domingo, 7 de noviembre de 2021

Entrevista a Inés Macpherson en Libros Prohibidos


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(…) desde pequeña he sido consciente de nuestra finitud, de ese desaparecer al que nos encaminamos todos (…) Después, con los años y las lecturas, empecé a fijarme en otros aspectos de la oscuridad, a interesarme por la que hay en nuestro interior, en nuestros fantasmas y nuestros monstruos, los personales y los sociales, en nuestra manera de juzgar a los que no entran dentro de la normalidad, como si eso existiera realmente.» Entrevista a Inés Macpherson.

 

 

Inés Macpherson es narradora, ofrece charlas y talleres, colabora en La Vanguardia hablando de libros y es autora de la novela juvenil El secreto de Lucia Morke (La Galera) y de una versión ilustrada de la leyenda de Sant Jordi: Santa Jordina (La Galera). También ha participado en las antologías Extraordinàries. Noves autores de l'insòlit (Males Herbes), Paper Cremat. 10 contes per a 100 anys de Ray Bradbury (Apostroph), Contes per al (des)confinament (Males Herbes), 20 Relatos del Fin del Mundo (Otros Mundos) y otras antologías de cuentos. Su pasión es la literatura y su vocación compartirla con todo aquel que quiera escuchar y/o leer.

Su narrativa se mueve en una fusión sutil entre fantasía, terror y ciencia ficción, que bebe de todos aquellos autores que podemos descubrir desde sus artículos y narraciones orales.

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I: Si tuvieras que escoger un título, sólo uno, ¿cuál sería y por qué? 

IM: Como odio estas preguntas. Es casi imposible escoger un único título y es probable que hoy diga uno y mañana diga otro distinto. Reconozco que, si tuviera que escoger, quizá no sería un libro, sino un cuento o dos cuentos: El corazón delator, de Edgar Allan Poe y El cohete, de Ray Bradbury. ¿Por qué? Porque fueron los que hicieron que me enamorara de la literatura, que comprendiera que los relatos por un lado podían moverse por la oscuridad psicológica de un personaje y, por otro, describir la ternura con una belleza extraordinaria. Pero si tuviera que escoger una novela, en estos momentos me quedaría con La maldición de Hill House, de Shirley Jackson, por su manera de construir y presentar a sus personajes y de explorar el dolor, la identidad, los fantasmas o la necesidad de pertenecer. (Lo sé, he hecho trampas)

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