Con el 10º aniversario de Astrid Lindgren me pongo a recordar con cariño a dos niñas que marcaron mi infancia por completo: Ronja y Pipi. ¿Quién no recuerda las aventuras de la loca y fuerte pelirroja con un cofre de monedas de oro, su caballo y su mono? ¿Y a la pequeña hija de un rey ladrón jugando con su peor enemigo? Relatos cargados de dulzura, pasión infantil e historias inverosímiles, y a la vez tan cercanas que a todos nos han hecho soñar.