La charla en Cálamo fue increíble, 20 chic@s que me acribillaron a preguntas y comentarios, se entusiasmaron con cada detalle y descubrimiento, y me dejaron anonadada con su forma de ver La Casa del Torreón. Incluso se sabían frases de memoria y habían hecho un cuaderno con ilustraciones y comentarios.
Deseo que nunca dejen de leer e imaginar, porque es el mayor regalo que pueden hacerse. Unos chavales maravillosos y alucinantes.