TÍTULO: La
Última Llamada
AUTOR: Empar Fernández
EDITORIAL: Versátil
La Última Llamada llegó
a mis manos por parte de la editorial Versátil de cara a un Café con autor que
celebraremos en breve en La Font de Mimir, donde entrevistaré a la autora.
Había
oído hablar de la forma de escribir de Empar Fernández, pero no había llegado a
leer nada suyo, así que no sabía cómo enfrentarlo. Me habían dicho tantas cosas
buenas que me daba miedo hacerme grandes esperanzas y después quedar mustia
como un globo pinchado. Lo bueno fue que no hubo desinfle, y lo mejor es que me
ha encantado su forma de escribir, adentrándose en el universo emocional y
psicológico de los personajes, mostrándonos un mundo duro y macabro que, al
final, no resulta ser otro que nuestro día a día.
La Última Llamada es un
thriller, incluso podríamos hablar de novela negra, pero trata la investigación
desde un plano secundario, llevándonos a la solución de las incógnitas por vías
normalmente poco utilizadas. En cuanto al crimen, es una constante, pero
resulta tan normal y cotidiano que el lector llega a sorprenderse por la
cercanía de los hechos.
Los
personajes están realmente bien dibujados, pues estamos hablando de una novela
de personajes, donde la historia nos hace viajar de un lado a otro y comprender
sus andanzas, pero no deja de ser un decorado por donde ocurre la vida y desgracias
de Julio, Yolanda, Marisa, Noemí, Víctor, Luca, Samantha… Un abanico de
personajes, cada cual más complicado, que nos demuestran lo retorcidos que
pueden llegar a ser nuestros sentimientos si se nos lleva al límite, y al mismo
tiempo la facilidad con la que podemos recomponernos si encontramos dónde
agarrarnos.
Personalmente,
una de las cosas que más me ha gustado, es que nada queda del todo claro. Sin
querer hacer ningún spoiler, digamos
que la verdad y el engaño se entremezclan para dar forma a la realidad y, al
final, el lector se queda con la impresión de que no existe el blanco y el
negro, sino unas tonalidades de gris que no todo el mundo puede llegar a
percibir.
Barcelona,
un pueblecito de Irlanda, Londres… Policías, periodistas, padres destrozados,
médiums… Parece una historia sencilla, porque el lector no se pierde en ningún
momento y resulta realmente ágil, pero está compuesta por una serie de
subtramas, de viajes extraños al pasado y al interior de las mentes de los
personajes, de pensamientos y emociones, que dan forma a una novela coral y
compleja con un final sorprendente.
Para
mí, lo mejor son las partes de Yolanda, en las que todo parece ponerse en
marcha e ir más deprisa, ahondar en las profundidades y conducirnos hacia las
respuestas que tanto ansiamos a través de sus investigaciones y de la biografía
de Samantha Dumon. Pero las partes de Julio, a pesar de que puede llegar a
robarte las fuerzas, porque transmite los sentimientos de un padres hundido que
busca con desesperación el perdón de una hija desaparecida, llegan a ser
poéticas y muestran la parte más humana de la novela.
Sin
duda, un libro que recomendar a todo aquel que quiera pasar un buen rato (es
una forma de hablar, porque la risa no tiene lugar en esta historia) y disfrute
de un thriller en que la muerte está presente como un manto que nos envuelve a
diario y al que nos tenemos que acostumbrar, sin perder la esperanza por ello.
Isabel del Río
Marzo 2015