martes, 29 de noviembre de 2016

Los personajes de "Las Bocas de la Montaña"

Acabo de recibir las galeradas de Las Bocas de la Montaña. El Señor del Viento y me vienen a la cabeza los paseos y sucesos que despertaron la historia en mí. Anteriormente comenté que todo empezó cuando viajé con mi pareja a un hostal alejado de la civilización y, sí, allí sucedió algo que hizo estallar las palabras y no pude dejarlo hasta el punto y final, pero los personajes nacieron mucho antes y fueron creciendo con los años, gestándose en mi mente, hasta convertirse en los seres que encontramos en las páginas de la novela. Troncos que parecen jabalíes, grandes rocas en forma de águila, árboles con rostros y la magia que rodea los bosques, incitándonos a entrar, a seguir adelante sin temor y descubrir la verdad. La realidad y la ficción mezclándose para crear la aventura de Nico.

Alimentación consciente: Boniato

El boniato o batata es un tubérculo de temporada que podemos comer de muchas maneras, como al horno o en chips.
Es una fuente de azúcares naturales y rico en fibra, por lo que es ideal para combatir la hipoglucemia, así como alimento para deportistas, niños y embarazadas.
Su alto contenido en vitamina A, carotenos y ácido fólico cuida nuestra piel, corazón y vista, además de aumentar nuestras defensas.
En caso de piedra en el riñón y osteoporosis es mejor evitarlo.


Más consejos y recetas en mi Instagram @miransaya #plantasmedicinales #fitoterapia #misrecetas #alimentacionconsciente 
Y en mi blog de Terapias, Salud y Espiritualidad: ANIMA

lunes, 28 de noviembre de 2016

18 Años Junto a ti

Hoy es un día muy especial, pues hace 18 años empecé a caminar junto a otra persona. Al principio éramos amigos, después nos acercamos más en una época de nuestras vidas en que las hormonas estaban totalmente locas, y hemos descubierto tantas cosas de la mano del otro… Decidimos compartir piso y nos vimos sin máscaras ni vendas de enamorados. Tal cual, al descubierto, nos volvimos a enamorar. Hemos pasado por altibajos, por peleas, lágrimas y risas, por cuatro mudanzas, y ahora paseamos junto a una tercera personita que tiene trazos de cada uno, siendo al mismo tiempo totalmente único; posee mis sueños locos y mi mala leche, también su cariño incondicional y ganas de jugar. Te quiero, te amo. Más allá de las arrugas, la comodidad o la pasión desenfrenada. Me pone tu intelecto y tus frikeos, y me encanta estar contigo, en silencio, viendo a dónde nos lleva el río de la vida. Juntos.


Entrevista a María Melero por “La Cura”

BREVE BÍO
Tras estudiar diseño e ilustración, ha trabajado para empresas como Dear Deer, No Time Comunicación, y colaborado con revistas como SPY, Finerats Magzine, Exclusive, Oh! Dear Zine y Zunder.
Entre las exposiciones en las que ha participado se encuentran: la “Hunger for today, breart for tomorrow”, para La Mano Zurda en Madrid; “No hay Crisis Creativa”, para la Universidad de la Cultura de Sevilla; y “13”, exposición de láminas serigrafiadas en el Palacio Provincial de Cádiz, bajo la organización de Estudio Gráfico Malla.
Actualmente, podemos encontrar sus obras en las galerías No_Lugar y Red House en Sevilla, y en Artevistas Gallery de Barcelona.
La Cura es su primer libro en solitario.

Link a la reseña de La Cura:

ENTREVISTA
La Cura es un recetario que nos muestra cómo sanar uno de los mayores males a los que está expuesto el ser humano: el miedo al miedo. En él, María Melero, autora e ilustradora de la obra, muestra su propio camino terapéutico, una especie de viaje chamánico en que enfrenta a sus demonios para poder asimilarlos y, con el auto-reconocimiento, descubrirse a sí misma y dar un nuevo paso en su evolución personal.
IDR. ¿Cómo fue la gestación y el parto de esta obra?
MM. En principio, ni siquiera iba a ser un libro. Ilustré toda la historia para sanar un problema interno, personal, y así acabé encontrando la cura. Luego me pareció que quedaría bien como libro y Víctor, de Jekyll & Jill, me dio esa oportunidad.
IDR. ¿Crees en lo que aseguraba Jung de que ‹‹la sombra es el origen de la creatividad››? (en el Prólogo de Jessica Aliaga)
MM. En mi caso, la mayoría de las veces sí, yo no lo llamaría sombra, pero sí.
IDR. ¿Qué se siente al mostrarte desnuda ante los lectores?
MM. Creo que la gente agradece que la obra de un artista sea sincera, yo no he pensado en el público a la hora de llevar a acabo La Cura, ni suelo pensar en eso cuando trabajo en algún proyecto personal, al final, la gente lo capta y les gusta. Además recibo correo de gente dándome las gracias por tanta sinceridad, gente que se ha sentido identificada y se han sentido más arropados sabiendo que no son bichos raros, y eso es el mayor regalo que el libro me está dando.
IDR. Has trabajado como ilustradora para diarios, revistas y otros autores, pero, si no me equivoco, esta es tu primera obra en solitario. ¿Cómo te sientes ante tal reto?
MM. Me sorprendo a mi misma al darme cuenta de que no me asusta, lo estoy disfrutando muchísimo, pero no me planteo mucho más. La Cura es mi trabajo más personal e importante hasta ahora, pero una vez hecho, paso a centrarme en otra cosa, le doy mucha importancia y me hace feliz, por supuesto, pero tengo más proyectos en la cabeza con los que tengo y quiero seguir a delante.
IDR. La Cura no es un libro fácil, ni pretende serlo. ¿Cuál ha sido la reacción del público? ¿Y de los medios?
MM. Probablemente habrá gente que no termine de entenderlo o digerirlo, pero ha sido sorprendente la facilidad con la que el público ha captado el mensaje, pensé que pocos lo entenderían, pero muchas más personas de las que imaginaba se sienten identificadas.  Por ahora, las críticas son buenas.
IDR. ¿Cómo fue tu muerte metafórica?
MM. Fue un proceso duro y lento, no sabía a donde me llevaría, de ahí la necesidad de recrear toda la historia a través de la ilustración. Cuando llegué a una conclusión, me di cuenta de que tenía un final, que comenzaría siendo el principio de un nuevo yo en muchos aspectos. La Cura me ha dado la capacidad de conocerme y entenderme a mi misma como nunca antes lo había hecho y eso es un regalo, ¿no crees?
IDR. Háblanos sobre tu proceso creativo. ¿De dónde nace la inspiración? ¿Cuándo y cómo te pones ante el papel (o la pantalla)?
MM. Ahora tengo que hacerlo a diario, tenga o no ganas, ¡y que suerte la mía! Pero normalmente, si tengo ganas de expresar algo que ya no quiero ni necesito tener más dentro, está lloviendo y suena la música que más me apetece escuchar en ese momento, ya está, ya está todo perfecto para comenzar a pintar.
IDR. La Cura es un libro que recomiendo a mis pacientes por su capacidad de despertar del letargo al subconsciente y hacernos reaccionar ante ciertos aspectos de nuestra vida que necesitan un buen meneo. ¿Pretendías crear una obra de “mesilla de noche”? ¿Un libro al que recurrir en distintas etapas vitales?
MM. No lo pretendía, ¡ni siquiera pretendía publicar un libro! Pero ojalá La Cura acabe siendo eso, un libro al que recurrir cuando alguien lo necesite. ¡Buah, sería genial!
IDR. “El Veneno” tapa toda situación difícil. ¿Crees que nuestra sociedad ha confundido el veneno con el antídoto y vive adormecida a la realidad, y a ellos mismos? ¿Qué tratan de insensibilizarse y expulsar toda responsabilidad?
MM. Sin duda. Me duele aquí, me tomo una pastilla; estoy triste, me tomo otra pastilla; tengo ansiedad, me tomo otra pastilla. La mayoría de la gente no se para a pensar en por qué le duele la cabeza, está triste o tiene ansiedad. La realidad es que queremos una solución rápida y fácil que tape todo aquello que no nos gusta, y yo no creo que esa sea solución alguna. Entiendo que no es fácil pararse a analizar nuestra propia persona y situación, que a veces es duro y angustioso, pero el camino es así, complicado y hermoso a la vez, y al final hay un regalo sí o sí.
IDR. Una pregunta más autobiográfica: ¿cuándo empezaste a dibujar? ¿Cuál fue el momento de inflexión en que decidiste que querías dedicarte al arte?
MM. Dibujo y pinto desde pequeña, nunca he parado, pero me planteé dedicarme a esto en serio a los 19 años. Yo solo quería pintar, al principio nadie pensaba que podría ganarme la vida con la pintura y la ilustración, así que eso me dio más fuerza, en plan: “lo consigo por misma”. Ahora miro hacia atrás y me digo: “Bien María, bien”.
IDR. ¿Crees que actualmente el arte precisa de discurso? ¿Que el público no puede llegar a él sin comprender el contexto? ¿O crees que “una imagen vale más que mil palabras”?
MM. Yo soy de las que piensa que la obra de un artista está completa cuando hay un discurso detrás, si lo que pintas es pura estética, se queda vacío. Mi trabajo es mi forma de expresión, es muy necesario para mí. No importa que no todo el mundo lo entienda, pero yo siempre intento contar cosas.
IDR. ¿Cuál crees que es el papel del artista en nuestra sociedad? ¿Y la del editor?
MM. Creo que cada vez se valora más al artista y a los editores les interesamos por lo mismo. De todas formas, yo tuve la suerte de toparme con Jekyll & Jill, Víctor, su editor, es un tío que ama lo que hace y sabe lo que quiere, pero sobre todo, respeta al autor tanto como a la obra, y encima se lo curra tanto…, es tan cuidadoso y creativo con cada edición, ¡que el resultado es aun mejor que el que tenía en la cabeza! ¡¡Me lo como!!
IDR. ¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando con Jekyll & Jill?
MM. Maravillosa. Víctor entendió a la primera el mensaje de La Cura. Le gustó tanta sinceridad y se la jugó, y encima me ha tratado en todo momento fenomenal, ha hecho que sienta que mi libro es aun más importante de lo que yo pensaba. Jekyll & Jill es conocida por lo cuidadoso de sus ediciones y así lo he podido comprobar.
IDR. ¿Qué consejo le darías a un artista que busca casa para su trabajo?
MM. Que llamen a la puerta de Jekyll & Jill, jajaja. Es importante que tengan primero un proyecto de peso, que se lo tomen en serio y que exijan sus derechos como autor/a y artista.
IDR. ¿Algún nuevo proyecto del que nos puedas hablar?
MM. Ahora mismo estoy trabajando para una editorial de Nueva York, ilustrando la novela de una escritora que pronto verá la luz.
También ando preparando mi próxima exposición, que será en febrero de 2017 en Madrid, junto con la ilustradora alemana Angela Dalinger.
IDR. ¿Qué estás leyendo actualmente?
MM. Estoy leyendo por segunda vez: El héroe de las mil caras de Joseph Campbell.
IDR. ¿Nos recomiendas alguna lectura?
MM. El gran mensaje de David Hockney (conversaciones con Martin Gayford) y Hombres que comen cebolla y cantan nanas al amanecer de Sara Herreras Peralta.

Isabel del Río

Octubre 2016

lunes, 21 de noviembre de 2016

Reseña de “La Cura” de María Melero

TÍTULO: La Cura
AUTORA/ARTISTA: María Melero
PRÓLOGO: Jessica Aliaga Lavrijsen
EDITORIAL: Jekyll & Jill

SINOPSIS
La cura, obra novel de la ilustradora María Melero, es  la aventura iniciática de una heroína que debe enfrentarse a sus miedos para renacer. Las seductoras imágenes del libro, que acceden directas al inconsciente, representan el dolor y la lucha presentes en todo rito de paso, en toda transformación ritual, y ofrecen la «cura» para librarse de los demonios internos.

OPINIÓN
Existen libros que cuentan historias ficticias, otros que nos relatan vivencias reales, están aquellos que nos introducen a nuevos conocimientos, pero también hay algunos que nos remueven y obligan a que nuestro inconsciente aflore con cientos de dudas.
“El miedo no es una emoción infantil que se supere con el paso de los años y la progresiva adquisición de sentido común; es un afecto dialógico en el que el individuo se relaciona con algo ajeno a sí mismo, amenazante, con lo Otro, ya se trate del mundo exterior o la propia otredad escondida en nosotros mismos”.*
El viaje del héroe, el rito iniciático, los arquetipos míticos de la humanidad, símbolos e ideas que relacionamos con el arte, con lo arcano e incluso pagano, pero nunca más lejos de la realidad.
“El viaje iniciático, de crecimiento y transformación del héroe se experimenta como crisis en muchas ocasiones, y en otras incluso como trauma. No puede haber un renacimiento sin una muerte metafórica”.*
El miedo al miedo nos alcanza a todos y, en una sociedad que prefiere no sentir y no ver antes que enfrentar su propia sombra, es difícil no atragantarse con el veneno mientras buscamos la cura.
“El viaje de transformación en su desarrollo espiritual se convierte en una ‹‹emergencia espiritual››, en una crisis en la que los cambios internos son tan rápidos y los estados interiores tan exigentes que, por un tiempo, se produce una ruptura con la realidad más cotidiana. Los miedos se intensifican durante una experiencia espiritual, y así debe ser para que esta se produzca”.*
Como escritora y amante de las narraciones en todas sus formas, recomiendo La Cura como un cuento  para adultos con una moraleja que algunos no querrán escuchar. Como terapeuta, no sólo recomiendo su lectura, sino también trabajarlo de forma activa (e inconsciente).
“La sombra se compone de los aspectos humanos más oscuros que provocan rechazo y miedo, pero a pesar de ello, o precisamente por ello, la sombra es el origen de la creatividad. Las experiencias que tienen que ver con esta dimensión arquetípica de la psique necesitan ser expresadas para poder ser superadas”.*
Este es un libro con muchas lecturas, tantas como personas hay y caras tiene cada una de ellas. Leerlo una vez no basta. Hay que detenerse, masticar, tragar y digerir. Y no vale decir que nos sentó mal. Como en los viajes chamánicos, a veces la medicina puede hacernos vomitar, pero no es por la planta, sino por la podredumbre que ya habitaba en nosotros.
“Emoción dolorosa, ruido constante, oscuridad constante. Tiemblas, te corroe, te paraliza, te anula. Miedo a todo, miedo al miedo, y desaparecí”.
Puede que a primera vista las imágenes te desagraden. Puede que pienses que no te dicen nada. Pero te recomiendo que las dejes reposar, dormir en tu almohada y, si te asaltan las pesadillas, recuerda que es tu sombra susurrándote la cura al oído.
Especial mención al prólogo de Jessica Aliaga, no tiene desperdicio, y a Jekyll&Jill, siempre tan cuidadosos con sus ediciones.
Recomendado para lectores adultos; a aquellos que quieran morir para renacer y temer para reconocerse.

* fragmentos del prólogo de Jessica Aliaga.

Isabel del Río

Octubre 2016

viernes, 18 de noviembre de 2016

Leemos y Escribimos: Una celebración terrorífica

Ayer fue mi santo. Algunos diréis: “Ah, ¿pero lo celebras?”. Cuando era peque nunca quedaba nadie para mi cumple (es el 30 de junio), así que empecé a celebrar una mini-fiesta de compensación el 17 de noviembre. Al final me quedé con dos fiestas al año y, la verdad, ¡me encanta! XD
No podía ser de otra manera. ¿Cómo celebré mi santo? Aterrorizando a mis alumnas del taller juvenil de escritura en l’Aranya Llibreria.
Hablamos del origen de la literatura de terror; de los hermanos Grimm; del gótico y de Frankenstein; de cómo los fantasmas pueden tener más relevancia que los vivos; y de la diferencia entre el monstruo de terror y el de otros géneros.
Finalmente nos pusimos a escribir el inicio y el final de nuestras historias.
Una sesión completita ;))
Gracias a Aniol Rafel (Periscopi) por los regalitos que me dejó en l’Aranya Llibreria. A las chicas de l’Aranya por celebrarlo conmigo. Y a mis alumnas del taller por las chuches y el buen rato ;P
Y cuando llegué a casa, ¿qué me encontré? Pizza, vino y Harry Potter. Ver que me conocen tanto como para saber que llevas ahorrando céntimos desde antes de que saliera el libro para poder comprártelo… Aix :D I Love You Two My Boys!!

Y Mil Millones de gracias a la súper tita-canguro de Max ;))) No sé qué habría hecho sin ti, Esme

lunes, 14 de noviembre de 2016

Reseña de “Los perales tienen la flor blanca” de Gerbrand Bakker

TÍTULO: Los perales tienen la flor blanca
AUTOR: Gerbrand Bakker
TRADUCTOR: Maria Rosich
EDITORIAL: Rayo Verde

SINOPSIS
Los gemelos Klaas y Kees y su hermano menor Gerson juegan a menudo a «Negro», cuya principal regla es no abrir los ojos.
Un día Gerson, en un accidente de coche,  pierde la visión y se verá obligado a jugar a «Negro» el resto de su vida.
¿Será Gerson capaz de adaptarse a su nueva vida con la ayuda de su perro? La vida también ha cambiado considerablemente para su padre y sus hermanos. Pero lo que nunca va a cambiar es la calidez de la familia. Esta conmovedora historia es contada a través de tres perspectivas diferentes, la de los gemelos, Gerson y el perro.

OPINIÓN 
Esta vez os quiero hablar de una historia con una sensibilidad única, donde el amor, la amistad —tanto entre humanos como entre personas y animales—, las emociones y la psicología se ven alteradas por la tragedia. 
No podía quitarme los perales de la cabeza. Tienen la flor blanca, estoy seguro. Quiero decírselo, quiero que me den la razón. ¿Por qué? ¿Por qué tengo esa idea en la cabeza? ¿De dónde salen esos perales? (…) De vez en cuando intento abrir los ojos de par en par, pero no cambia nada. Los perales tienen la flor blanca. No me lo puedo quitar de la cabeza”.
¿Cómo puede superarse el abandono? ¿Puedes seguir tu vida cuando ya no eres el mismo? ¿Hasta qué punto puedes tratar igual a alguien, cuando esa persona ya no está exactamente ahí? ¿Cuál es el límite para cada uno? 
“Gerard es de dormir, especialmente en momentos difíciles. Otras personas hablan, lloran, o a lo mejor gritan o sueltan tacos; Gerard se acuesta. Cuando duermes, desapareces, no te das cuenta de nada”.
Hace meses que quería leer esta novela, pero por un tema u otro me veía obligada a posponerla. Las primeras imágenes, de tres hermanos jugando con los ojos cerrados por el campo y el cementerio mientras su padre lava el coche, me trajeron recuerdos de mi infancia y del juego del escondite en noche cerrada. 
“El día de lavar el coche, que solía ser sábado, era un día entrañable. Estábamos fuera los cuatro, Daan corría en círculos arriba y abajo, pero sin cruzar nunca las zanjas que rodeaban la casa. Jugábamos a Negro, que esos días era especialmente difícil porque Gerard y el coche nos obstaculizaban el paso, y por la tarde comíamos creps que preparábamos por turnos”.
Más adelante entendí la tristeza que caía sobre algunos personajes; esa melancolía que marca el carácter, y me hice eco de su abandono.
Todos subieron al coche y yo también me pregunté si la flor del peral era blanca o rosa. Mi abuelo tenía perales, manzanos, ciruelos y avellanos, y no lograba recordar el color. Y cuando pensaba en eso, el otro coche nos golpeó. 
“Nos hizo reír a todos, incluso a Gerson. Cuatro hombres riendo en una cafetera vieja. Íbamos a algún sitio. Lucía el sol, era domingo por la mañana, todo iba bien. Un poco más adelante había un cruce. Todavía nos estábamos riendo cuando un coche nos embistió. Venía de la derecha y se empotró contra nosotros por elado de Gerson. No nos acordamos de todo, no sabemos exactamente todo lo que dijo Gerson esa mañana. Pero lo último que dijo, en todo caso, fue ‹‹Au››”.
Realmente lo sentí así, porque si algo tiene esta novela es que te transporta y te hace uno más de esa familia donde todo son hombres —incluso el perro— con el corazón roto. Y te gustaría estar ahí y decirles que todo irá bien, pero cuando ves lo que ha sucedido, comprendes que hay historias complicadas en las que el final no es de cuento, sino real. Y eso duele.
“Antes teníamos dos coches, ése viejo y pequeño, y otro grande y reluciente. Madre se fue un día en el grande y reluciente y nunca volvimos a ver a ninguno de los dos”.
Esta es una historia triste, no os voy a engañar, pero es uno de esos relatos en que la tristeza da un pequeño soplo que nos revuelve el pelo y nos aclara las ideas. Nos hace ver las cosas tal y como son, apreciar lo que tenemos y darnos cuenta de que podríamos ir a ciegas por el mundo, y a veces esa no es una opción.
“Más adelante hemos intentado recordar de qué hablábamos aquel domingo por la mañana en el coche. No importa que se nos olviden cosas; si nos acordásemos de todo, nos volveríamos locos. Pero hay días, sobre todo días en que suceden cosas que no suelen suceder, que nunca se te olvidan. Todo lo que pasó esos días adquiere un significado especial. ¿Qué ocurrió exactamente? ¿Quién habló y qué dijo? ¿Habríamos podido hacer algo para impedirlo? ¿Llovía? ¿O brillaba el sol? Todo, absolutamente todo, se vuelve importante”.
El ritmo es suave, como una tarde de otoño, sin demasiados sobresaltos, pero con una tensión y un misterio constante. El lenguaje y las frases son cercanos, a pesar de que algunos conceptos e ideas nos puedan resultar un tanto extraños por la procedencia del autor. Los personajes son más que creíbles y muy profundos. Y el narrador nos permite ser uno más en la historia, incluso podríamos ser esa voz en off que nos adelanta la cuenta atrás desde que iniciamos la lectura.
 “Espiar, apartar la mirada, presenciar, ya nos veremos. No perdíamos a nadie de vista, no hacíamos la vista gorda ante nada, y un abrir y cerrar de ojos pasó a ser en menos que canta un gallo (…). Vivimos en un mundo que está pensado para ser visto, y no nos dimos cuenta hasta que Gerson se quedó ciego”.
Hay que destacar la narración del perro. Los sentimientos y pensamientos en esta novela son cruciales, y en ella encontramos la visión del compañero canino de la familia, líneas que me conmovieron por ese sentimiento de impotencia que podemos constatar cuando le decimos “quieto ahí” a un perro cuando necesita hacer algo. Sin duda, su autor supo ponerse en la piel del animal como si fuera un chamán.
Una novela recomendada para todo tipo de lectores.
“Gerson tenía muchos celos de nosotros. A menudo se sentía solo, justamente cuando estábamos los tres juntos”.
Creo que sería una lectura especialmente acertada para institutos, tanto por los temas tratados, como por la edad de los personajes principales —aunque algunos rompan con tabús. Pero también es una historia para adultos, pues todos nos podemos sentir reflejados en los sucesos, en las voces y miradas, incluso las que no ven.
“Cada día era distinto. Cada vez que jugábamos a Negro, era como empezar de cero. Como si el tiempo que pasábamos con los ojos abiertos nos contaminara el juego”.

Entrevista a Laura Huerga, editora de Rayo Verde:

Isabel del Río

Octubre 2016

viernes, 11 de noviembre de 2016

Vegetando un rato: los mitos sobre las proteínas

Sois muchos los que me preguntáis, entre otras cosas, de dónde sacamos las proteínas los vegetarianos. Y normalmente, siguiendo enseñanzas socráticas, yo os reboto el interrogante con un: ¿De dónde las sacaban nuestros antepasados? Y no me remonto a la época de las cavernas, sino a nuestros abuelos y bisabuelos. Si nos fijamos, no comían diariamente carne o pescado, a veces se pasaban semanas sin probarlo o, como me cuenta mi abuelo, le enseñaban el hueso al caldo para ver si cogía sabor. Pero justamente son esas generaciones las que han llegado a centenarias, mientras que las actuales enferman muy jóvenes de dolencias cardíacas, cáncer, diabetes...
Un proverbio africano dice que será la gula del hombre blanco, que come cada día carne, la que terminará con el mundo.
Yo no soy vegana,  es decir, también consumo productos de origen animal como la miel, los huevos y el kéfir, pero puedo pasar días y semanas alimentándome sólo con productos de origen vegetal. Cocino con lo que tengo en casa, y lo que nunca faltan son verduras y frutas de temporada, legumbres y cereales integrales, semillas y frutos secos, especias, hierbas, sal marina, vinagre de manzana, Miso y aceite de oliva. Y con eso puedo hacer mil platos distintos, con sabores increíbles y repletos de lo que necesitamos para vivir sanos y con alegría: vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, grasas saludables... 
¿Sabéis cuantas proteínas contiene un puñado de nueces? Este fruto seco se ha puesto de moda por el súper publicitado Omega 3, pero es una fuente de proteína superior a la carne roja que, al contrario que ésta última, protege nuestro corazón.
Aquí es cuando viene el: “pero me han dicho que los frutos secos engordan”. Todo lo que entra por nuestra boca engorda. Incluso beber agua puede hincharte como una pelota o comer lechuga puede hacer que te crezca panza. La clave está en la variedad y en conocernos a nosotros mismos. 
Los vegetarianos no sólo comemos lentejas y nueces para conseguir proteínas, sino que tenemos a nuestro alcance un amplio abanico de posibilidades y combinaciones que aseguran la ingesta necesaria de los elementos que necesitamos a diario. Pero como todo, si no has nacido en una familia vegetariana, necesita un estudio; para aprender que para asimilar correctamente el hierro has de combinarlo con vitamina C, por ejemplo. Y averiguar cuáles son los alimentos que no te sientan bien.
El primer síntoma de que algo no va bien es la hinchazón, la mucosidad y las digestiones pesadas. Si cada vez que comes algo, da igual que sea vegetal o animal, tienes alguno de estos síntomas de alerta, deberías eliminarlo de tu dieta, al menos hasta que sepas si realmente te causa intolerancia o alergia.
Volviendo al tema de la proteínas. Llevo siendo vegetariana más de 11 años. He estado embarazada y todavía doy el pecho a mi hijo. En estos años nunca he tenido anemia —cuando comía carne sí la sufría—, ni tengo falta de vitamina B12, ni de ningún otro mineral o vitamina, y mis niveles de colesterol y azúcares en sangre son los correctos. Además me mantengo en mi peso sin esfuerzo y voy al baño a diario —cosa que antes de cambiar mis hábitos nutricionales no sucedía. 
Mi hijo fue vegano durante su primer año y medio de vida y, desde antes de los 6 meses, ya comía trozos de verdura y fruta fresca o al vapor. La única fuente animal de su alimentación era la leche materna. A partir del año y medio empezó a comer carne, pescado y huevos porque a él le apetecía probarlo, y ahora come lo mismo que nosotros, es decir, hay días que es vegano, otros ovo-lácteo vegetariano y otros, en casa de sus abuelos por ejemplo, come lo que hay. Pero si le preguntas qué le apetece, siempre dice que pepino, apio, brócoli, arroz...
Yo no como carne, mi pareja sí y mi hijo también, pero de forma responsable y consciente, es decir, a sabiendas de dónde procede lo que comen y lo que significa. A mi hijo le enseño de donde viene la pechuga de pollo, las salchichas del país o los huevos. 
Y por supuesto, cuando vienen invitados a casa, lo primero que pregunto son las intolerancias y las alergias. Si viene un celiaco hago comida para celíacos, si a alguien no le sienta bien el tomate o el pepino, esas hortalizas no estarán en la mesa, y si a alguien le apetece mucho el pescado, preparo mi receta de merluza al horno. 
En resumen, las proteínas se pueden conseguir de muchas fuentes distintas y no tenemos porqué engordar o tener una carencia por ser vegetarianos. Lo que sí es necesario es que te documentes, que pases de la publicidad y de lo que quieren las grandes empresas que creamos y, si es necesario, consultes con un especialista en nutrición de visión amplia. Porque hay de todo, e igual que la primera pediatra de Max me decía que no le diera el pecho, porque al ser vegetariana no le alimentaba, y que le diera biberón —algo que le causó cólicos durante dos meses, hasta que se lo quité y cambié de pediatra—, os podéis encontrar con nutricionistas que crean que para adelgazar sólo podéis comer pollo y pescado blanco a la plancha, y burguitos desnatados sin sal.

Isabel del Río

Noviembre 2016

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Alimentación consciente: Ensalada

Hay miles de formas de hacer una ensalada y, si te gusta combinar, nunca te cansarás de mezclar colores y sabores en ellas. Pero uno de los trucos para que te quede una ensalada increíble es el aliño.
Aquí te dejo la receta de un aliño que te encantará y que además es probiótico y prebiótico, además de alcalinizante y anticáncer.
Aliño de Miso:
-Una cucharadita de miso blanco por ensalada
-Una cucharada de vinagre de manzana (eco) por ensalada
-Un par de cucharadas de aceite de oliva por ensalada
Lo mezclas todo hasta que quede homogéneo y a disfrutar.


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lunes, 7 de noviembre de 2016

Ressenya de “Max i els Superherois” d'Oriol Malet i Rocío Bonilla

Títol: Max i a els Superherois
Text i Il·lustració: Oriol Malet i Rocio Bonilla
Editorial: Anima Llibres

SINOPSIS
Al Max el fascinen tots els superherois, però en té un de preferit. En realitat, es tracta d’una superheroïna: Megapower! Ella és valenta, pot programar computadores i desactivar bombes, té ultravisió i una força descomunal… Però el millor de tot és que Megapower és diferent dels altres superherois, i el Max sap molt bé per què.

OPINIÓ
Ho reconec, va ser amor a primera vista. Vaig llegir el nom a la portada: MAX, en lletres ben grans; els meus ulls es van topar amb els superherois; i finalment vaig descobrir a l'Oriol Malet. Què podia fallar? A sobre, si ajuntem a la Rocio Bonilla en l'equació, tenim un èxit assegurat!
El vaig fullejar per sobre, no volia espatllar la història abans de llegir-la amb en Max, i vaig anar directa a demanar que m'ho emboliquessin per a regal.
En arribar a casa el vaig mal-amagar. Sabia que el descobriria i m'encanta veure aquesta cara d'emoció quan troba un paquet, especialment perquè sap que només els amago per a ell.
Té dos anys, però ja sap quines són les lletres del seu nom, així que, en veure la portada, s'ha posat a cridar: "Sóc jo", assenyalant al protagonista. "És Max! I el papa!! ", ha afegit assenyalant l'ombra del súper heroi.
Hem començat a llegir i ell ha gaudit amb els colors, les il·lustracions, i totes les referències que pot reconèixer: els superherois com Spiderman o Batman, la consola tirada per l’habitació, la parada de l'autobús, els còmics, els iaios... I finalment apareix ella, la Megapower entra en acció.
Max aplaudeix i s'emociona. "Què guapa, la nena", diu. "Robot, robot!", exclama a continuació. Però si jo m’he emocionat ha estat quan, després de l'arribada de Max a casa, el meu petit monstre ha dit (fent-me un SPOILER ben guapo): "Megapower és la mami. Mami del Max".
Ara juga a fer que salva gats com la superheroïna del llibre, mentre jo escric aquesta ressenya i l’observo commoguda. Perquè si hi ha alguna cosa que mai em vaig imaginar, és que diguèssin de mi que sóc la heroïna d’un llibre.
Gràcies a l’Oriol, la Rocío i a Anima Llibres per un conte que fomenta la imaginació i els llaços familiars.
Recomanat a totes aquelles mares que intenten sobreviure combinant-ho tot. I per a aquelles famílies amb nens que flipen amb els superherois.

PD: La primera disfressa de Max va ser de Batman i aquest any, per Halloween, d’Spiderman ;P

*

Título: Max i els superherois
Texto e Ilustración: Oriol Malet y Rocio Bonilla
Editorial: Anima Llibres

SINOPSIS
A Max le fascinan todos los superhéroes, pero tiene uno preferido. En realidad, se trata de una superheroína: ¡Megapower! Ella es valiente, puede programar computadoras y desactivar bombas, tiene ultravisión y una fuerza descomunal... Pero lo mejor de todo es que Megapower es diferente de los otros superhéroes, y Max sabe muy bien porqué.

OPINIÓN
Lo reconozco, fue amor a primera vista. Leí el nombre en la portada: MAX, en letras bien grandes; mis ojos se toparon con los superhéroes; y finalmente descubrí a Oriol Malet. ¿Qué podía fallar? Encima, si juntamos a Rocío Bonilla en la ecuación, ¡tenemos un éxito asegurado!
Lo hojeé por encima, no quería estropear la historia antes de leerla con Max, y fui directa a pedir que me lo envolvieran para regalo.
Al llegar a casa lo mal-escondí. Sabía que lo descubriría y me encanta ver esa cara de emoción cuando encuentra un paquete, especialmente porque sabe que sólo los escondo para él.
Tiene dos años, pero ya reconoce las letras de su nombre, así que, al ver la portada, se ha puesto a gritar: “Soy yo”, señalando al protagonista. “¡Es Max! ¡¡Y papa!!”, ha añadido señalando la sombra del súper héroe.
Hemos empezado a leer y él ha disfrutado a tope con los colores, las ilustraciones, y todas esas referencias que puede reconocer: los superhéroes como Spiderman o Batman, la consola por ahí tirada, la parada del autobús, los cómics, los yayos… Y finalmente aparece ella, MegaPower entra en acción.
Max aplaude y se emociona. “Qué guapa la nena”, dice. “¡Robot, robot!”, exclama a continuación. Pero si yo me he emocionado ha sido cuando, tras la llegada de Max a su casa, mi pequeño monstruo ha dicho (haciéndome un SPOILER bien guapo): “MegaPower es mami. Mami de Max”.
Ahora está ahí, jugando a que salva gatos como la súper heroína del libro, mientras yo escribo esta reseña y le observo conmovida. Porque si hay algo que nunca me imaginé que pensaran de mí, es que podía ser una heroína de libro.
Gracias Oriol, Rocío y Anima Llibres por un cuento que fomenta la imaginación y los lazos familiares.
Recomendado a todas aquellas mamis que intentan sobrevivir combinándolo todo. Y para aquellas familias con niños que flipan con los superhéroes.

PD: El primer disfraz de Max fue de Batman y este año, por Halloween, de Spiderman ;P

Isabel del Río
Octubre 2016