jueves, 3 de diciembre de 2020

Breve reseña de “Aura”, de Carlos Fuentes


Título: Aura

Autor: Carlos Fuentes

Arte: Alejandra Acosta

Editorial: Libros del Zorro Rojo

 

SINOPSIS

Uno de los escritos más trepidantes de Carlos Fuentes vuelve a ser publicado, tras dos décadas inédito en España. Desde las primeras líneas, el lector es absorbido por la narración en segunda persona: juego de espejos que lo mimetiza con el personaje de esta historia vertiginosa, y lo sumerge en una atmósfera inquietante y misteriosa, un Aura poblada por sombras ambiguas y silencios enmohecidos. Recorrerá los cautivadores ambientes de una vieja casona, de un fantástico jardín, con pasos ahogados, que dibujarán la silueta aviesa de un laberinto elevado por encima de toda linealidad temporal. Este tiempo bífido es una de las formas en que se expresa la constante dualidad que late en la nouvelle. La figura del doble irrumpe desde cada uno de los simbolismos que conforman los ejes de este particular espacio vital y se extiende hacia el lector, convocándolo al lugar de actor en este singular escenario. Tal y como puntualiza la poeta y ensayista María Negroni en el epílogo de esta edición, «Aura quiere decir «luz», «halo», pero también «ave rapaz»». En efecto, un filo binar recorre la obra: en cada hoja acerada lo ominoso y lo familiar se alternan en un trenzado que, paulatinamente, desdibuja sus fronteras. En el esplendor se insinúa lo luctuoso; en el centro de la lozanía reverbera la purulencia de la decrepitud. 

 


OPINIÓN

Una casa antigua siempre en noche forzada, con un jardín perfumado y oscuro, una anciana y una joven de belleza cegadora, un hombre y una tarea para él simple, completar las memorias del difunto marido de la anciana.

Una nouvellete que su autor escribió del tirón en 1962, influido por el film Cuentos de la Luna pálida, de Kenji Mizoguchi, y el relato Décoré, de Guy de Maupassant.

Estamos ante una historia de escenas perturbadas, plenas de deseo e imágenes retorcidas, como en una pesadilla ebria, su protagonista se pasea bajo el influjo de unos ojos verdes y una historia que desea creer hasta descubrir la verdad.

Una nueva casa encantada en la que el tiempo y los dobles tienen una gran importancia.

Las ilustraciones de Alejandra Acosta te acompañan, susurran e insinúan, seduciendo al lector hasta el punto de dejarte vencer también por la mirada de Aura.

Recomendada a los que disfruten de los relatos de terror gótico y a quienes deseen conocer un cuento oscuro que devorarás de un tirón.

 

Isabel del Río

Septiembre 2020