@IsabelDlRio / @miransaya

domingo, 24 de octubre de 2010

Reseña de La Casa del Torreón en Athnecdotario Incoherente y La Biblioteca Imaginaria

Una reseña que me ha hecho llorar a lágrima viva:

http://athnecdotario.com/2010/10/24/la-casa-del-torreon-de-isabel-del-rio/


Os traigo hoy una novela que me ha dejado muy buen sabor de boca y cuya lectura ha supuesto para mi un autentico placer. Se trata de “La Casa del Torreón”, de Isabel del Rio , quien tras debutar con su novela corta “Casa de Titeres” (Editorial Maikalili, 2008), nos presenta en esta ocasion una nueva obra donde se pone de manifiesto todo su talento.

A pesar de su juventud, Isabel del Rio sorprende a todos con su innegable capacidad creativa y una facilidad increible a la hora de contar historias, resultando dificil de asimilar que alguien tan joven sepa utilizar con tal acierto semejante dominio de la intriga y el suspense, logrando con ello enganchar de manera definitiva al lector, que se sentira incapaz de interrumpir la lectura en su necesidad de saber que sucedera a continuacion.

Pese a que algunos quieran catalogar a “La Casa del Torreón” como una novela juvenil, en mi opinion ese planteamiento es erroneo. Aunque al principio pueda parecer lo contrario ( admito que durante las primeras paginas a mi tambien me lo parecio), lo cierto es que en cuanto la novela arranca, manda a paseo cualquier tipo de clasificacion o categoria, ofreciendonos unicamente una historia oscura y fantastica que no hace distinciones a la hora de sumergirnos en la pesadilla a la cual se enfrenta Marina, su protagonista.

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Sinopsis:

“Marina es una joven universitaria que, tras una caída, aparece de repente en una nueva realidad, una especie de reflejo oscuro de la nuestra, donde a los pocos seres humanos que encuentra sólo les preocupa sobrevivir a unas extrañas criaturas caníbales. Mientras lucha por sobrevivir, Marina hará sorprendentes descubrimientos sobre su extraño nuevo mundo y sobre ella misma.”

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Como una suerte de Alicia en el Pais de las Maravillas, Marina se despierta en un mundo parecido al nuestro, pero que no tiene nada que ver con el. Una ciudad desierta que le resulta desconcertante y cuyo unico nexo con su propio mundo es la enigmatica Casa del Torreón.

Pese a que en ese lugar extraño parece estar sola, no tardara en descubrir que no es asi y que los moradores de esta tierra desconocida suponen un peligro mortal. Cuando llega la noche, unas inquietantes criaturas, unos espectros a los que llamara Sombras, intentaran arrastrarla al olvido y convertirla en uno de ellos. Durante el dia, son los seres humanos, aparentemente supervivientes de un Apocalipsis, querran alimentarse de su carne.
Perdida, sin saber como regresar a su mundo, debera encontrar la forma de sobrevivir en un lugar donde nada es lo que parece y donde los pocos aliados que encontrara le descubriran quien es realmente.

Con una atmosfera lobrega y sombria, “La Casa del Torreón” supone un viaje a lo desconocido en el que compartiremos el miedo, la soledad y la incomprension de nuestra protagonista, en su desesperado intento por volver a su realidad.

Comentandola con un amigo, llegamos a la conclusion de que Lewis Carroll se sentiria mas que satisfecho de ver como Marina se enfrenta a un universo aun mas onirico y perverso que aquel que el mismo creo para su Alicia.

Resumiendo, estamos frente a una excelente novela de fantasia oscura, en la que disfrutaremos de continuas sorpresas y que nos llevaran a un desenlace que a pesar de que a algunos les pueda parecer previsible, lograra satisfacer nuestras expectativas de manera sobresaliente
Realista y creible, con las dosis necesarias de accion y sin prejuicios a la hora de mostrar la crudeza de ese mundo, Isabel consigue su proposito y logra confeccionar una trama absorvente, que a buen seguro recordaremos y que no dudo en que se convertira en un referente para los amantes de este tipo de historias donde lo real y lo fantastico se confunden.

Por cierto: Mención especial a las magnificas ilustraciones que acompañan la novela, que suponen una autentica delicia. Oriol Malet, su autor, ha sabido captar los detalles mas significativos de manera admirable.
En fin… Yo me lo he pasado pipa con ella. Espero que vosotros tambien…
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La casa del torreón

Isabel del Río

Ilustración: Oriol Malet

Editorial: La Galera

ISBN: 9788424633813

Págs: 203

PVP: 14,90 €


Y otra también increíble:

http://www.labibliotecaimaginaria.es/page10.php?postPage=2


En todos los ciudades, pueblos y aldeas hay, al menos, un edificio emblemático, misterioso o, simplemente, uno que capta nuestra atención sin que sepamos explicar el porqué. Nos paramos ante él, intentamos averiguar qué hay tras los cristales de sus ventanas, imaginamos como sería que alguna vez su dueño nos invitara a entrar. Y tal vez alguna vez lo consigamos y sea algo verdaderamente crucial en nuestra vida. También en ello pensaría Marina, la protagonista de “La casa del Torreón” (novela de Isabel del Río de la que a continuación hablaremos) al ver la casa con dicha forma desde la azotea del bloque de pisos donde vive.


Una fuerte ráfaga de viento ha conseguido arrojar a la calle a Marina cuando se encontraba en la azotea de su edificio. Pero en vez de morir, tal y como ella esperaba, Marina se encuentra en el suelo de una ciudad que no se parece a la suya, aunque se encuentre justo delante de la casa del torreón que ella siempre ha admirado. Pronto comprenderá que si esta vez no ha muerto no tardará de hacerlo si no esquiva a las sombras de la noche y a los hombres caníbales de día. Sobrevivir parece más importante que encontrar el camino de vuelta a casa, si es que acaso éste existe.


Hay quien se queja de la escasa calidad literaria de las novelas juveniles actuales, obras donde a veces premia la acción sobre la retórica. En España no solemos tener ese problema. Sin entrar en el debate de porqué se encuadran estas historias dentro de la literatura estrictamente juvenil si con ellas disfrutamos muchos que superamos la pubertad hace décadas, creo que nuestros autores nos regalan grandes novelas enfocadas principalmente (como dicen las etiquetas) a un público más joven pero contadas con la misma exquisitez que se haría si esta literatura estuviera dedicada a lectores de mediana edad. Prueba de ello la tenéis, sin ir más lejos, en “La casa del torreón”, una novela de aventuras (o, más bien, desventuras) que desde la primera página da muestra del esfuerzo de Isabel del Río a la hora de combinar buenas letras con una trama atrayente y original.


Pero hablemos un poco más de esta obra y, sobre todo, de su protagonista y narradora tan eficaz como incansable: Marina. Marina es una de tantas jóvenes que se ve privada de los placeres del verano por haber suspendido unas cuantas asignaturas. Poco más sabemos de su pasado y personalidad antes de caer en un mundo extraño en el que no podrá estar tranquila ni un momento. Y es que Marina es incapaz de acostumbrarse a los peligros de este mundo donde todo cambia a la vez que permanece igual, no encuentra el valor para afrontar a los monstruos, le fallan las fuerzas una u otra vez. Marina es, en definitiva, un personaje muy humano con el que cualquiera podría empatizar.


Pocos serán los compañeros de Marina en este mundo de seres horribles, y todos tan perdidos como ella en este universo extraño que nos hace pensar siempre de manera pesimista: James, el niño sin brazo; la abuela April; Ángel, el hombre que no puede hablar... Cada uno de ellos aportará algo a Marina en su lucha por volver a casa.


“La casa del torreón”, en definitiva, es una buena novela de situaciones imprevisibles y final incierto, una obra original escrita con un estilo impecable y cuya acción tiene lugar en un mundo inquietante tanto para la protagonista, Marina, una chica normal con reacciones muy humanas, como para los sufridos lectores (espectadores impotentes de tanto avatar). Adéntrate en la ciudad de las hadas, vive la noche de las sombras, intenta esconderte en el bosque... ¿Podrás huír de lo que parece inevitable y llegar entero al otro lado? ¿Podrá hacerlo Marina? Tendrás que leer esta obra para averiguarlo.


Hay casas que nos atraen sin que podamos explicar la razón, lugares mágicos para nosotros. Su contemplación no nos hace daño...¿O puede que sí? Mejor tener cuidado a veces, me digo tras la lectura de La casa del Torreón, una novela que, sin embargo, creo que no deberías dejar pasar.


Cristina Monteoliva




Con entrevista incluída:



Comenzamos este lunes festivo (para muchos) en La Biblioteca Imaginaria con la entrevista que prácticamente de urgencia ha tenido la grandísima amabilidad de concedernos en diferido la joven escritora Isabel del Río.


Tras el sorprendente éxito de su primera obra, “Casa de Títeres”, Isabel vuelve a la carga de nuevo con “La casa del torreón”, una sorprendente historia (como siempre, la reseña la encontraréis tras las palabras de la autora) que creo que superará con creces el éxito de “Casa de títeres”.


Y ya sin más os dejo con Isabel. Disfrutad la entrevista:


¿Cuándo comenzaste a escribir?


Mis primeros escritos fueron versos, aún era incapaz de transmitir al papel las historias que narraba a mis amigos. Fue más adelante, a finales de la EGB que empecé a escribir cuentos cortos de terror, la mayoría de fantasmas. De éstos tan sólo conservo uno que recuperé hace poco, pues estaba escondido entre las páginas de un viejo libro desplegable de cuentos de Poe. Cuando empecé el instituto quemé todos mis poemas y relatos, a eso se debe que no conserve nada anterior, excepto ese cuento que se salvó de las llamas. Fue entonces cuando comencé a escribir historias más largas y fantásticas, aunque adolecía de un terrible problema, tenía tantas ideas en la cabeza que me veía incapaz de terminar una sola. Tengo varias carpetas llenas de folios repletos de posibles novelas que esperan para ser escritas. No fue hasta el primer año de universidad que logré poner orden en el loco universo que hay en mi cabeza y pude terminar mi primer relato largo o novela corta, Casa de Títeres. Desde entonces no he dejado de escribir historias, abandonando alguna que otra en las carpetas de posibilidades, y apuntándome a distintos cursos para mejorar mi técnica.


¿Imaginas tu mundo sin la literatura?


Leer y escribir es lo que me da la vida. Sería incapaz de existir sin la literatura. Las letras no son un oficio, sino una parte más de mí. En cuanto fui capaz de hablar empecé a inventar historias y a contarlas, no tenía muchos amigos y siempre jugaba sola, así que imaginaba mundos y los recreaba. En cierto modo, existo más en lo imaginario que en lo real. Cuando quiero relajarme, yo no me tumbo a ver la televisión o juego a la consola, yo escribo. A veces estoy paseando con alguien y he de detenerme, porque algo me ha hecho tener una idea y he de tomar nota o hacer una fotografía. Considero que el mundo en el que vivimos puede ser realmente cruel, pero cuando lo contemplamos en silencio con la mirada abierta, de quien simplemente busca la chispa de las cosas sencillas, nos podemos asombrar a cada paso, y eso es lo que me gusta de la literatura, que nos muestra lo sorprendente de nosotros mismos.





¿Qué debe para ti tener una buena historia?


Un punto de conexión y algo completamente distinto.


Las buenas historias son aquellas que te atrapan y te hacen partícipe, porque algo en ella te recuerda a tu propia realidad. Pero las buenas historias no pueden depender sólo de eso, porque si no sería una crónica, que no digo que no sean buenas, pero aquí estamos hablando de ficción. Para que sea realmente buena necesita algo genuino. Es cierto que hoy en día es complicado encontrar algo así, parece que se ha hablado de todo y que se le ha dado vueltas de mil formas distintas, pero a veces en lo que vemos cada día es dónde se puede esconder el mayor de los secretos.


Me gusta todo tipo de literatura y género: terror, ciencia ficción, thriller… Puedo pasar de leer Déjame entrar a Tardes con Margueritte, y disfruto con ambas. Pero la gracia de las dos novelas es que tienen los dos puntos que antes que mencionado. Muchas historias tienen vampiros, pero ninguna es como Déjame entrar… ¿Cuál es la diferencia?


Y por último, una buena historia siempre te obligará a plantearte dudas.


Se te conoce por tus obras de literatura juvenil. ¿Crees que en el futuro lo intentarás también con otros géneros?


Por supuesto, me encantan los retos. Ahora mismo tengo un thriller entre manos. Además, en mis novelas me gusta jugar con ese límite que existe en la literatura juvenil, La Casa del Torreón está justo ahí, y pueden disfrutar de ella jóvenes y adultos. Mucha literatura de género (terror, fantasía y ciencia ficción) ha sido encasillada, pero tiene un público mucho más amplio.


Tu anterior obra, “Casa de Títeres” tuvo una buena cogida. ¿Es algo que te esperabas?


Para nada. Fue una tirada pequeña y yo tuve que hacerme toda la publicidad, las presentaciones, etc. Si no hubiera sido por toda la gente que me ayudó no sé cómo lo hubiera hecho. La primera edición salió en abril, para Sant Jordi, y en julio estaba agotada y se hizo una segunda edición. No podía creérmelo. A pesar de todos los malos royos que hubo con aquella editorial, me alegro de que naciera Casa de Títeres y de haber conocido a toda la buena gente que encontré entremedio y después.





¿Cómo surgió la idea de escribir “La casa del torreón”?


Las ideas para mis novelas nacen a partir de la realidad y de los sueños. Primero me inspiro de lo que puedo ver u oír a mí alrededor, y de ahí nacen las ideas para las historias. Y una vez que se ha puesto en marcha la maquinaria, empiezo a tener sueños o pesadillas en referencia al mundo de esa historia en concreto.


Desde niña, cada día que subía a tender la ropa en la azotea con mi madre, me quedaba fantaseando un rato mirando una casa muy hermosa con un torreón. Pero nunca se veía a nadie en el patio ni asomados las ventanas, y cuando la buscaba por la calle no la encontraba. Hace dos años, charlando con unos amigos, surgió la idea: ¿y si la casa del torreón en realidad no era de nuestro mundo?


¿Te sientes identificada con Marina?


En ciertos aspectos sí, es inevitable. Tiene manías mías, como morderse las uñas cuando está nerviosa, y es vegetariana como yo. Pero en otros puntos no me identifico con ella en absoluto, porque nunca hubiera tomado sus decisiones.


¿Se te aparecen de noche las sombras?


Las sombras siempre están ahí cuando apago la luz. Pero supongo que todo el mundo tiene sus propias sombras. Éstas en concreto hablan de tristeza, soledad, guerra, dolor…, y la imposibilidad de dejar de ser el monstruo que te han impuesto.





¿Y dónde está esa casa del torreón?


Pues más cerca de lo que creéis.


Cuando empecé a trabajar con La Galera, salía a repartir cada jueves los carteles del cuenta cuentos de la librería donde trabajo. Una mañana, mientras regresaba a la librería, sentí como si una corriente helada me atravesara y levanté la mirada hacia arriba. Junto a mi estaba la fachada de la casa que había buscado durante toda mi vida. Allí mismo, iluminada por la luz otoñal se alzaba el torreón.


Ahora paso casi cada día por allí, e intento reunir el valor para llamar a la puerta y explicar a sus habitantes que existe un libro que tiene como detonante su casa.


¿Qué esperas que encuentren tus lectores en esta novela?


Un universo distinto y a la vez muy parecido al nuestro. Una historia aterradora y llena de seres siniestros y hermosos. Personajes que te llegan al corazón y te lo arrancan. Terror, amor, amistad, inquietud, angustia, nostalgia, tristeza… Y muchas, muchas preguntas.


¿Qué nuevos proyectos literarios tienes a la vista?


Soy incapaz de mantenerme con un solo proyecto, así que ahora mismo ando con tres y uno en mente.


Tengo un thriller que está siendo revisado en estos momentos, así que estoy de los nervios y a la espera de noticias.


Ahora mismo estoy escribiendo una historia juvenil y de aire fantástico, con seres cambiantes, dioses antiguos, mundos que están aquí mismo aunque no los veamos… Y todo empieza con Nico, quien ha de emprender una aventura para rescatar a su padre.


De la otra historia en la que estoy trabajando sólo puedo deciros: ¿y si Marina despertase?


Muchas gracias, Isabel, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Estoy segura de que todos esos proyectos que tienes en mente saldrán pronto a la luz y te darán tantas alegrías como los que están ya publicados.


A vosotros, amigos lectores, como siempre, gracias por estar ahí.


Cristina Monteoliva