@IsabelDlRio / @miransaya

lunes, 12 de mayo de 2014

Reseña: Wabi Sabi de Francesc Miralles

Título: Wabi Sabi
Autor: Francesc Miralles
Editorial: Ediciones B (disponible en catalán con la editorial Amsterdam)


Hablar de Wabi Sabi es hablar de una gran amistad que llegó como todo lo bueno, sin proponértelo ni imaginarlo.
Francesc Miralles es uno de esos personajes que dan color y música a mi vida. Es curioso, pues llegó a ella por dos puntos distintos, casi al mismo tiempo. Primero me sorprendió en la portada de un libro que propuse para mi primer grupo de Club de Lectura. El título del libro en cuestión era El mejor lugar del mundo es aquí mismo, y en cuanto lo leí quise conocer a los autores que lo habían hecho posible -digo autores pues fue escrito a 4 manos con Care Santos, otro solazo de persona y escritora-. Al mismo tiempo, un amigo común y también un gran escritor, me contactaba por un manuscrito que había visto en la mesa de la que sería mi agente un año después. Éste fue Jordi Cantavella, quien nos puso en contacto y regó nuestra amistad con bromas y ron durante el primer año.
Recuerdo que, hablando con Francesc, me recomendó Amor en minúscula. Me dijo que no era lo más conocido de su obra, pero que creía que me gustaría, y así fue, me encantó. Tanto me gustó que me convertí en fan incondicional -literaria, musical y vital-.
Los libros -y letras- de Francesc tienen algo mágico para mí. ¿Por qué digo esto? Pues porque siempre llegan en el momento idóneo. Sin darte cuenta, mientras lees, encuentras las respuestas a aquellas preocupaciones que daban vueltas en tu mente.
Por ello, Wabi Sabi va a ocupar un lugar especial en mi corazón y lo he leído con una foto de Max como marcapáginas.
Wabi Sabi llegó a mi casa cuando estaba en las últimas semanas de embarazo y no me dio tiempo a leerlo. Todos los papis y mamis que lean esto sabrán lo duras que son las primeras semanas (y meses). Llega un punto en que incluso te cuestionas si lo estás haciendo bien, si no te habrás equivocado y estarás condenado al pobre crío a sufrir a una mala madre que no le entiende, y añoras tu vida anterior y todo lo que significa. Entonces empecé a leer Wabi Sabi mientras Max permanecía enganchado a mi pecho y lo he terminado en un suspiro.
Wabi Sabi es una historia preciosa, melancólica, de amor, desengaño, verdades y belleza creada de sombras. Una bofetada de realidad en un mundo tan lejano a nuestro día a día como puede ser Japón, donde encontramos que en lo finito y lo imperfecto está la verdadera Belleza.
Pero además de estas lecciones, que encontraremos a lo largo de la obra, del desenlace de relaciones que empezaron en Amor en minúscula, así como nuevos personajes y aventuras, lo que más me llegó fueron dos mensajes finales: lo que buscas está ante ti, sólo es preciso saber mirar; y todo es posible.
Además, el hecho de que un recién nacido sea una parte fundamental del cambio en la vida del protagonista, es algo que me hizo sonreír mientras leía las últimas páginas de esta historia que recomiendo a todos aquellos que busquen un golpe de aire fresco y reflexivo en su jornada.
Y para aquellos seguidores de este autor, así como para los que Amor en minúscula y Wabi Sabi han sido las primeras lecturas del mismo, podréis encontrar el desenlace de la historia del simpático filósofo lunático en otra de las sagas de Miralles: Oblivion.

Isabel del Río

Mayo 2014