una especie de “comunidad Yulca”, asociada al pensamiento, a determinados
autores de género...
IDR. Entre vuestras publicaciones, ¿cuál
sería tu preferida? ¿Por qué motivo?
AC. Del ensayo quizás me quedo con
uno de los recientes, Al Sur de las decisiones, de Fander Falconí, un
poco desconocido todavía en España pero uno de los economistas y intelectuales
más brillantes de la izquierda en Ecuador, que combina rigor académico con
experiencia de gobierno (fue ministro de Exteriores). Y de la parte de
literatura me quedo quizás con Corte perfecto, una novela negra redonda
que me ha hecho disfrutar mucho y que ya tenemos ganas de publicar el segundo
caso, que no defraudará a los lectores de Alan Carter.
RJ. Los Topos de Guillermo
Thorndike. Es política-ficción de alto nivel, basada en los hechos reales de la
fuga del penal de Canto Grande, Perú, por los combatientes del Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Está escrita con un ritmo e intensidad
trepidantes, siendo un relato de lo más atractivo, por la propia fuerza de la historia,
y porque sirve para contar, de la forma más adictiva posible, un pedazo de la
historia reciente del país andino.
IDR. Si tuvieras que aconsejar a un
autor que busca casa para su manuscrito, ¿qué le dirías?
RJ. Primero que tenga muy claro que
el rechazo no significa menoscabo alguno de su obra, las editoriales pequeñas
trabajan con presupuestos y recursos muy limitados por lo que, en la medida de
lo posible, los riesgos deben limitarse. Segundo, que miren con cierto detalle
el catálogo y la idiosincrasia de la editorial a la que quieren dirigirse. Y
tercero, que además de la obra, añadan el máximo de información previa: sobre
ellos, la manera de gestar el manuscrito, su tema/s… facilitar el trabajo al
editor, en definitiva.
AC. Me reafirmo en lo que dice Raül,
que crean en su obra, por mi experiencia, la calidad no es el principal del
motivo de rechazar el manuscrito. En Yulca publicamos unos 8 títulos por año, y
debemos publicar y hacer crecer nuestras colecciones con lo cual, por ejemplo,
tenemos limitaciones en los títulos que publicamos de cada temática.
IDR. ¿Nos recomiendas alguna de
vuestras novedades?
AC. Claro, estoy muy contento de nuestra
próxima novedad, que ya hemos anunciado en redes, se trata de una selección de
20 artículos y una conferencia de Jean Jaurés, prácticamente desconocido por el
lector en castellano, pero una de las figuras más importantes del socialismo/comunismo
en Europa, de la talla de Antonio Gramsci en Italia o Rosa Luxemburgo en
Alemania.
RJ. Negra Corte Perfecto, que
la verdad es que está cosechando críticas muy positivas y aúna intriga, sentido
del humor y una más que estimulante perspectiva social y económica de la
Australia occidental actual. En la parte de ensayo político, este comienzo de
2016 nos coinciden, entre novedades y reediciones, tres de los pensadores
socialistas/comunistas más fundamentales de la historia de Europa: Jaurés,
Gramsci y Marx. Así que hay donde elegir.
IDR. Uno de las mayores dificultades
en el mundo editorial es hacer llegar la obra al lector, hacerla visible. ¿Cómo
encaráis el tema de la promoción?
RJ. Cada vez damos más importancia a
las redes sociales, intentando ser más activos y así fomentar el conocimiento
sobre la editorial. También queremos, dentro de nuestras posibilidades, claro,
poder ofrecer más actividades (presentaciones, participación en ferias,
festivales). Y estamos explorando la posibilidad de “fidelizar” al lector
mediante su suscripción al “Club Yulca”. Pensamos que al ser una editorial
dedicada al ensayo político y al género negro, podemos encontrar un tipo de
lector que se “vincule”, se identifique con nosotros. Ese es el reto.
IDR. ¿Qué papel dirías que juegan los
canales tradicionales y las redes sociales en la visibilidad y venta de las
obras? ¿Y las librerías?
AC. Creemos firmemente en el papel
de las librerías, y para el 2016 tenemos el reto de alimentar nuestra
complicidad con ellas, especialmente con las independientes. Respecto a los
canales tradicionales, no renunciamos a ellos pero somos conscientes de que los
grandes grupos parten con ventaja, aunque estamos esperanzados de las críticas
que nuestros libros están teniendo en medios tradicionales y no tan
tradicionales. Las redes sociales nos ayudan también en esa proximidad y esa
complicidad que de otro modo sería más difícil para una editorial como la
nuestra, tanto con lectores, librerías y medios.
RJ. Para una editorial pequeña,
independiente, todo suma. Las redes sociales debido a que nos permiten hacer
promoción sin demasiados costes (de otra forma no podríamos tener dicha
promoción). Los libreros porque deben convertirse en nuestros aliados
principales. El boca-oreja que puede lograr el librero, que de hecho surge
normalmente a partir de él, es clave para una editorial independiente.
IDR. En vuestro caso, tratándose de
una editorial especializada en ensayo político y social, ¿cuál crees que es el
papel de la literatura en nuestra sociedad y qué crees que está pasando
actualmente con la cultura? ¿Hasta dónde llegaremos?
AC. Aunque Yulca somos una editorial
de Barcelona tengo la suerte de poder contrastar distintas realidades, no solo
la de Catalunya y España, también de muchos países latinoamericanos, con
realidades sociales y políticas muy distintas entre ellas. No entiendo la
cultura solamente como actividad cultural, incluyendo el mundo del libro, la
cultura no es una expresión separada de la realidad social, política y
económica de un país, al final, entender esas realidades diferentes que te
cuento son una de las motivaciones importantes y que dan sentido a una
editorial como Yulca.
RJ. Bueno, creo que la labor que
podamos hacer, modestamente, al menos es el primer paso necesario para fomentar
la cultura, el conocimiento, la solidaridad, el compromiso y, también la
memoria. Al publicar los libros del área de ensayo político ponemos a
disposición del ciudadano obras que reflejan otras formas de pensar, otras
experiencias históricas. Pero también la literatura puede ofrecer ese aspecto,
además de entretener al lector, podemos ser un estímulo. Por ejemplo, en el
caso de Corte Perfecto, además de una novela negra perfectamente
construida y con gran ritmo, muestra una realidad sociopolítica y económica de
una zona de Australia seguramente desconocida aquí. Creo que ese es un rol al
que no debemos renunciar.
IDR. ¿Crees en eso que dicen de que
el mundo editorial está en peligro de extinción?
RJ. No, para nada. En todo caso está
necesitado de redefinirse y tener un tamaño más lógico, más acorde a lo que se
lee en este país.
AC. Si fuera así, merecería una
reflexión profunda como sociedad, particularmente me preocupa más la tendencia
a la concentración editorial.
IDR. Como lector, ¿cuál es tu género
preferido?
AC. Aunque soy principalmente lector
de ensayo, si tengo que elegir género me quedo con la novela negra.
RJ. Soy defensor a ultranza de los
relatos. La novela de tipo realista. Soy muy pro-norteamericano en lo que se
refiere a literatura.
IDR. ¿Quién te introdujo en la
lectura?
AC. La escuela y mis padres a partes
iguales.
RJ. Mi padre, sin duda.
IDR. ¿Cuál es el primer título que
recuerdas que te marcara especialmente?
AC. De pequeño leía muchos cómics,
recuerdo especialmente Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas y El
guardián entre el centeno de J.D. Salinger de adolescente.
RJ. Dos fueron claves en mi
adolescencia: En el camino de Jack Kerouac y El Gran Gatsby de F.
Scott Fitzgerald. Ahí empezó todo.
IDR. ¿Qué estás leyendo actualmente?
AC. Por trabajo estoy leyendo un
thriller político de un escritor chileno y un ensayo sobre los tupamaros de
Uruguay. De lectura personal voy a empezar Tiempos de hielos de Fred
Vargas.
RJ. Ahora mismo estoy leyendo Reportero
de David Remnick, una fantástica antología de artículos del director del New
Yorker, Y acabo de comenzar Los impunes de Richard Price y El amante
de las cicatrices de Harry Crews.
IDR. ¿Nos recomiendas un título?
AC. Si me tengo que quedar con uno Por
el bien del imperio de Josep Fontana (2011, Pasado y Presente).
RJ. ¿Uno sólo? Cito tres de mis favoritos del año pasado:
Nada que esperar de Tom Kromer, Éxodo de DJ Stalingrad y Los
Taqwacores de Michael Muhammad Knight.
Isabel del Río
Enero 2016