@IsabelDlRio / @miransaya

martes, 12 de enero de 2016

Tercera tanda de preguntas de la entrevista al equipo y autores de #Sueños

¿Todavía no tienes tu ejemplar de #Sueños? Recuerda que lo puedes conseguir en papel, en catalán y en castellano, por Amazon. Con tu compra estarás ayudando a niños sin recursos.
Y ahora, la tercera tanda de preguntas de la entrevista que hicimos al equipo y autores de este precioso y soñador proyecto:
7.     ¿Qué opinas sobre esta clase de iniciativas?
Gabriel García de Oro: Son grandes bancos de pruebas y dan la posibilidad de trabajar formatos distintos. Al estar al margen de lo que es la industria hay más libertad y, por tanto, más posibilidades de sorpresa.
Ana Nieto: Admiro mucho a las personas que crean estas iniciativas y a aquellos que colaboran de una forma u otra, ya sea con su arte o como mecenas. No es solo una oportunidad para darse a conocer, sino que además podemos ayudar a alguien con lo que hacemos. ¿Se puede pedir más?
Luís García de Oro: Me parecen muy positivas, por un montón de razones. La primera y más importante, es porque hay que potenciar más la cultura del relato. Muchas veces, no es necesario escribir 300 páginas para contar una historia. Un relato te puede dejar sin aliento en apenas unas pocas páginas. Y si además, la iniciativa se hace por una buena causa, ¿qué más se puede pedir?
menut: Es muy importante que haya iniciativas de este tipo, y no sólo en el mundo literario. Y más en la actualidad, con la situación precaria en la que vivimos. Demuestran que no todo es el dinero. Y encima, me dan una oportunidad de colaborar… ¿qué más quiero?
Griselda Martin: Convertir tus historias en solidaridad con los más necesitados es un hermoso trueque. Dignifica la literatura.
Ángeles Doñate: Gracias por existir J
Jordi Guardia: Que deberían ser más comunes. Unirse para intentar ayudar a los más necesitados con tu pequeña aportación intelectual o económica, me parece un orgullo. Confío en que sea un éxito, que la gente se anime a colaborar y entienda la labor social que intentan impulsar los organizadores del concurso.
Albert Calls: Me parece una gran forma de divulgar la creación literaria más actual.
Hypatia Pétriz: Me parecen iniciativas bonitas e interesantes porque unen la literatura con causas benéficas. Un sueño por otro permite que los escritores, des de sus relatos, puedan tender una mano a personas que lo necesitan.
Rebeca Bañuelos: Creo que tal y como está el mundo, iniciativas como ésta, lo hacen más humano, más bonito, y alimenta la esperanza de que las cosas puedan ir a mejor.
Sílvia Tarragó: Creo que son necesarias, no sólo por su parte solidaria sino por el reto que supone para los autores escribir sobre un tema concreto. Es muy estimulante.
Silvia G. Guirado: Es una gran manera de trabajar en equipo y de plantear una nueva forma de entender el mundo editorial. Si la sociedad cambia, también lo han de hacer todos sus agentes y, por tanto, autores y editoriales han de buscar nuevas formas de hacer llegar su trabajo. Creo que Isabel tuvo una gran idea al plantear este proyecto tan coherente y con tan buenos fines.
8.     ¿Puedes describirnos el meollo de tu relato?
Gabriel García de Oro: Es una ficción futurista donde los sueños son la base de los viajes interestelares.
Teresa Roig: La realidad no es única e indivisible, sino múltiple y variada, lo que hace que lo que para uno sea un sueño, para otro puede ser una pesadilla… Y al revés. Todo es cuestión de interpretaciones.
Ana Nieto: Chamanismo. Sí, es un tema que me apasiona y sobre el que he estado investigando en los últimos meses para realizar un ciclo de relatos. Y desde luego también habla de las decisiones que debemos tomar en algún punto de nuestra vida. Neil debe hacerlo al final de Psicopompo.
Luís García de Oro: En un futuro cercano, existe una tecnología llamada SUEÑOVISIÓN, que permite emitir los sueños de cualquier persona, como si se tratarán de una película. Como en toda industria del entretenimiento, la Sueñovisión tiene sus grandes estrellas, y la más grande de todas es Zira. Sus sueños son apasionantes. Hasta que un día, algo sucede...
menut: Vigila con lo que sueñas.
Griselda Martin: Es un relato de realismo mágico. Trata sobre los mundos paralelos que existen entre la vigilia y el sueño. ¿Dónde está la realidad?
Ángeles Doñate: Hace unos meses, leí un reportaje muy extenso sobre inmigración en un diario. En una línea comentaba, de pasada, que la primera mujer había saltado la valla de Melilla. Me quedé pensando quién sería… busqué en google y encontré algo más de información. Poca. Y a partir de ahí imaginé el viaje de esa chica desde una aldea de Camerún hasta el momento en que, tras cuatro intentos fallidos, consigue tocar su sueño con las manos: llegar a Europa.
Jordi Guardia: En mi relato “El Sol Verde”, los sueños del protagonista son un arma que los enemigos no poseen y temen, pues para ellos los sueños son visiones del futuro que predicen lo que va a acontecer.
Albert Calls: Es una reflexión sobre las tenues fronteras existentes entre el sueño y la muerte.
Hypatia Pétriz: Mi relato trata de un hombre al que encierran en un sanatorio mental porque está obsesionado con pintar un bosque con el que sueña. Quería hablar del amor que sienten los artistas por lo que hacen.
Inés Macpherson: Es difícil resumirlo sin desvelar demasiado, así que solo diré que se trata de una historia situada en un mundo superpoblado en el que los humanos no podemos soñar porque ya no hay un futuro o algo por lo que soñar.
Rebeca Bañuelos: El meollo de mi relato no es otro que los hilos del destino, los sueños, y el amor que siempre está ahí aunque no seamos capaces de verlo. Ese que lleva sin esperarlo y nos convierte en una mejor versión de nosotros mismos.
Sílvia Tarragó: Pues, precisamente, juego con la ambigüedad entre sueño y pesadilla. Es un relato evocador y un tanto poético que describe el comienzo del día de alguien que ha tenido que renunciar a sus sueños. He intentado darle un final inesperado, el giro sorprendente que creo que debe tener cualquier narración breve.
Silvia G. Guirado: Mi relato tiene los tintes clásicos de fábula. Cuando toca escribir relatos breves, me gusta situarme en ese estilo… El planteamiento es muy sencillo: ¿qué sucede si dejamos de soñar y fantasear? ¿Cómo recuperar esos sueños? La protagonista de mi historia, Nadia, tratará de averiguarlo, aunque a veces no obtengamos la respuesta cuando queremos, sino cuando menos lo esperamos…
Isabel del Río: Quise basarme en uno de los grandes: Lovecraft. En un principio, cuando surgió la idea, no sabía muy bien cómo se iba a desarrollar ni de qué lado me iba a decantar, pero digamos que es la historia de dos seres que tienen una extraña “enfermedad” que amenaza con destruirlos. Habla de la “realidad” del mundo onírico y del sentido de supervivencia.
9.     ¿Tienes algún método de escritura? ¿Cómo te inspiras?
Gabriel García de Oro: Primero busco de qué quiero hablar, de la idea que quiero transmitir. Una vez tengo eso, voy tejiéndole una historia que me permita expresar todo aquello que me interesa y por lo que estoy delante de la hoja en blanco.
Teresa Roig: La vida me inspira y luego, como decía Picasso, procuro que la inspiración me encuentre trabajando.
Ana Nieto: Picasso decía que la inspiración debe encontrarnos trabajando. En mi caso siempre llevo una libreta en la que anoto ideas. Lo que diferencia a un escritor de otro tipo de persona es que él sabe ver una historia donde el otro solo vería un titular de periódico o una anécdota sin relevancia. Y las obsesiones, me nutro mucho de esto último.
Luís García de Oro: Por desgracia para mí, diría que mi método es el de ensayo-error. Una vez tengo una idea clara de la base de la historia, empiezo a escribirla. Pero a menudo, ni la primera, ni la segunda, ni la tercera versión me gustan... Así que voy empezando de cero cada vez, aunque incorporando cosas de las versiones anteriores, hasta que siento que tengo algo que me gusta.
menut: Primero, camino, buscando una idea, un esquema. Sentado delante del ordenador no hago nada. Busco un tema sobre el que hablar, en los medios, en apuntes que tenga, en el contexto social, en ideas que me vengan... y me hago un esqueleto que luego desarrollo.
Griselda Martin: Imagino, pienso, escribo mentalmente y cuando tengo la historia en mi cabeza me siento delante del ordenador. Primero escribo sin pensar, luego corrijo, corrijo y corrijo hasta que el texto es de mi agrado. Me puede inspirar una frase, una imagen, una historia real o un sueño.
Ángeles Doñate: Cualquier cosa me inspira: la vida es fuente de inspiración. En este caso, una frase perdida en un periódico. Otras veces, son sentimientos que me asaltan, sueños, recuerdos que vuelven, conversaciones,  historias que te cuentan, lo que pasa a mi alrededor… En cuanto a método, la verdad es que soy anárquica.
Jordi Guardia: Cuando me dan un tema, como éste caso eran los sueños, empiezo a darle vueltas a cómo puedo desarrollar la idea, los entornos en los que se pueden vincular los sueños y el tipo de historia que quiero contar. A partir de ahí es ir modelando, como una figura de barro. A veces sale a la primera y otras cuesta un poco más.
Albert Calls: Planifico primero la idea y luego la desarrollo temáticamente.
Inés Macpherson: Normalmente escucho música. He descubierto que hay piezas que llevan escondidas historias en su interior. A menudo, cuando tengo una idea y necesito desarrollarla, me dejo llevar por la música y se van creando escenas, hilos… y luego, a escribir, a reescribir, y a volver a reescribir.
Rebeca Bañuelos: Música. Imágenes. Mitología. Leyendas. Todo me puede inspirar. Mi método de trabajo no es más que hacer un guión de sucesos o un pequeño resumen en el caso de los relatos, crear una cronología temporal y dejar a los personajes crecer.
Sílvia Tarragó: El mejor método es la disciplina. La inspiración puede venir de una idea, una frase que escuchas, una escena de una película, cualquier cosa…pero lo principal es tener la constancia de escribir y utilizar la inspiración como una herramienta más.
Isabel del Río: Mis mayores musas son los sueños y las pesadillas. Vamos, que el tema me iba ni qué pintado. Por lo que me dejé arrastrar por una de ellas. En cuanto a método, pasé unos meses dándole vueltas y comentándolo con mi pareja, hasta que un día decidí que tenía que “parir” la historia y, en un par de horas, dejé libre a la bestia.
10.¿Qué es lo primero que haces cuando te planteas escribir un relato?
Teresa Roig: No me lo planteo: sale. Incluso cuando me dan un tema, el relato ya está dentro de mí y solo toma forma con las palabras que elijo.  Para mí, los cuentos son mucho más viscerales que las novelas, que sí trabajo con planificación al detalle.
Ana Nieto: Para empezar escribo la idea o materia prima en mi libreta, después paso algunos días dándole vueltas, sobre todo mientras viajo en autobús con la música a tope. Eso siempre favorece que las ideas fluyan.
Luís García de Oro: Lo primero de todo es la historia. ¿De qué quiero hablar? Después ya se planteará el estilo, el formato... Pero hasta que no aparece la historia, no hago nada más que pensar y pensar... Van surgiendo muchas ideas que sé que no servirán, pero de nuevo, son las que me sirven para llegar a algo que me hace decir: “¡Esto podría estar bien!”
menut: Primero tengo que tener un tema, a partir de ahí, pensar, pensar, descartar, caminar, descartar, hasta dar con lo que quiero decir exactamente, y con el hilo argumental de cómo decirlo.
Griselda Martin: Primero es la idea. Luego le doy muchas vueltas al principio. El final lo tengo medio pensado, pero me dejo llevar por la historia.
Ángeles Doñate: La historia crece dentro de mí durante días. De repente, me siento delante del ordenador y empiezo a escribir sin más.
Jordi Guardia: Intentar visualizar una imagen de ese mundo que quiero contar. No importa si es una escena del principio, del final o de algún momento de la historia. Pero necesito esa imagen para “ver” lo que voy a contar y entender cómo se mueve todo a su alrededor.
Albert Calls: Escribir un borrador a mano.
Inés Macpherson: Pensar la idea, el inicio y el final. A menudo, si no sé a dónde quiero llegar, me pierdo y luego es difícil encontrar el hilo, sobre todo cuando es un relato corto. Cuando tienes más margen y más páginas, el proceso es distinto, puedes dibujar otro tipo de mapa más amplio, más abierto, pero en un relato es importante saber por dónde vas.
Rebeca Bañuelos: Me centro en la idea principal. En este caso “sueños” y en lo que inspira. Después busco nombres para los protagonistas que me gusten y que tengan que ver con la historia, porque casi siempre suelen darle cuerda a la trama y me llevan por senderos que no pensé caminar.
Sílvia Tarragó: Busco una idea general, el concepto que quiero transmitir a través de una historia, la moraleja, por decirlo de alguna manera.
Isabel del Río: Decidir quién será el narrador, quién iniciará la historia. Después todo viene bastante rodado.
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